Proyecto caries dental

La estomatología mundialmente según Peñalver, González y Ostos (1997), se esfuerza por encontrar métodos, técnicas y medicamentos para la reducción de enfermedades que causan el deterioro de la salud bucal caracterizada por la Organización Mundial de la Salud. (OMS, 2013), como aquella que facilita las acciones de deglutir, masticar, estudiar, trabajar, mantener relaciones sociales y una autoestima favorable. Por tal motivo, es importante que las personas tomen conciencia de la importancia de mantener una adecuada salud bucal, así como prevenir las enfermedades bucales más frecuentes, entre ellas: gingivitis, enfermedad periodontal, las anomalías dentomaxilares y de manera particular la caries, considerada por Kidd (2003), la enfermedad más frecuente de la cavidad bucal, porque su prevalencia e incidencia es elevada en casi la totalidad de las poblaciones.

En este sentido, El Ministerio del Poder Popular para la Salud (2013), considera que la prevención es la manera más efectiva de evitar la aparición de la caries dental, mediante medidas simples realizadas en el hogar o en la escuela, siendo el examen bucal el método más sencillo e imprescindible para conocer la presencia de caries en las personas, especialmente en los niños de edad escolar debido a que ésta ocasiona una serie de secuelas como: infecciones, problemas estéticos, dificultades para la alimentación, alteraciones del lenguaje y aparición de maloclusiones y hábitos orales, además de repercusiones médicas, emocionales y financieras.

Desde esta perspectiva, la calidad de vida ha sido medida analizando diversas variables y utilizando distintas dimensiones. Según el Ministerio de Salud de Chile (2005), en el área de la salud bucal se han considerado, las dimensiones de: movilidad, autocuidado, actividades de la vida diaria, ansiedad, depresión, cognición dolor físico, discapacidad física, discapacidad social y psicológica, entre otras. Todo lo cual apunta a determinar el peso que tiene la salud bucal en la percepción del individuo sobre su calidad de vida, definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2013), como “la ausencia de enfermedades y trastornos que afectan boca, cavidad bucal y dientes, cáncer de boca o garganta, llagas bucales, defectos congénitos como labio leporino o paladar hendido, enfermedades periodontales, caries dental, dolor orofacial crónico, entre otros”.

Evidentemente, este concepto se refiere al estado de normalidad y funcionalidad eficiente de los dientes, estructuras de soporte y de los huesos, articulares, mucosas, músculos, todas las partes de la boca y cavidad bucal, relacionadas con la masticación, comunicación oral y músculo facial. Por tanto, la falta de la misma, puede afectar la calidad de vida de quienes padecen estas enfermedades, especialmente de los niños entre 6 y 12 años, como también la de sus padres, puesto que el completo bienestar físico, mental y social no se alcanza.

Dentro de este orden de ideas, la salud bucal puede verse alterada por diversas enfermedades, siendo la más común, la caries dental, mejor conocida como la destrucción de los tejidos de los dientes causada por la presencia de ácidos producidos por las bacterias de la placa depositada en las superficies dentales. Este deterioro de los dientes está muy influenciado por el estilo de vida, es decir influye lo que se come, la forma cómo se cuidan los dientes los hábitos de higiene, la presencia de flúor en la sal y la pasta de dientes que se utiliza. Según Gallardo (2014), la herencia también juega un papel importante en la susceptibilidad de sus dientes a las caries debido a que existe una herencia genética importante tanto en la sensibilidad para que se formen caries, como en la enfermedad periodontal.

De las definiciones anteriores se puede decir, que la caries es una condición común que puede evitarse fácilmente sobre todo en los niños. La causa es una película pegajosa de bacterias, llamada “placa bacteriana”, que se forma constantemente en los dientes y las encías. La caries ocurre cuando las bacterias de la placa convierten el azúcar de la dieta en ácido, estos ácidos descalcifican la superficie del esmalte y van produciendo cavidades en los dientes.

De acuerdo al Manual de Odontopediatría Preventiva (1992), en los niños es común este problema, que además de ocasionarles dolor e infección local, pueden tener complicaciones en el estado de salud general, ya que niños con caries pueden ver afectado su peso corporal, e incluso esconder una malnutrición, por las dificultades que tienen para alimentarse, de modo que una de las funciones básicas de la boca no puede realizarse adecuadamente. Esto implica que la buena salud oral beneficia la salud general del niño y por ello, los dientes temporales necesitan tanta atención como los permanentes porque las caries pueden producir dolor y angustia en el niño dificultándole comer, dormir, jugar y a su vez, causar otros problemas más tarde en la vida como por ejemplo: desórdenes en la masticación, alteraciones estéticas, oclusión y problemas de fonoarticulación.

En concordancia a lo antes expuesto, se pudo conocer que a nivel mundial el problema de la caries en los niños, particularmente los de edad escolar, la situación es alarmante. Esto ha sido demostrado en un estudio realizado en Brasil con niños de 6 años de edad, el cual dio como resultado una alta prevalencia de caries y los padres reportaron que sus hijos tenían dificultades para comer ciertos alimentos, no asistían a la escuela, se avergonzaban de sonreír, y dejaban de jugar con otros niños debido al aspecto de sus dientes. Asimismo, en este grupo de niños es importante considerar las percepciones de los padres, puesto que de ello dependerá la prevención de las enfermedades y la búsqueda de tratamiento, debido a que los menores no saben lo que sienten y cómo les afecta emocionalmente un problema dental, aumentando su dependencia de los adultos.

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