Plantacion Forestal
lisbethllover16 de Abril de 2013
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Plantación Forestal: Planeación para el Éxito
Conocer aspectos como el suelo, el clima, el tipo de área o las prácticas silviculturales de mantenimiento es fundamental a la hora de establecer una plantación forestal. Esta información se constituye en una hoja de ruta que permite anticiparse al futuro del plantío para manejar, tanto las falencias como las ventajas del área que comprende la zona.
Enrique Trujillo N. I.F. M.Sc. El semillero
Una plantación forestal consiste en el establecimiento de árboles que conforman una masa boscosa y que tiene un diseño, tamaño y especies definidas para cumplir objetivos específicos como plantación productiva, fuente energética, protección de zonas agrícolas, protección de espejos de agua, corrección de problemas de erosión, plantaciones silvopastoriles, entre otras.
Precisamente, ese objetivo es el que también permite determinan la densidad de siembra, los rendimientos y los costos que implicará la plantación, junto con la selección de las especies más adecuadas y su programación para la producción. Pero para que todo esto sea posible es indispensable realizar un estudio previo y cuidadoso de las condiciones naturales en las que se desarrollará la plantación, además de la planeación y distribución del área, a fin de asegurar su éxito. Un factor determinante es la calidad genética del material vegetal y buena calidad de los árboles en vivero.
El Ambiente Ecológico Apropiado
A la hora de iniciar una plantación, ubicar las espacies en un ambiente que les proporcione las condiciones climáticas y de suelo que favorezca su desarrollo, es vital; así como también deben considerarse las exigencias ecológicas del material a plantar que -hasta donde sea posible- debe coincidir con las condiciones ambientales del sitio de la plantación para cada especie.
Aquí, es necesario tener en cuenta que las condiciones del medio ambiente pueden variar afectando o favoreciendo la plantación pues algunas son óptimas, o van de regular cuando las plantaciones pueden vivir y desarrollarse aunque no en estado satisfactorio, o son desfavorables cuando el sitio presenta condiciones adversas para un desarrollo deficiente.
Otro aspecto es el clima -factor determinante para el crecimiento de las plantas- y que responde a condiciones de circulación atmosférica, temperatura y precipitación de la zona. La interacción de cada uno de estos factores determina una gran variedad de climas y por ende, de especies con distintas posibilidades de desarrollo forestal, sea plantación con fines industriales, sistemas agroforestales, para el autoconsumo o para el mercado local.
Se recomienda consultar las bases de datos climáticas, especialmente el régimen de lluvias, cantidad yu distribución o en su defecto indagar con los campesinos de la zona, dado que ellos estiman –con cierta precisión– la frecuencia, intensidad de las lluvias y los meses de heladas cuya práctica se ve reflejada en el calendario agrícola de la zona; el objetivo primordial es aprovechar los meses de lluvia para el mayor prendimiento de la plantación.
El Suelo: Sustrato Básico
Otro de los puntos a evaluar a la hora de establecer una plantación son los factores edáficos pues éstos ayudan a determinar el uso potencial y seleccionar las especies forestales más adecuadas frente a las condiciones cambiantes del suelo: Por ejemplo, aunque un terreno pueda recibir de 2.000 a 4.000 mm de lluvia anual y pueda suponerse que se trata de un sitio húmedo, en realidad, tiene condiciones de sequía en razón del suelo muy arenoso, con pendiente fuerte y con una capa freática (1) profunda.
Vale señalar que la textura, la profundidad y la situación topográfica son atributos físicos del suelo que no pueden modificarse, excepto en el caso de erosión; no obstante, la estructura, la porosidad y por lo tanto, el drenaje y el contenido de materia orgánica del suelo pueden ser modificadas a través de prácticas forestales.
El suelo debe analizarse a partir de los siguientes aspectos:
Textura y estructura
La proporción de las partículas minerales de diferentes tamaños que se encuentran en un suelo definen la textura. Pueden ser arenosos, arcillosos, francos o una mezcla de ellos, por ejemplo franco-arcillosos.
La estructura del suelo se refiere al tipo y agregación de las partículas, aquellos suelos que presentan textura gruesa por lo general tienen una estructura menos definida que los de textura fina. Los suelos arenosos carecen de propiedades cohesivas, mientras que los suelos de textura fina, integrados en su mayor parte por arcillas y limos, tienden a formar agregados.
Estas características del suelo influyen en la adaptación de las raíces de las plantas al suelo, y cada especie forestal en particular se adapta bien o mal a cada textura y estructura, por lo que es necesario conocer sus exigencias para cruzarlas con la oferta del suelo. Las Características de las clases granulométricas se muestran en la tabla No 1.
