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Pruebas De Evolución


Enviado por   •  6 de Febrero de 2015  •  1.403 Palabras (6 Páginas)  •  244 Visitas

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Anatomía comparada

El parecido anatómico entre diferentes clases de organismos provee evidencia de que ha ocurrido una evolución. Consiste en analizar las semejanzas y las diferencias existentes entre las estructuras de dos seres vivos de especies diferentes. Si entre estos dos seres vivos existe una conexión evolutiva encontraremos similitudes en las partes del cuerpo estudiadas. Esto confirma que los descendientes descienden de una forma primitiva común. Cuanto mas sean las similitudes mayor será la conexión evolutiva. El estudio de las diferencias se observan en las extremidades de los distintos tipos de mamíferos y veremos como se han ido mejorando para adaptarse mejor al ambiente.Por ejemplo, si se realiza un estudio detallado de las extremidades delanteras de un mamífero, un ave y un reptil (lagartija), se notará que todas las extremidades están formadas de huesos semejantes, y dispuestos en forma similar en estos organismos. Los científicos sugieren que estos organismos vienen de una forma ancestral común en donde se encontraba cierta clase de patrón óseo. A medida que los grupos de organismos evolucionaron de esta forma ancestral, el patrón óseo se modifico, pero el patrón básico está todavía ahí en todas las formas antes mencionadas. Las variaciones son el resultado de cambios evolutivos que ocurrieron de un patrón básico, estas estructuras son similares, pero sirven para funciones diferentes, a esto se le llaman estructuras homólogas. Las estructuras homólogas sugieren descendencia de un antecesor común. Se puede demostrar que los órganos vestigiales (estructuras sin función aparente), son homólogos a estructuras que son funcionales en otros organismos. Por ejemplo, se cree que las serpientes evolucionaron de los lagartos, las serpientes no tienen patas. Sin embargo, en el esqueleto de algunas serpientes se pueden encontrar pequeños huesos de patas los cuales no son funcionales. Estos huesos son la evidencia de que los antecesores de las serpientes tenían patas funcionales, por lo tanto, los órganos vestigiales son otra evidencia de la evolución.

EMBRIOLOGÍA.

El estudio comparado del desarrollo de los embriones aportaría, según el darwinismo, otra de las pruebas clásicas en favor de la evolución. Al parecer, determinadas similitudes entre embriones de peces, aves, mamíferos y seres humanos demostrarían que todos ellos descenderían de antepasados comunes parecidos a los peces

Darwin lo explicaba así:

“De dos o más grupos de animales, aunque difieran mucho entre sí por su conformación y costumbres en estado adulto, si pasan por fases embrionarias muy semejantes, podemos estar seguros de que todos ellos descienden de una misma forma madre y, por consiguiente, de que tienen estrecho parentesco. Así, pues, la comunidad de estructura embrionaria revela la comunidad de origen; [...] La embriología aumenta mucho en interés cuando consideramos al embrión como un retrato, más o menos borroso, del progenitor de todos los miembros de una misma gran clase”

Es decir que, durante los primeros estadios en el útero materno, los embriones pasaban por formas que recordaban las transformaciones experimentadas por sus ancestros a lo largo de la evolución. Se señalaba, por ejemplo, que en los embriones humanos igual que en los de gallina, se podían observar arcos aórticos similares y un corazón con sólo una aurícula y un ventrículo como el que poseen los peces actuales.

Son tantos los datos de la embriología que contradicen esta ley que pronto fue abandonada por la comunidad científica. En la actualidad, los embriólogos saben que los embriones de los vertebrados se diferencian progresivamente en varias direcciones, sólo para converger en apariencia a mitad del proceso y luego volver a divergir hasta formar órganos o estructuras que pueden ser parecidas entre sí, pero que se han formado a partir de células o tejidos absolutamente diferentes.

PRUEBA DE DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA

Al estudiar la distribución geográfica de las especies, tanto las vivas como los fósiles, se comprueba que, en general, éstas no tienen una presencia uniforme en todas las regiones del globo, a pesar de que en ellas existan hábitats apropiados para su supervivencia (véase los casos de introducción de especies foráneas como el conejo o el zorro en Australia). Por tanto, debemos deducir que si un organismo no reside en determinada zona, no necesariamente es porque ese lugar sea incompatible con su supervivencia. Cuanto más alejadas están dos zonas, más diferencias presentan

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