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Qué es el síndrome del túnel carpiano?


Enviado por   •  26 de Agosto de 2014  •  Prácticas o problemas  •  3.650 Palabras (15 Páginas)  •  257 Visitas

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¿Qué es el síndrome del túnel carpiano?

Por tanto, el síndrome del túnel carpiano (STC) es una neuropatía (afectación del nervio periférico) originada por la compresión del nervio mediano a su paso por el túnel carpiano, debida a una inflamación de los tendones, presencia de líquido, etc que tienen como consecuencia la disminución del espacio y el atrapamiento del nervio.

Se puede diferenciar en aguda y crónica.

• La forma aguda: es poco frecuente y se debe a un aumento súbito y sostenido de la presión en el túnel carpiano (suele estar asociado a una fractura de radio).

• La forma crónica: es la más común y los síntomas pueden persistir durante meses o años. Suelen padecerla personas con ocupaciones como cajeros, envasadores, carniceros, trabajadores de costura...

Este cuadro es mucho más frecuente en mujeres de 40-60 años, y suele ser bilateral en más del 50% de los casos.

Causas del túnel carpiano

Son tantos los tendones que atraviesan el túnel carpiano, que el nervio mediano dispone de un espacio muy justo en su zona central. Si por cualquier causa disminuye aún más este espacio, entonces aumenta la presión en su interior, resultando comprimido el nervio mediano.

Múltiples causas originan esta compresión del nervio, aunque en muchas ocasiones no se identifica ninguna enfermedad asociada.

Algunas de las causas del síndrome del túnel carpiano son:

• Causa idiopática (desconocida) hasta un 50% de los casos.

• Traumas y microtraumas. Es bastante común que se asocie a ocupaciones o actividades que supongan maniobras manuales repetitivas. Ejemplos como fracturas mal curadas, callosidades, obreros de máquinas neumáticas, etcétera.

• Artritis inflamatorias.

• Endocrinopatías: diabetes mellitus, hipotiroidismo, etcétera.

• Tenosinovitis de los flexores.

• Embarazo.

• Anticonceptivos.

• Tumores.

• Infecciones, obesidad...

Síntomas del túnel carpiano

El inicio de los síntomas del síndrome del túnel carpiano suele ser nocturno. El paciente describe las molestias como hormigueo y entumecimiento de la mano y calambres.

Con posterioridad, si no se trata, aparecerá debilidad y atrofia de algunos músculos de la mano, así como torpeza a la hora de manipular objetos.

Diagnóstico del túnel carpiano

Tras la sospecha clínica de túnel carpiano, el especialista realizará una exploración de la sensibilidad y fuerza de la mano y los dedos, así como maniobras que desencadenen la sintomatología.

Para confirmar el diagnóstico del túnel carpiano y valorar el grado de afectación del nervio, lo habitual es que se solicite un estudio neurofisiológico consistente en un electromiograma (EMG). Un electromiograma (EMG) detecta la disminución de la velocidad de conducción sensitiva y motora, algo muy útil para confirmar el diagnóstico.

En casos de sospecha de algunas de las enfermedades posibles, se realizarán también pruebas analíticas o de imagen (radiología).

Tratamiento del túnel carpiano

Existen diversos tipos de tratamiento del síndrome del túnel carpiano en función de cada sintomatología y grado de afectación, o bien de origen.

Tratamiento etiológico

Es en aquellos casos que se identifique una enfermedad asociada. Como por ejemplo, tratar con un tratamiento específico en caso de diabetes, hipotiroidismo, gota, artritis, etcétera.

Tratamiento conservador

Indicado en los casos leves, Estos pacientes pueden responder a antiinflamatorios, reposo de la mano o férula dorsal nocturna que abarque mano y antebrazo.

Tratamiento quirúrgico

La liberación quirúrgica del nervio estaría indicada en los siguientes casos:

• Persistencia de síntomas a pesar del tratamiento médico.

• Déficit sensitivo o motor establecidos.

• Lesiones ocupantes de espacio que requieran extirpación.

