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Origen Del Lenguaje Oral Y Escrito

celg259422 de Septiembre de 2013

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Origen del Lenguaje Oral

De entre las múltiples facetas que la persona es capaz de desarrollar (motórica, relacional, afectiva, autonomía«.) Es sin duda el lenguaje la que lo define como hombre racional. Desde el primer año el lenguaje acompaña en el desarrollo de nuestras actividades. El lenguaje se adquiere sin aparente esfuerzo, y en general no atrae excesiva atención. Cuando el niño dice sus primeras palabras supone una sensación de alegría en el entorno familiar. Sin embargo esa rapidez y facilidad con que parece se desarrolla el lenguaje es un error, ya que los niños trabajan duramente junto con los adultos más cercanos para aprenderlo. Los adultos que vivimos con niños pequeños consideramos el acto de empezar hablar como algo normal, natural«. Pero esto no quiere decir que sea fácil. De hecho comprobamos esta dificultad los adultos cuando tenemos que expresar una idea y no encontramos las palabras adecuadas para definirla o cuando estamos aprendiendo un idioma y necesitamos expresarnos«.

2. ¿Cómo surge el lenguaje oral? Breve Historia.

El estudio de la evolución del lenguaje ha experimentado notables cambios en los últimos años:

Hasta los años 60 predominó una descripción tratando de establecer las edades a las que se producían los primeros hitos)

A partir de los años 60 la figura del lingüista N. Chomsky delimita un cambio sustancial, marca la principal diferencia entre los hombres y los animales y la establece el lenguaje. Partiendo de esta idea desarrolla otras: La capacidad de hablar de los humanos está genéticamente determinada. La capacidad de adquirir el lenguaje es simplemente un proceso de desarrollo de la facultades innatas, de forma que los niños aprenden a hablar de la misma forma como los pájaros les crecen las uñas)

Desde los años 70 hasta nuestros días el punto de vista de N. Chomsky fue completado con otros aspectos propuestos por J. Piaget que: Aporta la idea de que para que el niño sea capaz de desarrollar el lenguaje es necesario una capacidad cognitiva general. Dice también que para que el niño pueda utilizar el lenguaje es preciso que sea capaz de utilizar los símbolos

1. Diversidad del Lenguaje Oral

Por principio diremos que el lenguaje oral utiliza un código compuesto por un número específico de sonidos, conocidos por todos los hablantes de una comunidad, pero que no se pronuncian de la misma manera siempre. Es decir el código oral se realiza de manera distinta según la zona geográfica, el nivel sociocultural, la edad o el género al que pertenece un hablante.

Por la forma en que una persona habla el español podemos ubicar si es de Mexico, España o Argentina; podemos tener una idea de si esa persona ha recibido cierta instrucción escolar, o no; y desde luego, auxiliados también por el timbre de voz, podemos saber si es hombre o mujer, niño, adolescente, adulto o anciano. La variante geográfica de una lengua se llama dialecto y a la forma individual de realización de la lengua se le llama habla.

2. Rasgos Comunicativos

El lenguaje oral es inmediato, los participantes de una situación comunicativa oral están presentes en el momento, aunque físicamente pueden estar distantes pues la tecnología de hoy en día lo permite.

El papel de emisor y receptor o receptores se intercambia constantemente pues cada sujeto interviene de ambas maneras en una misma conversación. El apoyo en el contexto extralingüístico es fundamental pues los mensajes que se envían durante una conversación omiten informaciones que se sobreentienden, por ejemplo, si durante la cena alguien dice “esto tiene muchos condimentos”, el resto de los participantes entenderán a que se refiere el hablante con “esto”, pues tendrán los platos enfrente.

Gran parte de la información que se intercambia no está dicha con palabras, sino con gestos y ademanes de quienes participan en la conversación, es decir, el lenguaje no verbal juega un papel fundamental en las conversaciones orales.

Origen del Lenguaje Escrito

Las Protoescrituras

Los investigadores se ven en un difícil trance cuando tienen que interpretar ciertos símbolos encontrados en cuevas de la Era Glacial. ¿Qué puede significar, por ejemplo, el dibujo de una mano rodeada de círculos? Realmente no se sabe. Lo que sí sabemos es que a eso no se le puede llamar aún escritura. Seríamos demasiado crédulos al creer que los moradores de las cuevas contaran con un sistema de escritura; pero no parece descabellada le idea de que contaran con una limitada forma de expresión escrita. Es por eso que a estos símbolos les llamamos protoescrituras, debido a que se encuentran en el umbral de la escritura plena. Los primeros síntomas de escritura (las protoescrituras) surgieron ante la necesidad de contar mercancías, jornaleros, ganancias; o de contar días y ciclos lunares para diseñar calendarios. Además, las protoescrituras, aunque nacieron antes que la escritura, se han mantenido conviviendo con ella a veces hasta nuestros días.

