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Presencias


Enviado por   •  11 de Noviembre de 2014  •  628 Palabras (3 Páginas)  •  179 Visitas

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¿Por qué podemos sentir otra presencia aunque estemos solos?

¿Tuvo alguna vez la sensación de que hay otra persona muy cerca suyo, cuando en realidad está solo?

Según un estudio, publicado en la revista Current Biology, es nuestro cerebro el que provoca esta sensación.

Un equipo de investigadores, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), identificó las partes del cerebro responsables de esta extraña y espeluznante sensación.

Además, los científicos desarrollaron un experimento que le permitió a alguna gente sentir la cercanía de un "fantasma".

Situaciones extremas

Las historias de fenómenos paranormales abundan y los relatos de apariciones invisibles se producen con bastante frecuencia.

"La sensación es muy vívida. Sienten que hay alguien pero no pueden verlo. Siempre es como una presencia", explica Giulio Rogningi, del EPFL.

Es muy común en aquellos que experimentan condiciones extremas, como los montañistas o los exploradores, y en las personas que padecen condiciones neurológicas, añade.

Lo que resulta sorprendente es que generalmente dicen que la presencia replica los movimientos que ellos hacen o la posición en la que están en ese momento específico

Giulio Rogningi, del Instituto Federal de Tecnología de Suiza

"Lo que resulta sorprendente es que generalmente dicen que la presencia replica los movimientos que ellos hacen o la posición en la que están en ese momento específico".

"Es decir, si el paciente está sentado, sienten que la presencia está sentada. Si están parados, la presencia está parada", comenta Rogningi.

Un fantasma en la habitación

El equipo hizo un escáner cerebral a 12 personas con desórdenes neurológicos que habían experimentado en el pasado la sensación de estar al lado de un fantasma.

Descubrieron que todos tenían alguna clase de daño en las partes del cerebro asociadas con la conciencia de uno mismo, el movimiento y la posición del cuerpo en el espacio.

En otras de las pruebas, los científicos usaron a 48 voluntarios sanos que no habían experimentado la sensación de estar acompañados de una presencia y los sometieron a un experimento para alterar las señales neuronales en estas mismas regiones del cerebro.

Primero les vendaron los ojos y luego les pidieron que manipularan un robot con sus manos.

A medida que lo hacían, un robot iba trazando los movimientos exactos en la espalda de los voluntarios.

Cuando los movimientos en la espalda y al frente de los voluntarios

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