Normatividad Ambiental
josephantonioEnsayo17 de Mayo de 2012
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5. CONCLUSIONES DEL LECTORIndudablemente, las fallas del mercado y los errores de política estatal, son factores responsables de ladegradación ambiental. Las directrices tomadas en años anteriores (en el caso de Brasil y de muchos otrospaíses), sin tener en cuenta el daño ambiental que causaban, han sido determinantes en el deterioro ecológico aescala global. El haber sobredimensionado actividades como la ganadería o la producción maderera, y haber dadodiferentes estímulos económicos vía subsidios, excenciones tributarias o créditos blandos, ha hecho que sedestruya gran parte del pulmón del mundo.Las salidas que se han planteado para estos problemas (intervención), son innegablemente buenas perose han quedado cortas. Lo que sucede es que se presenta un alto grado de dificultad para su aplicación y parahacerlas cumplir. Sí, se llegará al óptimo de cumplimiento de estas regulaciones y no se presentaran tantosopositores que buscan solamente su propio beneficio, se podría llegar a disminuir el grado de daños que secausan a diario.Estas medidas representan un primer paso para lograr la concientización de los agentes económicos entorno a la cuestión ambiental, con lo cual, se podrá enfocar a dichos agentes hacia la meta de alcanzar el máximobienestar para toda la sociedad.
Normatividad Ambiental
La expedición de normas constituye, sin duda, uno de los pilares de la política ecológica. Giner revisa elproceso normativo de los últimos años y presenta algunas consideraciones sobre el mismo. Muchas de lassoluciones que se imponen a través de la normatividad ambiental son al final del tubo o de carácter paliativo. Sólolas inversiones en tecnologías limpias atacan la raíz del problema con una perspectiva de largo plazo. Sin duda, elpoder promover este tipo de tecnologías será una manera de lograr mejores resultados a futuro, pero, al mismotiempo, es necesario buscar nuevos caminos regulatorios. La Ley Federal sobre Metrología y Normalizaciónmodernizó y perfeccionó el esquema normativo de México. El proceso de elaboración de normas en materiaambiental contempla la necesidad de desarrollar rigurosos estudios técnicos y de análisis costo/beneficio. Ademáscontempla la participación de diferentes sectores de la sociedad (universidades, el sector público y el privado) enel Comité Consultivo Nacional y la participación ciudadana directa. Este año se ha aumentado considerablementela participación de sectores no- gubernamentales en el Comité, y se han fortalecido los grupos de trabajo y losSubcomités. La normatividad ambiental mexicana ha tenido un desarrollo bastante acelerado a partir 1988. Desde1993 muchas normas técnicas mexicanas se transformaron, tras una revisión especializada y un análisiscosto/beneficio serio, en Normas Oficiales Mexicanas. A la fecha hay 79 Normas Oficiales publicadas, y seencuentran en proceso de elaboración 64, de las cuales cinco son revisiones. Las 79 publicadas nos colocan a lacabeza de América Latina y superan los esfuerzos de normalización de muchos otros países. Lo anterior muestrael considerable avance que hay en materia normativa en nuestro país, reflejo de un esfuerzo concertado por fijarmetas de calidad ambiental. Sin embargo, hay considerables lagunas por llenar y algunos traslapes, ya que partede las normas se han desarrollado en respuesta a demandas puntuales y presiones, sin tener detrás un ejerciciode priorización ni de análisis de efectividad y costo. Esto ha conformado un cuerpo normativo que a menudocontempla estándares diferenciados por industria para un mismo medio y un mismo contaminante, y que sin serlaxa no siempre refleja metas de calidad ambiental. Así, el número de normas que se ha desarrollado no refleja algrado que sería deseable la existencia de un cuerpo normativo coherente ni suficiente, aunque entre ellas hay unnúmero importante que son adecuadas. Cabe destacar, dentro de las normas recientemente publicadas, la NOM-085 en materia de prevención de la contaminación atmosférica, que contempla parámetros diferenciados porregión, tamaño de fuente, burbujas regionales y lapsos de aplicación sujetos a la posibilidad de cumplimiento.Además, tiene la virtud de incorporar explícitamente un instrumento económico, el mercado de derechos deemisión de contaminantes, que pued