Una de las primeras manifestaciones la descubrimos en la Era Glacial donde los hombres de ese período realizaban muescas en huesos con materiales diversos, posiblemente para llevar la cuenta de los ciclos lunares. Artimañas parecidas las usó la Hacienda Inglesa entre el año 1100 y 1834 a través de las “tarjas”, tablillas de madera en las que, además de anotaciones de las cantidades en cuestión escritas en su superficie, los funcionarios realizaban muescas que, en función de su tamaño y grosor, reflejaban las cantidades escritas. Otra artimaña distinta es la de los “quipus” incas, cuerdas donde se realizaban nudos para representar cantidades. Otro ejemplo muy distinto de protoescritura es el de las cartas que se enviaban los indios norteamericanos; pero quizá las muestras más importantes de protoescritura sean las de tipo económico, realizada en tablillas de arcilla. Este tipo de protoescritura tuvo su antecedente en las “fichas” de arcilla usadas entre el 8000 y el 1500 a. de C., y que servían como apoyo a la mnemotecnia humana en transacciones económicas complejas, pues permitían operar aritméticamente con grandes cantidades. Realmente esto ni siquiera es protoescritura, pero pronto estas fichas fueron introducidas en el interior de bolas huecas hechas también de arcilla que, a modo de sobre esférico, albergaba un número de fichas inscrito en la superficie, y al mismo tiempo hacían más difícil la falsificación de las fichas, ya que ahora debían ir en el interior de las bolas. Esas inscripciones talladas en la superficie de la “bulla” sí pueden considerarse protoescrituras.

Éste es el paso previo a las primeras tablillas de arcilla; éstas surgieron en Mesopotamia, allá por el 3300 a. de C., y se valen de signos que reflejan cantidades, y también de otros que simbolizan materias primas. La tecnología empleada para representar los numerales sobre estas tablas no es otra que la de presionar con el extremo redondo de un estilo de caña sobre el barro blando, obteniéndose diferentes signos según la posición del estilo al presionar (vertical, oblicuo, etc.). Una vez escrito, el barro se cocía y se volvía, pues, indeleble. Su sistema cardinal es realmente sorprendente: además del uso del sistema sexagesimal, destaca el hecho de que un mismo signo numeral varía de valor en función al contexto referido (ovejas, cebada, campos).

En definitiva, este sistema no pasa de ser una protoescritura, pese a que, sobre todo en sus últimas manifestaciones, se nos revela como un embrión del futuro cuneiforme.

Escritura Cuneiforme

Escritura Cuneiforme (del latín cuneum, 'cuña'), término que se aplica a los signos que tienen esta forma, por lo que reciben el nombre de cuneiformes, grabados en tablillas de arcilla y también se han encontrado grabados en las inscripciones hecha en metales, piedras, estelas y otros materiales.

Las primeras inscripciones cuneiformes estaban formadas por pictogramas. No puede decirse que fuera más sencillo el grabar líneas rectas en la arcilla con un punzón, que trazar las líneas irregulares de los pictogramas. Se inventó un punzón afilado a propósito para realizar las inscripciones y, poco a poco los trazos de los pictogramas se fueron convirtiendo en los esquemas de los caracteres cuneiformes, que se fueron estilizando cada vez más, de forma que apenas recordaban el perfil inicial de aquellos pictogramas de donde surgieron. En un primer momento cada signo sólo representaba una palabra. Pero como había palabras que no se podían expresar por medio de un pictograma, se representaron con los de otros objetos que los recordaban (por ejemplo, bien por medio de una estrella, estar de pie o ir por medio de un pie) y así ciertos símbolos representaban más de una palabra. Puesto que las palabras del sumerio fueron en su mayoría monosilábicas, desde los primeros momentos los signos se emplearon como meras sílabas, sin tener en cuenta su significado original. Los símbolos que tenían más de una lectura, como palabras y como ideogramas, también adquirieron el valor de sílabas. Por eso, con tantas lecturas fueron polisémicos, o polífonos. Junto a esto hay que tener en cuenta que el sumerio es un idioma con bastantes palabras de sonido parecido o igual, es decir, había muchos símbolos homónimos.

Una vez desarrollado completamente, el sistema cuneiforme posee más de 600 signos. Casi la mitad se emplearon como ideogramas o como sílabas, los restantes sólo fueron ideogramas. Algunos signos sirvieron como determinantes, conocidos por

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