Drenaje
El drenaje de un suelo es la consecuencia de múltiples factores, como la pluviosidad (3), la temperatura, la pendiente, la situación topográfica, la profundidad y la textura del mismo. Se distinguen dos tipos de drenaje: el drenaje externo y el interno. El drenaje externo consiste en el agua de escorrentía (4) que, en la superficie del suelo, provoca habitualmente erosión. El drenaje interno se designa como “la duración y la frecuencia de períodos durante los cuales el suelo está saturado con agua en forma total o parcial”.
En el campo se puede determinar directamente el tipo de drenaje natural del suelo a reforestar, con ayuda de la tabla 2. Los principales criterios para identificar el drenaje son la profundidad de la capa freática, la textura y la posición topográfica del suelo así como la presencia de índices de condiciones anaeróbicas. (Ubicar tabla 2). Muchas especies por ejemplo no toleran suelos encharcables o mal drenados, por ejemplo la Teca, mientras que otras especies se adaptan bien a tales condiciones, cuyo caso extremo es el mangle.
Profundidad del suelo
La profundidad del suelo es un factor definitivo en la evaluación de la calidad del terreno, puesto que un incremento en profundidad casi siempre va asociado con la capacidad de anclaje y desarrollo en profundidad de la raíz de los árboles y con una mayor cantidad de nutrientes, una gran capacidad de retención de agua y menos susceptibilidad ante el viento fuerte.
En general es apropiada una profundidad mayor de un metro para mayor seguridad del desarrollo de la plantación. La profundidad puede ser limitada si hay un nivel freático muy alto, capas del suelo internas endurecidas, exceso de rocas. Es una de las primeras determinaciones al momento de evaluar los terrenos a reforestar.
Características Químicas del Suelo
Sin duda las dos contribuciones esenciales del suelo al desarrollo de los árboles, son el soporte físico y el aporte de agua y minerales para facilitar el crecimiento de los árboles.
Para ayudar a seleccionar las especies forestales aptas para un sitio determinado y llevar con éxito la plantación, se debe considerar la cantidad y proporción de los diferentes elementos nutritivos, tales como los elementos mayores (nitrógeno, fósforo, potasio), y menores (cobre, hierro, zinc, boro, cloro, molibdeno, etc.). Además, se puede evaluar, el pH y el nivel de aluminio (5).
Es posible conocer la proporción de estos elementos por análisis químicos en laboratorio, pero es primordial que la toma de muestras en el campo se efectúe con rigor, es decir, siguiendo las siguientes recomendaciones:
1. Dividir la finca en zonas homogéneas y muestrear independientemente cada zona.
2. Evitar tomar muestras después de una lluvia fuerte.
3. Recolectar unos 1000 g. de suelo a una profundidad de 10 a 25 cm en repiques diferentes.
4. Conservar las muestras de cada zona en bolsa plástica que hayan sido usadas anteriormente con fertilizantes y sustancias químicas.
5. Marcar bien cada bolsa
Por falta de conocimientos de muchas de nuestras especies forestales, no es factible presentar el rango aceptable de cada nutriente en relación directa con cada especie. Para solucionar, en parte, esta situación e interpretar los análisis de laboratorio se presenta (Tabla 3) el rango aproximado de algunos elementos minerales.
Las enmiendas o programas de fertilización se ajustan y aplican con base en los resultados de los análisis del suelo. Aplicar abonos o correctivos sin un conocimiento preciso de la composición química del suelo puede ser contraproducente al desarrollo de la especie, incluso puede alterar las condiciones eléctricas del suelo.
Agua disponible:
La cantidad de agua disponible es una de las limitaciones del crecimiento y la productividad dentro de un cierto rango particular de temperaturas. Puesto que el agua entra a las plantas principalmente a través de sus raíces, el papel que desempeña el suelo en cuanto el aporte de ese líquido es fundamental.
Adecuada Selección de Especies
Debido a las leyes de la herencia que se aplican para todos los seres vivos, la descendencia de los árboles a través de la semilla define las formas y productividad de los individuos que conforman la futura plantación, por eso es indispensable utilizar, cuando sea posible, fuentes de semillas con algún grado de mejoramiento genético.
Pero esta condición esencial debe complementarse con una cuidadosa selección de la especie según el ambiente ecológico y los objetivos de la plantación, además de una revisión de la disponibilidad de material vegetal en los viveros
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