• Existencia de síntomas severos o progresivos de más de 12 meses de evolución.

Tras la cirugía, se coloca un vendaje en la muñeca y en la mano en alto con un cabestrillo, para evitar que sangre y se inflame. Es importante mover mucho los dedos y no flexionar la muñeca.

Los resultados son satisfactorios, el dolor desaparece en días y el resto de los síntomas se van en un plazo breve, dependiendo siempre de la gravedad de la lesión, por lo que prácticamente todos los pacientes experimentan una mejoría satisfactoria.

Prevención del túnel carpiano

Las recomendaciones para controlar y prevenir el síndrome del túnel carpiano, cuando tienen origen en ocupaciones o actividades que supongan maniobras manuales repetitivas (obreros, envasadores, manipuladores de alimentos, personal de limpieza, informáticos, cajeras...), se enfocan en:

• Las formas de disminuir posiciones incómodas de las muñecas y los movimientos manuales repetitivos.

• Reducir la vibración de las herramientas manuales.

• Se recomienda rediseñar las herramientas o los mangos de las herramientas para que las muñecas del usuario puedan mantener una posición más natural durante el trabajo.

• Disponer de más descansos, y el rotar a los trabajadores entre labores, en trabajos continuos. Si se trata de trabajos en los que se mantiene la misma posición mucho tiempo, intentar levantarse y descansar cada no mucho tiempo para cambiar de posición.

• Controlar el sobrepeso.

• Si el problema se debe a un uso inadecuado del ratón del ordenador, intenta colocar tu silla de trabajo de tal manera que los antebrazos queden colocados a la altura del teclado, para que no tengas que forzar las muñecas.

• Si trabajas con las manos apolladas en superficies duras durante periodos prolongados de tiempo intenta evitarlo o darles mayores tiempos de descanso.

Dedo en gatillo: (tendosinovitis estenosante)

El dedo en gatillo limita el movimiento del dedo. Cuando usted trata de poner el dedo recto, este se trabará o inmovilizará antes de ponerse recto.

El dedo en gatillo es una condición que afecta a los tendones de los dedos de su mano.

Los tendones son tejidos que conectan los músculos al hueso. Cuando los músculos se contraen, los tendones tiran de los huesos. Esto es lo que causa que algunas partes del cuerpo se muevan.

Los músculos que mueven los dedos de la mano se ubican en el antebrazo, por encima de la muñeca. Tendones largos —llamados tendones flexores— se extienden desde los músculos a través de la muñeca y se unen a los huesos pequeños de los dedos de la mano.

Estos tendones flexores controlan los movimientos de los dedos de la mano. Cuando usted flexiona o extiende su dedo, el tendón flexor se desliza a través de un túnel ajustado, llamado vaina del tendón, que mantiene al tendón en su lugar junto a los huesos.

Descripción

El tendón flexor puede sufrir irritación cuando se desliza a través de la vaina del tendón. A medida que sufre más y más irritación, el tendón puede engrosarse y pueden formarse nódulos, lo que hace más difícil su pasaje a través del túnel.

La vaina del tendón también puede engrosarse, y eso causa que el diámetro del túnel se reduzca.

Si usted tiene dedo en gatillo, el tendón queda momentáneamente trabado en la boca de la vaina del tendón cuando usted trata de extender su dedo. Usted podría sentir un sonido de burbuja 'pop' cuando el tendón se desliza a través del área estrecha y su dedo súbitamente se extiende.

Los tendones son tejidos que conectan los músculos al hueso. Cuando los músculos se contraen, los tendones tiran de los huesos. Esto es lo que causa que algunas partes del cuerpo se muevan.

Los músculos que mueven los dedos de la mano se ubican en el antebrazo, por encima de la muñeca. Tendones largos —llamados tendones flexores— se extienden desde los músculos a través de la muñeca y se unen a los huesos pequeños de los dedos de la mano.

