Proyecto Ambiental Cacerones

1. Introducción:

En los próximos años (2012 – 2020), la inversión Minera en Chile superará los 100 mil millones de dólares, convirtiéndose en el segundo gran ciclo expansivo de la gran minería en Chile, siendo el primero aquel ocurrido entre 1989 y 1998, cuando la producción minera aumentó de 1,6 a 3,6 millones de toneladas de cobre fino.

Los grandes desafíos para este período serán: Gente capacitada, Agua y Energía. De hecho, estos tres elementos son ya temas a nivel mundial para todas las compañías mineras e inversionistas que tienen en su portafolio proyectos mineros nuevos o expansiones.

Otro elemento fundamental, que se está produciendo en nuestro país, tiene que ver con el impacto que tienen estos proyectos en la comunidad; generando alta oposición y muchas veces rechazos declarados a estas inversiones que finalmente desencadenan una influencia en la autoridad para no aprobar cualquier Estudio de Impacto Ambiental (EIA).

Para nuestro análisis, hemos considerado un proyecto minero que actualmente está operando en su etapa inicial y que cuenta con EIA aprobado; nos referimos al Proyecto Caserones, de propiedad de la Compañía Minera Lumina Cooper Chile S.A. (MLCC). La inversión alcanza aproximadamente a 1.700 millones de dólares, y constituye uno de los proyectos emblemáticos de la zona de Copiapó.

Las reservas de agua y el costo de la energía para justificar los proyectos en la industria de minería son constantes desafíos que pueden detonar la viabilidad de un proyecto. Hoy en la región de Atacama se han dilatado inversiones en proyectos greenfield por más de 10 mil millones de dólares.

Los Estudios de Impacto Ambiental son evaluados por la SEIA (Sistema de Evaluación Impacto Ambiental) de manera rigurosa y con tiempos largos que significa costos adicionales para cada proyecto.

La EIA para el proyecto Caserones no estuvo ajena a este tipo de eventos y situaciones; comenzó con plan maestro el año 2007 y fue aprobado por la Resolución de Calificación Ambiental Nº 013/2010.

2. Descripción del Proyecto

El proyecto se emplaza en la III Región de Atacama, Provincia de Copiapó, en la comuna de Tierra Amarilla (ver Figura 1).

El Proyecto Caserones consiste en la producción y venta de concentrado de cobre, cátodos de cobre y concentrado de molibdeno como resultado de la explotación a rajo abierto del yacimiento ubicado en el entorno del Cerro Caserones. Las reservas de este yacimiento alcanzan a aproximadamente 1.350 millones de toneladas, lo que al ritmo de explotación proyectado implica una vida útil estimada de 26 años.

Actualmente se encuentra en la fase de pre stripping (Pre-Producción), se proyecta que la fase de producción comience en 12 meses aproximadamente.

Figura 1: Ubicación General del Proyecto Caserones.

La planta de separación de los concentrados de molibdeno a partir del concentrado global, se ubica junto a la planta de flotación. La limpieza, filtrado, secado y envasado del concentrado de molibdeno se realiza en el mismo lugar.

El procesamiento de mineral del rajo Caserones se realiza mediante una planta

Concentradora en combinación con un depósito de lixiviación de mineral sin chancar.

El mineral sulfurado será explotado a rajo abierto, sometido a una etapa de chancado primario que se ubicará al sur del yacimiento para posteriormente, ser transportado mediante correas transportadoras hasta un acopio de material grueso. En la planta concentradora se realizará la molienda y flotación del material, contemplando una etapa de flotación primaria convencional en la que se genera concentrado primario, el cual es remolido para pasar a la flotación de limpieza y flotación selectiva para separación cobre-molibdeno.

El diseño de la disposición de relaves del Proyecto fue concebido con el propósito de minimizar el consumo hídrico y energético, así como los impactos ambientales. Por ello, el proyecto considera depositar separadamente la fracción gruesa del relave (arenas) y la fracción fina del relave (lamas).

Las arenas serán depositadas en la quebrada Caserones inmediatamente aguas abajo dela planta concentradora. De este modo, la mayor parte (cerca de 70%) del agua contenida en las arenas drenará y será recirculada a la planta, desde una cota tal que se minimiza el consumo de energía en bombeo (el agua restante queda contenida en las arenas). Las lamas serán transportadas gravitacionalmente aproximadamente 16 km a la quebrada La

Brea donde serán nuevamente espesadas (a partir del quinto año de operación de la concentradora), para incrementar aún más la recuperación agua, y depositadas en un embalse. El agua recuperada será recirculada a la planta concentradora.

Como resultado de esta estrategia, se espera que el consumo de agua (make-up) en el proceso de concentración sea de 0,36 m3/ton ubicándose en el rango más bajo de las plantas existentes en Chile.

Sin embargo, estas proyecciones no despejan la preocupación respecto del consumo esperado de agua para los proyectos en carpeta, sobre todo para la zona de Copiapó; donde el agua es muy escasa. En nuestras conclusiones adjuntamos el consumo esperado para los próximos años en la cartera de proyectos informados por el Ministerio de Minería y adicionalmente los estudio por inversión en plantas desalinizadoras, que como avanzan no resolverán el problema del agua.

El 80% del agua utilizada en las operaciones y actividades del proyecto corresponde a agua recuperada de los procesos metalúrgicos. El 20% restante corresponderá a makeup. El agua será obtenida de fuentes subterráneas sobre las cuales MLCC ha adquirido derechos de aprovechamiento, ubicadas en la parte superior de la cuenca del río Copiapó. El agua de make-up será impulsada desde distintos pozos hasta el área del proyecto. A lo largo de toda la fase de construcción y operación de Proyecto, se utilizarán aproximadamente 270 Mm3 de agua que actualmente no se encuentra en uso. A través de la implementación de una serie de medidas voluntarias para apoyar la sustentabilidad del valle del río Copiapó, entre las que se encuentra la estimulación de precipitaciones, y la disminución de la evapotranspiración en el sector, se generarán aportes de agua al sistema, cuyo volumen se ha estimado

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