PLANTACION
paolasilvi1 de Julio de 2014
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ESCUELA SUPERIOR POLITECNICA DE CHIMBORAZO
FACULTAD DE RECURSOS NATURALES
“ESCUELA DE ECOTURISMO”
EFECTO DE LA DENSIDAD DE SIEMBRA EN LA PLANTACIÓN DE FREJOL
1.- INTEGRANTES:
• Jonathan Esparza
• Mayra Pilco
• Carlos Salambay
• Silvia Veloz
Riobamba-Ecuador
I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Se realizara la siembra de semillas de frejol de mata, con diferente densidad de siembra, una, tres, seis y nueve respectivamente en diferentes masetas del mismo tamaño, experimentación que se realizara en la terraza del modular de la Escuela de Ecoturismo de la Facultad de recursos Naturales de la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, para reconocer que es lo que sucede con el crecimiento de las plantas según la densidad de siembra en cada una de las masetas.
PROBLEMA:
Si se siembra varias semillas juntas en una maceta, ¿Cómo afectara el crecimiento de las plantas?
OBJETIVOS
1. Objetivo general
Sembrar semillas en diferentes masetas con diferente densidad, para reconocer que es lo que sucede con el crecimiento de las plantas según la densidad de siembra en cada una de las masetas.
2. Objetivos específicos
a. Elaborar cuatro tratamientos de siembra de diferente densidad.
b. Realizar tres repeticiones de cada tratamiento de siembra.
c. Cuidar de cada tratamiento y repetición de la misma manera para que el resultado no se vea afectado.
II. RECOPILACION DE DATOS
Para acercarnos a la densidad de siembra, tenemos que empezar con la densidad de plantas. Hay que tener bien claro que estamos hablando de dos cosas distintas.
Densidad de plantas.- La densidad de plantas es la cantidad de plantas (adultas) que logramos por hectárea.
La densidad de siembra.- es la cantidad de semillas que depositamos en una hectárea de terreno. Las dos cantidades no son iguales, ya que una fracción de la semilla o las plántulas se pierden antes de desarrollarse.
Inevitablemente se pierden algunas semillas o plántulas, por falta de germinación, falta de vigor, falta de contacto con el suelo, preparación deficiente de la cama de siembra, piedras y encostramientos, plagas y enfermedades, fallas de la sembradora, falta de cuidado del sembrador, etc. El porcentaje de pérdida es muy
variable, pero los datos presentados sugieren que es prudente calcular con por lo menos un 20%. Tenemos que aumentar la densidad de siembra en la misma proporción en la que esperamos tener pérdidas de semilla o plántulas.
En el latín densitas se encuentra el origen etimológico del primer término, densidad, que compone el concepto que nos ocupa. Este, densidad de siembra, viene a definirse muy sencillamente: es el número de kilos de semilla por hectárea que se necesitan y se van a utilizar para sembrar. Es decir, es el número de plantas por hectárea que van a crecer en un terreno determinado.
Asimismo, otra explicación del concepto que estamos abordando es aquella que nos expone que la densidad de siembra no es más que la práctica de manejo que viene a determinar la capacidad de cultivo para lograr así recaudar un número de recursos.
En este sentido, los agricultores barajan siempre unas cifras con las que vienen a calcular que lo aconsejable es utilizar unos 100 o 150 kilos por hectárea. En esa misma línea se establece que una elevada densidad de siembra puede traer consigo tanto la aparición de más enfermedades como lo que se da en llamar el encamado, es decir, el aplanamiento de las plantas.
Por estas circunstancias es muy importante el determinar una correcta densidad ya que es la manera de que se pueda
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