Estos tendones flexores controlan los movimientos de los dedos de la mano. Cuando usted flexiona o extiende su dedo, el tendón flexor se desliza a través de un túnel ajustado, llamado vaina del tendón, que mantiene al tendón en su lugar junto a los huesos.

Causa

La causa del dedo en gatillo por lo general es desconocida. Hay factores que implican mayor riesgo de desarrollar dedo en gatillo.

• Los dedos en gatillo son más comunes en mujeres que en hombres.

• Ocurren más frecuentemente en personas en edades entre 40 y 60 años.

• Los dedos en gatillo son más comunes en personas con ciertos problemas médicos, como diabetes y artritis reumatoide.

• Los dedos en gatillo pueden ocurrir después de actividades que hacen esforzar la mano.

Síntomas

Los síntomas del dedo en gatillo por lo general comienzan sin ninguna lesión, aunque pueden seguir a un período de mucho uso de la mano. Los síntomas pueden incluir:

• Un bulto sensible al dolor en la palma de su mano

• Inflamación

• Sensación de paralización o presión en las articulaciones del dedo

• Dolor cuando flexiona o extiende su dedo

La rigidez y la inmovilización tienden a empeorar después de la inactividad, por ejemplo cuando se despierta en la mañana. Sus dedos a menudo se aflojan a medida que los mueve.

A veces, cuando el tendón se corta y queda suelto, puede tener sensación de dislocación en la articulación del dedo. En casos severos de dedo en gatillo, el dedo no puede extenderse, ni siquiera con ayuda. A veces, uno o más dedos están afectados.

Examen médico

Su médico puede diagnosticar el problema hablando con usted y examinando su mano. Por lo general no se precisan otros exámenes ni rayos X para diagnosticar el dedo en gatillo.

Tratamiento no quirúrgico

Reposo

Si los síntomas son leves, dejar el dedo en reposo puede ser suficiente para resolver el problema. Su médico puede recomendar una férula para mantener el dedo en una posición neutral de reposo.

Medicamentos

Pueden usarse medicamentos de venta libre, como antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) o acetaminofeno para aliviar el dolor.

Inyecciones de corticoesteroides

Su médico puede elegir inyectar un corticoesteroide -un medicamento antiinflamatorio potente- en la vaina del tendón. En algunos casos, esto mejora el problema solo temporalmente y otra inyección es necesaria. Si dos inyecciones no resuelven el problema, debería considerarse la cirugía.

Las inyecciones tienen menos probabilidad de dar alivio permanente si usted ha tenido dedo en gatillo durante un tiempo largo, o si tiene un problema médico asociado, como diabetes.

Tratamiento quirúrgico

El dedo en gatillo no es una condición peligrosa. La decisión de someterse a cirugía es una decisión personal, basada en la severidad de los síntomas y si las opciones no quirúrgicas han fracasado. Además, si su dedo queda trabado en una posición flexionada, su médico podría recomendar cirugía para prevenir la rigidez permanente.

Intervención quirúrgica

El objetivo de la cirugía es ampliar la abertura del túnel para que el tendón pueda deslizarse a través de este con más facilidad. Esto por lo general se hace en entorno ambulatorio, lo que significa que usted no deberá permanecer durante la noche en el hospital.

La mayoría de las personas reciben una inyección de anestesia local que adormece la mano para la intervención.

La cirugía se realiza a través de una pequeña incisión en la palma o a veces con la punta de una aguja. El túnel de la vaina del tendón se corta. Cuando cicatriza, la vaina está más laxa y el tendón tiene más espacio para moverse a través de esta.

Complicaciones

• Extensión incompleta (debido a estrechez persistente de la vaina del tendón más allá de la parte que fue liberada)

• Gatillo persistente (debido a liberación incompleta de la primera parte de la vaina)

• Rotura del sistema de polea (debido a liberación excesiva de la vaina)

• Infección

Recuperación

La mayoría de las personas pueden mover sus dedos inmediatamente después de la cirugía.

Es común sentir algo de ardor en la palma de la mano. Frecuentemente, elevar su mano por encima de la altura del corazón puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor.

