ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Psicoanálisis - Psicoterapia Psiconalítica: Un eje en constante revisión

gyjechEnsayo26 de Mayo de 2014

5.803 Palabras (24 Páginas)243 Visitas

Página 1 de 24

Psicoanálisis - Psicoterapia Psiconalítica: Un eje en constante revisión.

David Amorín Fontes.

La relación entre Psicoanálisis y Psicoterapia Psicoanalítica ha sido largamente discutida al cabo de décadas. Sin embargo, cuanto más profundizamos al respecto, más compleja se nos presenta la trama de mutuos atravesamientos, desdibujándose las diferencias teóricas y metodológicas.

Intentaré repasar problematizadoramente algunos tópicos centrales en el ejercicio de la Psicoterapia Psicoanalítica. Tal abordaje técnico se encuentra ampliamente difundido en nuestra profesión existiendo distintos niveles de formación y experiencia al respecto.

Por otra parte, una reflexión crítica parece imponerse – entre otros aspectos – dada la proliferación de nuevas técnicas (mas o menos científicas, mas o menos esotéricas, mas o menos alternativas, etc.), que ofertan resultados veloces y supuestamente contundentes frente al malestar existencial.

La avalancha de los llamados libros de autoayuda (con su oferta de cómo ser completamente feliz en diez lecciones) completan el cuadro.

La motivación para estas líneas deriva también de la recurrente mención de lo que ha dado en llamarse "crisis" del Psicoanálisis en el marco de las transformaciones que vienen sufriendo las ciencias del sujeto, de las cuales el psicoanálisis se constituye como pionera y fecunda.

Debemos agregar también las nuevas formas de malestar subjetivo ( la frustración inherente a la subjetividad adictiva como modelo socio-cultural, la depresión, el narcisismo, el vacío, etc.) que pueblan nuestros consultorios interpelando cada vez mas nuestra ignorancia, produciendo nuevas interrogantes a la par de las ya existentes.

Concuerdo con la existencia de la crisis mencionada siempre y cuando se entienda que estamos hablando de un cambio, una transformación, interpelación a nuestra capacidad de autocrítica, de elegir, decidir, innovar.

En realidad, estas condiciones vienen siendo permanentes desde los mismos orígenes del Psicoanálisis, surgido de un momento histórico que – convengámoslo – está muy lejos de ser el que hoy tenemos que soportar y que a la vez nos soporta.

A este respecto creo muy sabia la referencia linguística respecto del concepto de "crisis" en el idioma chino, el cual es representado por la asociación de dos ideogramas: uno remite a "peligro", y el otro a "oportunidad".

Creo que, en este caso, el peligro está en quedarse varado en el desconocimiento de las transformaciones de lo que son hoy los dispositivos complejos de producción de subjetividad, adhiriendo a un monopolio del mundo interno que a todas luces es extremadamente reduccionista y parcial.

La cuestión de la Investigación.

También considero riesgoso el intenso afán investigativo – dentro de algunas filas del psicoanálisis – que pretende legitimar como metodología aséptica (cuyos resultados serían mensurables y objetivables cuantitativamente ) lo que en realidad es una herramienta que transforma un encuentro humano, (que como todo lo humano tiene bastante de aleatorio, incomprensible, desconocido y artesanal), en una excusa para transformarse y mejorar la calidad de vida, trasmutando el malestar inherente a la propia existencia en algo más llevadero y comprensible.

Afortunadamente existen abordajes menos duros que contemplan el carácter sui generis del psicoanálisis y la psicoterapia psicoanalítica sin embretarlos en parámetros investigativos que fuerzan verdaderamente su esencia haciéndolos aparecer como lo que no son. Al fin y al cabo, son harto conocidos los ataques al psicoanálisis por su peculiar estatuto dentro de las ciencias, y los que confiamos en él como referente válido en la fascinante tarea de acercarnos a comprender lo humano deberíamos ser los primeros en preguntarnos: "¿ Qué ciencia es esta que funda la modestia de sus hallazgos en la comunicación de inconscientes, que hace saltar el principio de no contradicción en el hervidero de la condensación y el desplazamiento, donde lo que importa como punto nodal es lo disruptivo de la libre asociación y la atención flotante ?"(11).

Recordemos que el psicoanálisis en su faz psicoterapéutica es un método; en sentido estricto Met-odhos: poner en camino; esto nos remite a la idea de movimiento, proceso, transformación, devenir, cambio, etc.

En estos tiempos se vuelven referencia ineludible los versos del poeta A. Machado: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar".

