Necesidad de que tomen el poder personas responsables que no busquen el bien propio, sin importar que sean hombres o mujeres.
Olga Lobera PalomoInforme14 de Marzo de 2017
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Seres humanos. Olga Lobera Palomo 2º Bach A
Tema:
Necesidad de que tomen el poder personas responsables que no busquen el bien propio, sin importar que sean hombres o mujeres.
Resumen:
Que las mujeres estén al mando no asegura un buen gobierno. Lo que se necesitan son cualidades humanas como la responsabilidad y los principios éticos, independientemente del género. Encontramos a mujeres con estas cualidades, y en los hombres también, aunque quizás menos.
Organización de las ideas:
Este texto expositivo-argumentativo se puede dividir se organiza en dos partes:
1ªParte (primer párrafo): Presentación de la idea principal y argumentación en desacuerdo.
-Idea principal: creencia de que quizás nos iría mejor si mandasen las mujeres.
-Argumentos a favor (se necesitan más mujeres en cargos importantes) y argumentos en contra (la feminidad no implica una mejoría para ejercer un cargo de responsabilidad). A esto último añade tres ejemplos (negros, árabes y gays).
2ª Parte (del párrafo dos a cinco): segunda idea.
- Idea principal (2º párrafo): son necesarias personas integras de cualquier género en los puestos de poder.
-Argumentos de ejemplificación y contraste (párrafos 2 y 3): casos concretos de mujeres que cumplen o no con el ideal propuesto.
Comentario crítico:
Este texto se trata de una columna firmada por Maruja Torres , conocida escritora española, publicado en el periódico de tirada nacional El País, el 26 de marzo de 2009. Se trata de un texto expositivo-argumentativo ya que la intención de la autora es convencer al lector de su punto de vista sobre el tema propuesto: la falta de mujeres en el poder.
El texto presenta una clara estructura circular, pues comienza con la idea de que hacen falta más mujeres en el poder y termina defendiendo a la misma. La forma en la que se organiza el texto es clara y eficaz, dividida en cinco párrafos donde nada más empezar se propone la tesis, y se ve matizada a lo largo del resto de párrafos. El autor utiliza un lenguaje estándar, ni muy culto ni muy vulgar, un estilo sencillo y un ritmo ágil y dinámico.
Como ya se anuncia en el título la autora no apoya así como así las ventajas de las mujeres frente a los hombres, en cambio, de formar clara y concisa reconoce que sería discriminatorio adjudicar una serie de cualidades a cualquier persona solo por su género que la hagan mejor para ejercer puestos de responsabilidad. La argumentación resulta eficaz al tratarse de una mujer la que defiende esta idea y también porque se rechaza el argumento que durante muchos años han usado los hombres para apartar a las mujeres del poder público (falta de autoridad, agresividad…). Para establecer una anología usa tres casos concretos para ejemplificar como asumimos los estereotipos culturales discriminatorios: los negros y su sentido del ritmo, los árabes dotados para el olfato y los gays y su sensibilidad artística.
Establecidas estas premisas defiende su tesis final: no son más mujeres lo que necesitamos, sino mas seres humanos (de cualquier género) honestos, coherentes y responsables, con principios morales y éticos. Al igual de que acaba de reconocer que las mujeres no son mejores por el hecho de serlo, afirma que esas personas responsables nos librarían de los males que acarrea la falocracia del poder, es decir, critica el modelo masculino que ha promovido la corrupción y la ambición en beneficio propio.
En conclusión la autora; primero nombra a las mujeres que han participado en la corrupción que “conlleva” el poder e irónicamente las tacha de feministas, reforzando la idea de que por ser mujer no se es algo mejor, aunque también resalta que algunas tuvieron el valor para huir de la corrupción. El final resulta sorprendente porque contradice la argumentación que propone anteriormente al reconocer que conoce a muy pocos hombres con la misma valentía.
Desde mi punto de vista ,coincido con la idea de la autora, defiendo la idea de que se necesitan, o sería un buen cambio, que mas mujeres tuvieran más puestos de responsabilidad. Cabe mencionar algunos ejemplos de mujeres con capacidades: Margaret Thatcher, frente al gobierno inglés; Angela Merkel, actualmente frente al gobierno alemán. No defiendo una superioridad sino una igualdad entre hombres y mujeres, tanto en cargos políticos como en empresas internacionales de prestigio. Y tal y como dice autora, no todo es bonito porque sea una mujer la que mande, un ejemplo claro es el de Esperanza Aguirre, antigua alcaldesa de Madrid. Decir que durante muchos años hemos sido oprimidas no nos va a excusar de nuestros errores, ni nos debe de servir como argumento para que nos hagan caso o nos tengan en cuenta, sino que deben ser nuestras acciones las que dejen claro que nosotras estamos tan capacitadas para estar al mando de un gobierno, o de una empresa. No defiendo una superioridad, sino una igualdad, sí, merecida, pero también justificada.
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