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Mineralogía y petrología


Enviado por   •  2 de Enero de 2014  •  Tesis  •  3.817 Palabras (16 Páginas)  •  306 Visitas

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Mineralogía y petrología.

Propiedades físicas de los minerales.- Son el resultado directo de sus características químicas y estructurales, de todas ellas vamos a ver solo las que pueden determinarse por inspección a simple vista (“visu”) o mediante ensayos simples en muestras de mano, de manera que son importantes para un reconocimiento rápido de los minerales.

Hábito: Es la forma y aspecto externo del mineral. Para los agregados cristalinos se usa el término drusa o geoda.

Drusa.- superficie plana o convexa cubierta por una capa de cristales.

Geoda.- superficie cóncava cubierta por una capa de cristales.

Exfoliación: es la tendencia que poseen ciertos minerales de romperse paralelamente a planos atómicos.

Al describir una exfoliación deben de mencionarse su calidad y dirección cristalográfica.

Fractura: es la forma de romperse el mineral cuando es sometido a un esfuerzo intenso y puntual (impacto).

Dureza: es la resistencia que ofrece la superficie de un mineral a ser rayado.

Se designa mediante la letra H. Está directamente relacionada con el tipo de enlace. Mohs, mineralogista austriaco que estableció en 1824 una escala de 10 minerales frecuentes de manera que con estos valores se puede estimar por comparación la dureza relativa de cualquier mineral. En la escala de Mohs, los minerales se presentan numerados de menor a mayor dureza. Cada mineral es rayado por los que le preceden y raya a los que le anteceden. Cada mineral tiene una dureza aproximada del doble del mineral anterior y la mitad del posterior:

Tenacidad: es la resistencia que un mineral opone a ser roto, molido, doblado o desgarrado, es decir su cohesión.

Peso específico: (densidad relativa). Es el nº que representa la relación entre su peso y el peso de un volumen igual de agua a 4º.

Densidad que presenta un mineral respecto del agua.

Color: es la respuesta del ojo y del cerebro al intervalo de luz visible del espectro electromagnético.

Huella: es el color que presenta el polvo fino de un mineral.

Mientras que el color de un mineral puede variar entre límites amplios, el color de la huella es constante. Puede ser determinada fácilmente frotando el mineral sobre un trozo de porcelana porosa. La porcelana tiene una dureza aproximada de 7 (Mohs), por lo que no puede emplearse con minerales de dureza superior.

Brillo: es el aspecto general que presenta la superficie de un mineral cuando sobre ella se refleja la luz.

Puede ser de dos tipos. Metálico (semejante al que presentan los metales) y no metálico. No existe una línea clara de separación entre estos dos grupos; a los minerales que presenta un brillo comprendido entre ambos tipos se les conoce en general con el nombre de submetálicos.

Los minerales de brillo no metálico suelen ser de colores claros y transmiten la luz, si o a través de secciones gruesas, sí a través de láminas delgada. La raya de un mineral no metálico suele ser incolora o de color muy débil.

Fluorescencia y fosforescencia: es la propiedad que tienen los minerales que emiten luz al ser expuestos a la acción de rayos ultravioleta, Rx o algún tipo de rayos catódicos. Si la emisión de luz continua después de haber cesado la fuente emisora se dice que el mineral es fosforescente.

Minerales que forman las rocas.- Existen numerosas sustancias inorgánicas de origen natural, de variada composición química y estructura: los minerales. Sin embargo, estos minerales no suelen encontrarse naturalmente en forma aislada (por eso son tan escasos los yacimientos de interés económico). Los minerales aparecen habitualmente asociados, formando rocas. Otras sustancias naturales, aún cuando no son reconocidas como minerales pueden formar rocas, éste es el caso del carbón, aunque no del petróleo; también es el caso de las acumulaciones de esqueletos de organismos animales o vegetales (que pueden ser de composición sílicea, fosfática o carbonática) y el de los vidrios de origen volcánico. La definición más simple que puede esbozarse de roca es: material de que está compuesta la corteza terrestre. De este modo, se evita una descripción más compleja en la que sería necesario mencionar todas las excepciones para no incurrir en errores.

Los minerales que forman las rocas.

De un modo general podemos considerar que todos los minerales están presentes en las diversas rocas de la corteza terrestre, pero no todos ellos se encuentran en la misma proporción y, además, la gran mayoría de ellos son sólo rarezas de colección si se tiene en cuenta en qué proporción se encuentran en la naturaleza respecto de la totalidad de minerales existentes en la corteza terrestre. Se denominan minerales formadores de rocas a aquellos que constituyen mayoritariamente las rocas. Entre los principales merecen destacarse los silicatos (en todas sus variedades desde el cuarzo a las arcillas) y la calcita.

En una roca cualquiera existen minerales principales, que hacen a su clasificación, y otros accesorios, cuya presencia no es decisiva para dicha clasificación. Puede suceder que un mineral no sea importante para la clasificación de una roca aunque sí lo sea para otros fines, científicos o económicos, por ejemplo.

Así, por ejemplo, el granito es una roca formada por tres minerales principales, el cuarzo (Q), los feldespatos potásicos y calco-sódicos (F) y algún mineral de hierro y/o magnesio, como las micas (M) o los anfíboles (A). Como minerales accesorios pueden aparecer minerales como el circón, el rutilo (R) o la apatita (P).

Rocas ígneas.- Las rocas ígneas (latín ignius, "fuego") se forman cuando el magma (roca fundida) se enfría y se solidifica. Si el enfriamiento se produce lentamente bajo la superficie se forman rocas con cristales grandes denominadas rocas plutónicas o intrusivas, mientras que si el enfriamiento se produce rápidamente sobre la superficie, por ejemplo, tras una erupción volcánica, se forman rocas con cristales invisibles conocidas como rocas volcánicas o extrusivas. La mayor parte de los 700 tipos de rocas ígneas que se han descrito se han formado bajo la superficie de la corteza terrestre. Ejemplos de rocas ígneas son: la diorita, la riolita, el pórfido, el gabro, el basalto y el granito.

Las rocas ígneas componen, aproximadamente, el

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