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Pequeños Omnipotentes


Enviado por   •  19 de Febrero de 2015  •  2.698 Palabras (11 Páginas)  •  186 Visitas

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Pequeños omnipotentes

“Bajo el caparazón autista hay un

príncipe o una princesa durmiente

a la espera de poder crecer”.

(Rank en Zappella,1992:109)

A lo lejos en un rincón se encuentra un niño, su comportamiento es diferente; balbucea, muerde, babea, y al parecer no tiene la edad que aparenta, si intentas mirarlo te darás cuenta de algo perturbador no mira directamente a los ojos, es más dudas si te escucha, en conclusión no le interesa tu presencia en lo más mínimo. En un simple momento de reflexión, la pregunta a relucir en todo momento es, ¿cuáles son las situaciones en este niño para ser así?

Te haré la siguiente pregunta, ¿cuál es la razón más evidente de que este niño tiene una deficiencia? Claro está en su incapacidad de entabla una comunicación coherente y eficaz con su interlocutor. El habla o lenguaje, a mi parecer, es la evolución más importante del ser humano, porque al surgimiento de este pudo ser social con su entorno, funcional con los que lo rodean, llevándolo a un nivel superior al animal. Para Louis Hjelmslevel: “ lenguaje es el instrumento con el que el hombre da forma a su pensamiento y sentimientos” (1995:11). Entonces si no hay lenguaje ¿cómo podrías expresarte, para salir de ese subnivel animal?

Por medio de este texto, daré a conocer mi punto de vista acerca de la importancia que tiene el lenguaje en el entorno autista, para esto es primordial mencionar las características esenciales del autismo infantil, con ello será más fácil entender mi posición, no obstante en el transcurso del texto me concentraré en una esencial característica; la falta de habla o la permanencia de niños ecolácticos.

¿Qué es el autismo? Una pregunta difícil para los que nunca se han topado con este término; en conclusión “Es el encapsulamiento de una persona en sí mismo, en un mundo hecho y creado por él, fundado de sensaciones, el ensimismado surgido al negar un mundo externo a suyo” (Tustin,1994:9). Para él no existe la necesidad de socializar, ni de tener pensamientos complejos, por el simple hecho de que se rige de sensaciones. Las consecuencias según considerando lo dicho por Francés Tustin (1994), el niño autista no es capaz de mantener un adecuado vínculo afectivo ni siquiera en el mínimo grado biológico necesario, lo cual le imposibilita no sólo aprender sino incluso responder a los estímulos del ambiente; en consecuencia vive en un nivel infrahumano, más exactamente vegetativo, hasta el punto que a menudo no llega a desarrollar ninguna forma de lenguaje, apenas disponible de los mecanismos primarios indispensables para subsistir.

Pero he ahí la pregunta más importante ¿por qué surge este encapsulamiento? Los niños autistas esconden miedos terribles, dolores emocionales fuertes, y son sumamente sensibles, haciendo la única forma de tolerar el hostil e intruso mundo. Los diversos factores que lo ocasionan son multiples, los más comunes son los siguientes: la separación de la madre a edad muy temprana, ya sea de forma emocional o física, siendo imposible asimilar una situación, el niño se encapsula en solo el, ya que de ahí no pueda surgir ninguna decepción por parte de terceros, en este punto el bebé no elige esta situación de ensimismamiento, es solo una actitud de supervivencia. Otro factor al que nombre autismo natural, presente en niños sordos, ciegos, o algún tipo de daño cerebral-neuronal, al no tener contacto con el mundo externo del todo aparece este tipo de autismo. El siguiente tipo de autismo surge a una cierta edad presente en todo ser humano; este es superado por medio de la socialización evolutiva en cada persona, este tipo de autismo es mínimo y fácilmente superado, pero si no se trata puede llegar a complicarse demasiado.

También es importante mencionar el comportamiento corporal, este es esencial para clasificar o detectar el nivel de severidad en que se encuentran, el no mirar directo a los ojos, los juegos basados solo en sensaciones, sin imaginación o con un fin determinado, demasiado repetitivos, ejemplo: (véase anexo 1), el aislamiento total, y la poca tolerancia al contacto físico, abrazos, besos, o caricias.

Sé que hay aún muchos más difíciles y complejos factores que producen esta patología, al no ser un síndrome igual en cada caso, o ser demasiado complejo, con diferente grado en diversos niños, en esencia englobe lo fundamental, en mi opinión también lo más funcional. Si quieres estar aún más informado o ampliar el panorama, te invito a leer el libro de Tustin(1994). Quedando claro que es el autismo en general, puedo proponer lo siguiente; es el arma esencial contra el autismo es la comunicación, con la cual se puede romper esa barrera o armadura que acoge el niño autista.

Sin embargo tengo que aceptar algo; mi posición es arriesgada y un tanto extremista, muchos especialistas y terapeutas especializados en el tema me refutarán con diferentes posiciones. La más probable, la insuficiente o burda idea de solo concentrarme en ese aspecto. Es más en un caso severo el autismo no se cura solo se trata llegando a ser imposible mi posición. Sí, sé que es arriesgado pero creo en lo propuesto en este texto. Para reforzar mi posición doy dos propuestas.

La primera la baso en el libro de Michele Zapella: No veo, no oigo, no hablo, el autismo infantil. En él menciona el método holding el que consiste en envolver o inmovilizar al niño, por medio del cuerpo, en un abrazo o simplemente agarrando por varias personas, ya sea de los padres, algún familiar o el terapeuta, buscándole la mirada, en ocasiones abriéndole los parpados, exponiéndolo así a una confrontación cara a cara, aunado con un diálogo fuerte y conciso con él. El niño explotara en una ira, llantos, y rabietas inconcebibles. La rabia es importante, refleja que tan expuesto se ve el niño a un mundo nuevo, al cual no pertenece ni quiere pertenecer, seguido por una tristeza profunda, a diferencia de la ira, la tristeza es el espejo del miedo y terrores presentes en su estado de aislamiento. Y al final la concesión, el hecho de decir una palabra, o entablar una pequeña comunicación funcional. Esto ocurre porque despertamos al niño a una realidad, que mientras se encuentra en esa posición no se puede negar, su omnipotencia queda reducida a nada. Después de cada sesión se le aplaude, habla, besa y mimar, como premio de haber conseguido un éxito. Al niño después de esto se ve más despierto, balbucea o intenta decir una palabra torpe, una especie de alegría surge en él, como si se le hubiera dicho no estás solo.

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