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NORMATIVIDAD AMBIENTAL

yazgrace23 de Julio de 2012

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INDICE

CAPITULO I: NORMATIVIDAD AMBIENTAL

1.1. ASPECTOS GENERALES

1.1.1. La eficiencia

1.1.2. La justicia o equidad

1.1.3. Incentivos para las mejoras a largo plazo

1.1.4. La ejecución de la norma

1.1.5. Consideraciones éticas

1.2. TIPOS DE NORMAS

1.2.1. NORMAS SOBRE CALIDAD AMBIENTAL

1.2.2. NORMAS SOBRE EMISIONES

1.2.3. NORMAS TÉCNICAS

CAPITULO II: MARCO NORMATIVO AMBIENTAL

2.1. AMBIENTE:

2.2. BIOSFERA

2.3. ECOLOGÍA

2.4. PATRIMONIO AMBIENTA

2.5. HISTORIAL LEGISLATIVO

CAPITULO III: NORMAS AMBIENTALES EN EL MUNDO

3.1. TRATADOS, CONVENCIONES, CONVENIOS Y PROTOCOLOS

3.2. DECISIONES DEL ACUERDO DE CARTAGENA

CAPITULO IV: DECLARACION DE RIO SOBRE EL MEDIO AMBIENTE Y EL DESARROLLO

4.1. NOCIONES PRELIMINARES

4.2. PRINCIPIOS BASE PARA LA NORMATIVIDAD AMBIENTAL

INTRODUCCIÓN

En el Medio Ambiente y el desarrollo de las políticas y prácticas del país, es indispensable elaborar y poner en vigor leyes y reglamentos integrados, que se apliquen en la práctica y se basen en principios sociales, ecológicos, económicos y tecnológicos racionales, los cuales permitan un Desarrollo Sostenible de nuestro país.

La contaminación del medio ambiente constituye uno de los problemas más críticos en el mundo y es por ello que ha surgido la necesidad de la toma de conciencia de la búsqueda de alternativas para su solución.

Es por ello que es obligación de los Estados mantener la calidad de vida de las personas a un nivel compatible con la dignidad humana. Por lo tanto les corresponde prevenir y controlar la contaminación ambiental y cualquier proceso de deterioro o depredación de los recursos naturales que puede interferir en el normal desarrollo de toda forma de vida y de la sociedad.

CAPITULO I: NORMATIVIDAD AMBIENTAL

1.1. ASPECTOS GENERALES

La necesidad de la normatividad ambiental aparece cuando el nivel real y el nivel deseado de calidad ambiental, no coinciden. Para alcanzar el nivel deseado tenemos que modificar de algún modo el comportamiento de los agentes económicos, no solo de los productores sino también de los consumidores.

Hay muchos tipos de normas ambientales, cada una de ellas prevé que gestores y contaminadores se comportaran de un modo determinado. Además, para juzgar si una norma ambiental es apropiada para resolver un problema de contaminación concreto, es esencial tener siempre presente algunos criterios de evaluación, entre los cuales se tienen:

1.1.1. La eficiencia

Se entiende a la minimización de los costos totales, incluyendo los de reducción de la contaminación y los daños ambientales. Una norma ambiental es tanto más eficiente cuanto más se aproximen sus resultados al punto en que el costo marginal de reducción coincide con el daño marginal.

1.1.2. La justicia o equidad

El criterio de la justicia o equidad es en primer lugar y principalmente, una cuestión relacionada a la ética y con el interés por la distribución de los beneficios y los costos de las mejoras ambientales entre todos los miembros de la sociedad. La equidad es también importante para la aplicabilidad práctica de las políticas, ya que la sociedad no apoyará con el mismo entusiasmo una política equitativa que otra que no lo sea.

1.1.3. Incentivos para las mejoras a largo plazo

Al estudiar las políticas ambientales se hace especial referencia a la labor del sector público pues de el emanan las normativas ambientales. Pero hay que tener presente que, en la práctica, la magnitud y el alcance de los daños ambientales depende, en gran parte, de las decisiones tomadas por las empresas y consumidores particulares. Es así que un criterio muy importante de evaluación de la normatividad ambiental en qué medidas éstas ofrecen a los individuos y las empresas incentivos que las estimulen a descubrir procedimientos innovadores para reducir el impacto sobre el medio ambiente.

1.1.4. La ejecución de la norma

Mucha gente piensa que el solo dictar la norma corregirá automáticamente el problema que ésta trata de resolver. Desafortunadamente, no es así. Entonces surge otra necesidad, la ejecución de las leyes requiere, al igual que cualquier otra actividad, asignar energía y recursos que se podrían haber destinado a otros usos. Además, siempre existirán intereses que presionaran a los agentes contaminadores a incumplir la normativa.

