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Organos Linfoideos


Enviado por   •  25 de Abril de 2013  •  1.334 Palabras (6 Páginas)  •  292 Visitas

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Las células que componen el sistema linfoide se agrupan en órganos discretamente encapsulados que reciben en su conjunto el nombre de sistema linfoide. Estos órganos desde el punto de vista funcional se dividen en órganos linfoideos primarios, en los que se producen la diferenciación de linfocitos y en órganos linfoideos secundarios en los que se agrupan células de diferentes tipos para desarrollar la respuesta inmune.

Órganos linfoides primarios

Los órganos linfoides primarios son la médula ósea y el timo, donde maduran los linfocitos B y T respectivamente y aprenden a discriminar entre antígenos propios (auto antígenos), que serán tolerados y antígenos extraños en cuya destrucción colaborarán una vez maduros.

Médula ósea

La médula ósea está formada por un tejido esponjoso de color rojizo que se encuentra en el interior de los grandes huesos y albergan una gran cantidad de células madre de donde derivan las restantes células de la sangre, entre ellas los leucocitos. Aquí maduran los linfocitos B a través de n proceso conocido como linfopoyesis B que es independiente de los estímulos antigénicos. En este proceso, que se inicia a partir de las células progenitoras B (CFU-B), se van formando progresivamente células pre-pre-B, células pre-B, células B inmaduras y finalmente de linfocitos B maduros (Figura: Linfopoyesis B).

El Timo

El timo es un órgano situado en la parte superior del me¬diastino anterior y es donde maduran los linfocitos T. El timo presenta su máximo desarrollo en el feto a partir de los últimos meses de gestación y hasta la adolescencia. A partir de los 18-20 años comienza un proceso atrófico y degenerativo con gran invasión grasa, de tal forma que en las personas mayores de 65 años sólo quedan residuos funcionales del mismo (Figura: Evolución tímica).

El timo está constituido por una malla de células epiteliales rellena de células, timocitos, que es como se denominan a los linfocitos en fase de maduración en el timo. El timo se organiza en lobulillos tabicados por trabéculas conjuntivas y dentro de cada uno de ellos se distingue una zona externa o corteza, que contiene la gran mayoría de los timocitos, y una zona interna o medular que es pobre en timocitos. (Figura: Folículos tímicos).

En la médula existen, además, unas estructuras denominadas corpúsculos de Hassal forma¬dos por células epiteliales y macrófagos dispuestos de forma concéntrica. Las células epiteliales del timo, tanto de la corte¬za como de la médula, expresan altas cantidades de moléculas de histocompatibilidad, imprescindibles para el reconocimiento de antígenos propios por los linfocitos T.

La maduración de los linfocitos T en el timo o linfopoyesis T comienza con la llegada de sus precursores al timo procedentes de la médula ósea. Durante este proceso mueren la mayoría de los timocitos, aprox. el 95 % de ellos. Estos timocitos que mueren son precisamente los que reconocen a los antígenos propios del organismo, mientras que el resto, 3-4%, abandonarán el timo, vía sanguínea, como linfocitos T maduros. Todo ello se realiza mediante un doble proceso conocido como selección positiva y negativa que estudiaremos en el capítulo dedicado al receptor de los linfocitos T.

Durante el proceso de maduración intratímico, los timocitos adquieren una serie de moléculas nuevas en su superficie. Así los timocitos más inmaduros no expresan CD3, CD4 ni CD8, por lo que son conocidos como células triples negativas. A medida que van madurando, en estas células se produce la reorganización del TCR y expresan CD3 y las moléculas CD4 y CD8 conjuntamente (células dobles positivas), para después perder una u otra quedando bien como CD4-CD8+ o como CD4+CD8- (Figura: Selección tímica).

Todavía en el timo ocurre una especialización funcional de células que expresan el receptor CD4, y serán los precursores inmediatos de los linfocitos T, y de otras que expresará el recetor CD8 y que dará origen a los linfocitos T citotóxicos circulantes.

Estos linfocitos colonizan los órganos linfoideos secundarios, situándose en la zona paracortical de los ganglios linfáticos y vainas paracorticales linfocíticas del bazo.

Por último, hemos de decir que a lo largo de la vida, en el ser humano

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