NINOS INDIGO

A medida que comienzan a leer esto, posiblemente piensen: Y ahora qué: ¿otro libro más sobre condenación y sufrimiento y la forma en que la sociedad está cambiando a nuestros niños? No. Este es quizás el cambio más emocionante, y sin embargo extraño, en la naturaleza básica humana, jamás antes visto y documentado en cualquier sociedad que disponga de las herramientas para hacerlo. Les pedimos que utilicen su discernimiento a medida que continúan con su lectura.

Jan y yo somos conferencistas nacionales de auto-ayuda y escritores. En los pasados seis años, hemos viajado por el mundo y hablado frente a grupos grandes y pequeños. Hemos tratado con todas las edades y muchas culturas que representan distintos idiomas. Mis hijos han crecido y abandonaron el nido hace tiempo. Jan nunca tuvo hijos, sin embargo sentía que, de alguna manera, estaría trabajando con ellos (estaba en lo correcto). De nuestros seis libros publicados previamente, ninguno trata sobre niños, porque nuestro trabajo no está enfocado en ese tema. ¿Cómo es que estamos escribiendo un libro sobre este mismísimo tema?

Cuando son consejeros y pasan su tiempo en contacto personal con la gente, no se puede evitar notar ciertos patrones que surgen en el comportamiento humano, y que se convierten en el tema principal de su trabajo. Nuestro trabajo, al igual que el de Louise Hay, quien publicó este libro, trata de auto-empoderamiento y elevación de la autoestima. Permite que las personas tengan esperanza, dándoles el poder para elevarse a sí mismas por encima del nivel en el que "pensaron" que se encontraban. También involucra la autosanación (no religiosa), y promueve el auto-examen con el propósito de encontrar primero a "Dios en nuestro interior", antes de buscar en cualquier fuente externa. Habla de autosanación, así como de independencia de la preocupación, en un mundo cambiante, inclinado a preocuparse. Es un trabajo muy recompensado, pero hace que notemos las cosas.

Hace algunos años, las personas comenzaron a hablar sobre problemas específicos con sus niños. ¿Qué hay de nuevo en eso? Frecuentemente, los niños son la mayor bendición de una vida, y también el mayor desafío. Se han escrito muchos libros sobre cómo ser buenos padres y sobre la sicología infantil, pero lo que llamó nuestra atención era diferente.

Comenzamos a escuchar cada vez más sobre un nuevo tipo de niño, o por lo menos, un nuevo tipo de problema para sus padres. Las dificultades eran de naturaleza extraña, porque representaban un intercambio inesperado entre el adulto y el niño, que aparentemente no era lo típico que había vivido nuestra generación. Lo ignoramos hasta que comenzamos a escucharlo de los profesionales que trataban específicamente con niños. También ellos reportaban desafíos parecidos. Muchos se sentían exasperados y al borde de perder los estribos. Los trabajadores de cuidado diario en toda la nación, algunos de ellos con más de 30 años de experiencia en su profesión, contaban el mismo tipo de historias sobre lo diferentes que parecían las cosas con estos niños. Entonces, vimos algo que fue horripilante. ¡Cuando estos "nuevos" problemas se agudizaron, se presentó una abrumadora propensión a resolver el asunto drogando legalmente al niño!

Al principio, asumimos que esto era un atributo cultural, que reflejaba una Norteamérica cambiante. Parte de nuestro gran temperamento Norteamericano es que somos flexibles y somos capaces de pasar por cambios extraordinarios, como ningún otro país puede hacerlo manteniendo una base gubernamental estable. Pregúntenle a cualquier maestro de escuela en estos días, y les dirá que nuestro sistema educativo

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