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Mecanismos Inmunes Que Interviene En Trasplante: Aceptación Y Rechazo


Enviado por   •  2 de Diciembre de 2013  •  2.055 Palabras (9 Páginas)  •  577 Visitas

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CONTENIDO

Para el tema del presente trabajo, “Mecanismos inmunes que interviene en trasplante: aceptación y rechazo”, se revisaron diferentes artículos científicos, dentro de estos, se habla acerca de los mecanismos experimentales que utilizaron para saber cómo intervienen diferentes tipos de moléculas en el rechazo o tolerancia hacia el tipo de trasplante.

Primeramente hablando un poco sobre los componentes de la respuesta inmune, todas las células nucleadas expresan moléculas en su membrana que sirven para identificar diferentes ligandos en específico, estos son llamados Complejo Mayor de Histocompatibilidad (MHC). Estos presentan pequeños fragmentos endógenos o exógenos, llamados péptidos, a los linfocitos T para estableces el complejo péptido-MHC, que potencia la respuesta inmune. En humanos, los MHC son llamados HLA. La expresión de estos HLA en diferentes tejidos, incluyendo, trasplantes celulares, de órganos e injertos, actúa como estímulo y como objetivos para una respuesta inmunológica de rechazo.

Consideraciones inmunológicas en el trasplante de órganos

Diferentes estudios realizados en Japón sobre trasplantes por tumores han demostrado la influencia de muchos genes dominantes para la codificación de los MHC. La incompatibilidad de genes para la codificación de MHC entre el donador del injerto y el destinatario, es la causa más importante de un rápido rechazo del injerto.

El sistema HLA

El sistema HLA presenta 3 polimorfismos α clase I combinados con una β2 microglobulina para formar las moléculas de clase I, HLA-A, HLA-B y HLA-c; así mismo, 3 pares α y β que en combinación forman las moléculas clase II, HLA-DR, HLA-DP y HLA-DQ. El sistema HLA es el sistema más complejo de genes polimórficos en todo el genoma del ser humano. Cada individuo expresa un pequeño número de alelos HLA: un alelo de cada HLA-A, -B y –C de la clase I por parte de cada padre, junto con un alelo de cada HLA-DR, -DP y –DQ, por cada padre. En toda la población humana, hay una ventaja en la supervivencia a estos extensos polimorfismos, ya que es poco probable que un miembro de la población se encuentre con un antígeno particular a la que es incapaz de responder.

Para los trasplantes, es una desventaja, debido a que esto provoca que sea más difícil encontrar un donador, aunque en ciertas entidades las combinaciones de alelos son representados con una frecuencia más alta a la que se indica. Los genes de HLA clase I y clase II mas polimórficos son HLA-B y HLA-DR respectivamente. En los trasplantes estos dos son potencialmente antigénicos, pero, además, ya que se expresan en algún grado en tejidos fetales y en la sangre, cualquier persona que haya recibido un trasplante y que ha estado embarazada o que ha tenido una transfusión de sangre, puede que ya hayan desarrollado memoria inmunológica y anticuerpos circulantes para moléculas HLA no autónomos.

Tipificación de tejido

El escenario ideal para trasplantar un tejido, es encontrar seis antígenos que coincidan entre el donador y el destinatario. Métodos serológicos para la tipificación de tejidos usan diferentes anticuerpos que identifican distintas moléculas HLA clase I en linfocitos T y clase II en linfocitos B. este método proporciona un tipo de tejido para cada individuo, por ejemplo HLA-A1, A1; B8, B7; DR3, DR15, donde cada alelo se expresó codominante y es probable que el individuo, en parte debido al desequilibrio de ligamiento, haya heredado los haplotipos separados HLA-A1 B8 DR3 y HLA-DR15 A2 B7 de cualquiera de los padres. Se ha demostrado que entre más grande sea el número de moléculas HLA que coinciden, mejor será el resultado después de un trasplante.

Inmunología en el rechazo del trasplante

La respuesta inmune encargada de eliminar o de rechazar los trasplantes es la respuesta inmune innata y la respuesta inmune adaptativa, cada una difiere de las vías, la velocidad y la especificidad con la que responden.

La respuesta inmune innata no es suficiente para causar el rechazo del aloinjerto, diferentes estudios muestran que también se necesita la respuesta inmune adaptativa. La respuesta innata contribuye a la adaptativa con un sistema de moléculas. En diferentes microorganismos se encuentran receptores asociados a patógenos (PAMPS) que son reconocidos por los TLR expresados por macrófagos, células dendríticas, neutrófilos y células natural killer. Las células dendríticas activadas por los TLR tienen la función de ser células presentadoras de antígeno. Los TLR también reconocen moléculas asociadas con daño celular (DAMPS).

Reconocimiento: vías directas e indirectas

Mientras que la respuesta innata contribuye claramente a la respuesta inmune adaptativa, es claro que si el sistema inmune adaptativo puede funcionar en ausencia de la inmunidad innata, es probable que las funciones del sistema inmune innato como parte del complejo contrarresten arreglos y contrapesos que son esenciales para la regulación de la inmunidad adaptativa a fin de evitar que el tejido sea destruido y, a veces, los efectos potencialmente mortales de inapropiadas respuestas inmunes adaptativas, como ocurre en las enfermedades autoinmunes, alergias, y anafilaxis. Quizás la contribución fundamental de la respuesta inmune innata en trasplante es, activar células dendríticas derivadas del donante que residen dentro de la trasplantado órgano, proporcionándoles el estímulo para migrar a los ganglios linfáticos locales en el receptor donde interactúan con y activan el sistema inmune adaptativo.

El paso inicial en la respuesta inmune a un trasplante es el reconocimiento de que el tejido trasplantado es exógeno y representa una amenaza equivalente a la de un agente patógeno. El rechazo del trasplante resulta de la activación de la respuesta inmune, respuesta que ha evolucionado con el tiempo para tratar la infección y para protegerlos contra nuevas reinfección. El material antigénico se procesa a continuación intracelularmente y se presenta en forma de pequeños péptidos (12-20 aminoácidos en longitud) incrustado en el péptido-hendidura de unión unido a la membrana MHC de clase II moléculas.

Los macrófagos y los linfocitos B también funcionan como vehículos blindados, principalmente por los macrófagos que envuelven las partículas, mientras que las células B se unen a antígenos solubles a través de su superficie a receptores de inmunoglobulinas. La migración y la interacción con células T y las células B son mediadas por quimiocinas y sus receptores específicos.

En una situación de trasplante, el injerto recién trasplantado

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