La recuperación por lo general se completa en unas pocas semanas, pero puede llevar hasta 6 meses que toda la inflamación y rigidez desaparezcan.

Si su dedo estaba considerablemente rígido antes de la cirugía, la terapia física y ejercicios para los dedos pueden ayudar a aflojarlo.

Epicondilitis o Codo de tenista

Lo que coloquialmente se conoce como codo de tenista, es en realidad una epicondilitis. Como todas las itis, se trata de una inflamación, en este caso del epicóndilo (relieve en la parte externa del codo).

A pesar de su nombre técnico, no existe inflamación de la zona ósea como tal, sino de las secciones tendinosas que en esta región se insertan.

A este respecto se debe puntualizar que son los músculos del antebrazo los provocadores de la lesión. De estos músculos podemos destacar, por su nivel de implicación: el supinador, el extensor común de los dedos, el cubital posterior, y el primer y segundo radial externo.

La lesión de codo de tenista aparece por un uso reiterado de esta musculatura, por norma general, por un mal uso de esta musculatura. Debido a este sobreesfuerzo, el tejido conectivo sufre daños y micro roturas, con la consecuente inflamación.

Comúnmente se le ha llamado codo de tenista debido a que estos deportistas son los máximos exponentes de la epicondilitis (en el movimiento del revés o del saque se realiza una flexo extensión obligada de la muñeca que puede acabar provocando esta lesión).

Causas que provocan epicondilitis

El mecanismo lesional de un codo de tenista puede ser enfocado desde dos puntos de vista diferenciados pero convergentes, es decir, que la comunión de los dos aspectos desemboca en la lesión propiamente dicha.

• Por un lado se encuentra el sobre uso, ya que la solicitación repetitiva y persistente de la musculatura del antebrazo, como de cualquier otra, produce una inflamación en las fibras tendinosas de estas estructuras.

• Por otro lado, se halla el mal uso de esta musculatura. La mayoría de las lesiones de codo de tenista vienen dadas por el trabajo del antebrazo en posiciones forzadas o comprometidas. Estos segmentos anatómicos están diseñados para funcionar en rangos de movimientos concretos, fuera de estos gestos, el tejido blando encuentra problemas funcionales, con las consecuentes micro roturas, pequeños desgarros o degeneraciones en las fibras tendinosas.

A pesar de llamarse “codo de tenista”, no es sólo en la realización de este deporte donde se produce la lesión. Cualquier movimiento en el que la muñeca adopte una postura forzada puede derivar una epicondilitis. Actos tan comunes como desatornillar algo, escurrir la fregona o el gesto al usar un martillo son acciones propensas de provocar un codo de tenista.

Síntomas del codo de tenista

La evidencia más usual de epicondilitis (codo de tenista) es el dolor en la cara externa del codo. Esta dolencia suele venir acompañada de impotencia funcional en movimientos como hacer presa o agarre con la mano. En ocasiones, el dolor aparece en movimientos como elevar un objeto o provocar una rotación, como por ejemplo, el gesto de llenar un vaso sujetando una jarra.

Otro de los síntomas de la epicondilitis es que también a la palpación se aprecia dolor punzante en la parte lateral externa del codo, en la zona blanda que bordea la prominencia ósea.

El dolor en el codo de tenista suele ser de tipo constante y sordo y, aunque no reviste gravedad a nivel neurológico, se manifiesta de forma irradiada hacia la muñeca y el antebrazo por el discurrir de los nervios de estas musculaturas.

Al tratarse de una tendinitis, el dolor aumenta contra resistencia, es decir, al efectuar una flexión o extensión contra una fuerza contraria.

Tratamiento y prevención del codo de tenista

Debido al origen inflamatorio de la lesión, la primera medida para tratar la epicondilitis o codo de tenista será la crioterapia (aplicación de hielo) al inicio de la aparición de síntomas, posteriormente se empleará el calor como tratamiento normalizado; por otro lado, y teniendo en cuenta el origen tendinoso, el reposo será el segundo paso del tratamiento.