La fiscalización comprende básicamente dos etapas: la supervisión y la sanción. La primera de ellas consiste en comprobar hasta que punto los agentes contaminadores respetan las obligaciones fijadas por la ley. El objetivo de la fiscalización es logar que estos agentes acaten una ley que les aplicable y por ello la supervisión resulta indispensable. La supervisión puede resultar una tarea muy compleja, ya que es posible para las empresas que cuanto más complejos e ingeniosos sean los procedimientos, más fácil resulte eludir las normas.

La fase de la sanción consiste en llevar ante la justicia a los infractores identificados durante la fase de supervisión. Esto puede parecer sencillo, como si, una vez hallado un infractor, todo fuera enjuiciarlo e imponer multas previstas por la norma. Pero en la práctica, aplicar las sanciones es mucho más difícil de lo que parece. Lleva a cabo un juicio requiere tiempo, energía y recursos. Si hay muchas leyes, y muchos más infractores, llevar a todos ante la justicia puede ser una carga abrumadora para el sistema judicial. Además, los infractores no participaran de este proceso de buen grado, sino que es posible interpongan recursos contra las resoluciones sancionadoras, dando lugar a una interminable serie de batallas jurídicas. El proceso sancionador encierra una paradoja. Tendemos a pensar que las leyes tienen más poder de disuasión cuanto mayores sean las sanciones a las que se arriesgan los infractores; pero cuanto más duras sean las sanciones, más reacios pueden ser los tribunales a aplicarlas. Normalmente los tribunales no quieren imponer sanciones que conlleven al cese de la actividad productiva causante de la contaminación, ya que esta medida podría suponer el despido de muchos trabajadores.

1.1.5. Consideraciones éticas

Consideraciones éticas, sobre las cuales no habrá consenso, pero es importante analizarlas cada vez que se planteen distintas políticas alternativas. Indudablemente las ideas sobre el bien y el mal influyen en el juicio que a cada uno les merecen las distintas políticas ambientales y por ello, deben ser tenidos en cuenta junto con los criterios ya antes mencionados.

Un ejemplo para este criterio pude ser el hecho de aplicar un subsidio a un contaminador, la cual puede resultar eficiente ya que el agente contaminante podría responder antes y de mejor grado a un programa de subsidios que a otro que le podría suponer grandes desembolsos, los impuestos. Si el objetivo solo es reducir la contaminación en corto plazo, entonces sería bueno en el ejemplo aplicar el subsidio; pero esta elección podría entrar en conflicto con la perspectiva ética, según la cual no estaría bien recompensar a los causantes de un problema pode dejar de causarlo.

En términos generales, una norma consiste en determinar un nivel de cumplimiento ordenado por una ley. Un ejemplo básico es el límite de velocidad, una norma que establece la velocidad máxima a la que pueden circular los automovilistas. Las normas de emisiones por su parte, fijan cual es el nivel máximo de emisiones permitido por ley. La filosofía de esta política puede describirse en pocas palabras: si quieres evitar que las personas hagan algo, simplemente aprueba una ley que lo prohíba y luego haz que las autoridades verifiquen su cumplimiento.

El propósito de las normas ambientales, es establecer los límites a aquellos elementos que presentan algún grado de peligro para las personas o el ambiente. La normatividad ambiental tiene por objetivo la protección del medio ambiente o su recuperación, se busca un enfrentamiento a los efectos de la contaminación del aire, agua o suelo. Se busca una mejor calidad de vida, una mayor utilización racional de los recursos, se busca un crecimiento urbano, industrial y tecnológico que guarde armonía con el medio ambiente.

1.2. TIPOS DE NORMAS

Existen básicamente tres tipos de normas ambientales: normas sobre la calidad ambiental, normas de emisiones y normas técnicas.

1.2.1. NORMAS SOBRE CALIDAD AMBIENTAL

Por calidad ambiental entendamos las distintas dimensiones cualitativas del entorno, ya se trate de la calidad del aire en una población concreta o de la calidad del agua de un determinado río. Por lo tanto estas normas sobre calidad ambiental son aquellas que determinan el nivel de concentración máximo de una sustancia contaminante en el entorno. Podría aprobarse un mínimo por ejemplo, sobre el oxigeno contenido en el agua de un río, significará entonces que el nivel de oxigeno nunca podrá hallarse por debajo del mínimo establecido. Entonces supone que las autoridades deben saber cómo afectan las emisiones de las diversas fuentes situadas a la orilla del río a la concentración de oxigeno y luego introducir medios que permitan supervisar las fuentes.

1.2.2. NORMAS SOBRE EMISIONES

Se refieren directamente al nivel máximo de emisiones emitido permitido y se suelen expresar en forma de cantidades por unidad de tiempo, gramos por minuto o toneladas por semana.

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