La oportunidad (aludiendo a la otra noción contenida en el concepto de crisis) parece referirse al desafío de perpetuar una teoría privilegiada que viene siendo ratificada en la práctica por centenares de psiquiatras, psicólogos, y profesionales afines durante un siglo; un método de investigación que contempla desde el psiquismo profundo, pasando por la estructuración de la personalidad toda hasta la construcción de la cultura y la mutación civilizatoria; y una técnica psicoterapéutica que se precia de ser base (aunque mas no sea por la oposición y la fuerza de sus detractores) para las otras técnicas psicoterapéuticas.

Como en toda crisis, el implicado está compelido a modificar por lo menos algunos de sus aspectos, no escapando el psicoanálisis a las generales de la ley.

Psicoanálisis y Psicoterapia psicoanalítica: ¿Para quiénes?.

El hombre y la mujer (post)modernos (si es que es posible tal nivel de generalización y abstracción) parecen prescindir de la comprensión de sí mismos y del otro. El escuchar y el escucharse aparecen devaluados frente a las urgencias del "saber hacer" y del "tener" (como corolario de una salvaje lógica de consumo).

En una cultura de lo "light" y lo superficial, en esta "era del vacío" donde se erige el "imperio de lo efímero" (G. Lipovetsky ) el espesor del mundo interno y la historia que lo determina, con su cortejo de molestos interrogantes e incertidumbres, parece no interesarle a nadie.

Cualquier cuestionamiento al difundido sentimiento de individualismo y autosuficiencia (sustentados ambos en fantasías omnipotentes) es desechado, y pequeñas frustraciones parecen, hoy más que nunca, constituir grandes injurias narcisistas.

En un mundo así, "(...) el psicoanálisis es subversivo, obliga a escuchar y a escucharse (...) lo que escandaliza es la intimidad, el compromiso, la coherencia y la necesidad de ahondar en uno mismo (...)"(8).

No es extraño entonces, que a principios del siglo XXI al igual que a fines del siglo XIX, el psicoanálisis siga siendo la piedra del escándalo, aunque por otras razones bien distintas a las de antaño.

La pertinencia de estas reflexiones, parece además estar justificada, por el diálogo constante entre psicoanálisis y psicoterapia psicoanalítica, y las confusiones que pueden surgir al respecto.

Las derivaciones y corrimientos del psicoanálisis como generador de otros tipos de procesos terapéuticos tiene varias causas; " El desarrollo de las psicoterapias inspiradas en el psicoanálisis responde a la demanda de un mayor número de clientes potenciales en fase de expansión y al mantenimiento de la presencia del psicoanálisis en los establecimientos de cuidados cuando se hace sentir el repliegue"(13).

No olvidemos que el psicoanálisis es también un (contra) producto de la modernidad, y que como tal se gesta imbuido de sus criterios, y que hoy los atravesamientos subjetivantes parecen ser el negativo de lo que fueron hasta el primer cuarto del siglo XX.

La clínica actual se realiza mucho mas en condiciones de incertidumbre, de emergencias azarosas, de lo in-determinado y caótico, de lo contingente, que de una linealidad progresiva hacia una "cura" única y posible basada en una causalidad reversible.

Ya en 1937 Freud lo anticipaba al hablarnos de análisis interminable, y al colocar el análisis como uno de los tres oficios imposibles junto con educar y gobernar.(4).

Un poco de historia.

Hagamos un poco de historia sobre nuestra actividad clínica, recordando que "clínica" etimológicamente proviene del griego "klinikos": el que visita a los que guardan cama ("kline").

En sus remotos orígenes, el saber psiquiátrico se funda sobre los pilares de una clasificación rigurosamente encasillante de las enfermedades mentales, y un tratamiento "moralizante" de las mismas. Desde esta óptica, el enfermo se ha desviado de la norma, negándose a constituirse en un sujeto maduro y normal, perpetuador del orden social hegemónico.

En contraposición , las distintas líneas de pensamiento dentro de las psicoterapias proponen una técnica relacional que intermedie operativamente en el encuentro humano que se produce entre demandante y demandado. No se prescinde totalmente de la nosografía y el diagnóstico clínico y estructural, pero lo principal del método se juega en el vínculo terapéutico.

Recordemos que el modelo nosológico tiene su origen en el célebre médico francés Philippe Pinel y su incidencia como paradigma de abordaje de las enfermedades mentales fue impulsada militantemente por su alumno mas preciado y fiel Étienne Esquirol.

En 1793, con los ecos de la revolución resonando por todos los rincones, Pinel es designado en el Hospicio de Bicêtre, el cual estaba organizado más propiamente como un centro de privación de libertad y tortura que como institución de salud.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (39 Kb)
Leer 23 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com