El uso de antiinflamatorios no esteroideos es positivo para este tipo de dolencias, ya sea de aplicación tópica (cremas y geles) o ingeridos. La fisioterapia, la aplicación de láser y ultrasonidos, y la rehabilitación a base de ejercicios y estiramientos progresivos, son el complemento ideal para la recuperación del codo de tenista.

Sabiendo el origen del mecanismo de lesión (los ejercicios repetitivos en posiciones forzadas), la detención de estas actividades será el mejor tratamiento rehabilitador. Apartado del foco generador de la lesión, esta misma remitirá gradualmente. A colación con esta medida, se debe estudiar la calidad de higiene postural a la hora de realizar las actividades lesionales. En la mayoría de los casos de codo de tenista, la reeducación postural es la medida más efectiva. Corrigiendo los movimientos, se evitan los vicios posturales tan nocivos para las estructuras tendinosas. De esta forma, se disipan las posibilidades de lesión recidivante.

Existe una ligera controversia en el uso de infiltraciones de esteroides glucocorticoides. A corto plazo el dolor desaparece, pero a largo plazo no hay evidencia de que su aplicación aumente las ventajas de este tratamiento. Además, el riesgo de ruptura local de la inserción del tendón compromete este tratamiento

En casos extremos y crónicos de epicondilitis, se puede acudir a la opción quirúrgica a fin de liberar el tendón del hueso.

Prevención del codo de tenista

Como se explica anteriormente, la higiene postural es el mejor método para prevenir una epicondilitis. Realizar los movimientos con una técnica adecuada provocará que los tendones no se sometan a tensionen de exageradas.

Por otro lado, dar descanso a estas estructuras después de sesiones de actividad elevada puede contribuir a evitar la aparición de esta patología. Los estiramientos y los masajes preventivos son altamente beneficiosos, así como el uso de ortesis o coderas elásticas.

Epitrocleitis o Codo de Golfista

La epitrocleitis, epicondilitis medial o "codo de golfista" es una patología que se caracteriza por dolor en la cara interna del codo, sobre la epitróclea (prominencia ósea en la región interna del extremo distal del húmero), debido al sobreuso o estrés repetitivo de la inserción muscular en esta zona.

La epitrocleitis es siete a diez veces menos frecuente que la epicondilitis lateral o "codo de tenista". Ocurre generalmente entre la cuarta y quinta década de la vida, afecta principalmente a la extremidad dominante y no existirían diferencias por sexo.

Si bien es común que se presente en algunos deportes como el golf y el tenis, también puede aparecer en trabajadores manuales como digitadores o carpinteros, quienes realizan movimientos de antebrazo, muñeca y mano en forma repetitiva.

Por qué se produce?

La epitróclea es el origen común del grupo muscular encargado de flectar la muñeca y los dedos y de pronar el antebrazo (dejar la palma de la mano mirando hacia abajo). En esta zona se produciría la lesión, específicamente en el origen del músculo pronador redondo y flexor radial del carpo. Sin embargo, el resto del grupo muscular también podría verse afectado. La causa principal sería el sobreuso o estrés repetitivo en esta región músculo-tendinosa, en la cual se iniciaría un proceso inflamatorio que evolucionaría a una degeneración tendinosa caracterizada por micro roturas tendíneas y una respuesta reparativa fallida.

Esta patología se ha asociado a actividades repetitivas que involucran flexión de muñeca y pronación del antebrazo. En deportes, el mal equipamiento y técnica deportiva inapropiada serían una de sus principales causas. En el golf, por ejemplo, se produciría por una inadecuada técnica de golpe o agarre incorrecto de los palos. En el tenis, durante el servicio (fase de aceleración), golpe de derecha con mucho top spin, por el uso de una empuñadura (grip) de tamaño incorrecto, por una gran tensión de las cuerdas o por el uso de una raqueta demasiado pesada o pequeña. Otras disciplinas a las que se ha asociado esta patología son el remo y deportes de lanzamiento como la jabalina.