e permitir a la ciudadanía o a las autoridades “comprar” una mejor calidad de
aire a través de competir con las empresas en el mercado secundario de derechos. Como toda innovación radicalha sido sujeto de múltiples críticas y es, sin duda, perfectible, pero marca un hito importante en el proceso denormalización. Se ha revisado también este año, la norma que establece el listado de residuos peligrosos,analizando los criterios de definición de este tipo de residuos, lo que agilizará sustantivamente su manejo, sininducir a mayor riesgo. En materia de agua tenemos una gran diversidad de normas que a menudo establecenparámetros diferenciados para un mismo cuerpo receptor, que podrían resumirse y adecuarse en su aplicacióntemporal para constituir un sistema coherente y mucho más sencillo. En materia de procesos productivosagropecuarios y de utilización de recursos naturales hay un reducido grupo de normas. Esta laguna esparticularmente grave ya que los impactos ambientales en estos ámbitos pueden alcanzar dimensiones
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alarmantes y son frecuentemente irreversibles. La normatividad tiene límites como instrumento de regulaciónambiental. Muchas de las metas deseables son imposibles con la tecnología disponible. Adicionalmente cabesiempre considerar que si nuestro objetivo es la calidad ambiental pueden existir otros instrumentos de regulaciónque nos lleven, por sí mismos o en combinación con las normas, a alcanzar niveles más altos en plazos másbreves y a menor costo.La incorporación de instrumentos económicos en las normas, o el complementarlas conellos, puede ser un mecanismo para acercarnos a un desarrollo sustentable más rápidamente y mejor que lanormatividad por sí sola. La normatividad expresa, por una parte, la voluntad de calidad ambiental pero, a la vez,impone parámetros que a menudo no son considerados convenientes por los afectados. Esto lleva a la necesidadde control y vigilancia, con costos administrativos, económicos y sociales muchas veces excesivos. Si las normasincorporan instrumentos que induzcan su cumplimiento, apelando al interés de los agentes, la necesidad de vigilary controlar disminuye. Esto, que es deseable en cualquier circunstancia y lugar, es particularmente importante hoyen nuestro país. Coordinar las normas de emisión a la atmósfera, de descargas al agua y de manejo de residuossólidos, inducirá a conductas que minimicen el uso de recursos y la contaminación de una manera mucho másdirecta que estableciendo normas independientes para cada medio. Es preferible una normatividad gradualistaque se pueda cumplir y que plantee exigencias claras, definidas, que una normatividad estricta desde el principioque no se pueda cumplir. Se debe atender el impacto total sobre el ambiente, con estándares diferentes porregión, según el impacto marginal sobre el ecosistema particular. Podemos buscar estándares muy estrictos enzonas actualmente críticas, a la vez que damos tiempo a que otras zonas los alcancen paulatinamente. Lo mismose aplica a tamaños de empresas, pudiendo ser, en general, más estrictos -en el corto plazo- con los grandesgeneradores que con los pequeños. Las normas deben ser lo más sencillas de cumplir y controlar, y en el largoplazo iguales para todos los agentes afectados, para no dar ventajas a alguno de ellos. Se debe prestar especialatención a ramas prioritarias, a través del diseño de un sistema de regulación de ramas de actividad económicaespecíficas, enmarcado en metas generales de largo plazo. Este esquema regulatorio depende en gran medida dela normatividad, pero debe complementarse con esquemas de autoregulación y con instrumentos económicospara aumentar su efectividad. Es imprescindible atender las lagunas existentes y complementar la normatividadcon otros instrumentos de regulación, buscando siempre las rutas que garanticen el mínimo costo social paraalcanzar metas de corto, mediano y largo plazo. Deben, también, desarrollarse métodos alternativos de mediciónque sean aplicables a bajo costo, de manera que las empresas de escasos recursos puedan determinar sicumplen o
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