Síntomas

Los pacientes refieren dolor en la región interna del codo, el cual empeora al realizar flexión de muñeca y pronación del antebrazo contra resistencia. En ocasiones, el dolor puede irradiarse al antebrazo y cuando existe dolor crónico, se puede agregar debilidad al empuñar la mano u objetos.

En atletas el dolor se puede presentar en la fase de aceleración del lanzamiento, por ejemplo, durante el servicio en el tenis o al lanzar la jabalina.

Diagnóstico

Luego de realizar la historia clínica y examen físico, incluyendo pruebas específicas para evaluar el grupo muscular epitroclear, se procede a solicitar exámenes que ayuden a confirmar el diagnóstico.

Es importante descartar otras causas frecuentes de dolor interno de codo como la inestabilidad medial en atletas que practican deportes de lanzamiento o la neuropatía por atrapamiento del nervio cubital.

Dentro de los exámenes de imágenes a solicitar están:

Radiografías: Generalmente son normales, sin embargo, entre el 20 y 30% de los pacientes pueden presentar calcificaciones adyacentes a la epitróclea. Además permiten descartar otras patologías.

Ecografía musculoesquelética: Permite evaluar la articulación y tejidos blandos como tendones, ligamentos y nervios alrededor del codo. En forma dinámica, permite comparar con el lado contralateral (sano) y es útil para evaluar los ligamentos en atletas que practican deportes de lanzamiento.

Resonancia magnética: Como complemento a la anterior o ante duda diagnóstica es de gran utilidad. Permite evaluar lesiones de tejidos blandos y osteoarticulares como lesiones ligamentosas en deportistas lanzadores, lesiones osteocondrales, fracturas de estrés y patología intraarticular entre otras.

Tratamiento

El tratamiento es principalmente no quirúrgico y tiene como objetivo aliviar el dolor, reducir la inflamación y lograr el retorno a las actividades normales y/o deportivas. Es exitoso entre el 85 y 90 por ciento de los casos, sin embargo, existiría cerca de un 5-15% de recurrencia de síntomas debido principalmente a una rehabilitación incompleta o por el no cumplimiento de las medidas preventivas.

Este tratamiento consiste en evitar o modificar las actividades que producen síntomas, además del uso de medicamentos antiinflamatorios, kinesiterapia, uso de hielo local por 15 a 20 minutos después de realizar actividades y en ocasiones, una órtesis de codo, que puede ayudar a disminuir el dolor al realizar ciertas actividades con la extremidad afectada. Otra alternativa de tratamiento conservador es la infiltración local de corticoides, lo cual permite aliviar los síntomas al menos en el corto o mediano plazo.

Si el tratamiento conservador al cabo de tres a seis meses fracasa, y si se han descartado otras causas de dolor de codo, podría considerarse el tratamiento quirúrgico como alternativa. Varias técnicas han sido descritas, muchas de las cuales consisten en liberación del origen muscular y resección del tejido patológico. Tiene un éxito cercano al 80%, sin embargo, existen potenciales complicaciones como lesión del nervio cubital, especialmente con técnicas mínimamente invasivas como la artroscópica.

El retorno completo a las actividades o deporte luego de la cirugía ocurre habitualmente entre los cuatro a seis meses.

Otras alternativas de tratamiento menos frecuentes de utilizar y que están en continuo estudio son la infiltración local de factores de crecimiento plaquetario, uso de ondas de choque extracorpóreas, infiltración local de toxina botulínica y el uso de terapia láser de baja intensidad.

Prevención

Se debe realizar un adecuado calentamiento y elongación antes de realizar actividades manuales o deportivas. Además, al terminarlas se debe nuevamente elongar para mantener la flexibilidad. A su vez, es importante mantener un plan de ejercicios de fortalecimiento de la musculatura del antebrazo.

Finalmente, los factores preventivos más importantes a considerar en la práctica deportiva son la técnica correcta y el equipamiento adecuado.

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