RESUMEN: “LA INTRINCADA RED DE LA MEMORIA”

RESUMEN: “LA INTRINCADA RED DE LA MEMORIA”

Debido a la importancia de los recuerdos en relación a la sobrevivencia de los seres humanos, las neurociencias comenzaron a lidiar con la forma en que el encéfalo vincula los recuerdo a través del tiempo y el espacio. Buscando responder al cómo se adquieren, almacenan y alteramos cada recuerdo. Cada recuerdo evoca de uno anterior, de modo que surgen complejas secuencias de recuerdos que nos ayudan a predecir y comprender mejor el mundo

Tras diversas investigaciones se descubrió lo imprescindible del gen GREB para la formación de la memoria a largo plazo, ya que este codifica una proteína que regula la expresión de otros genes necesarios para la construcción de la memoria. Durante el estudio en el cual se manipulo, aumentando los niveles de CREB en una fracción de las neuronas del núcleo amigdalino, con la intención de mejorar la memoria en ratas. En el año 2007 se demostró que los recuerdos emocionales no se asignan al azar a las neuronas del núcleo amigdalino, sino que las seleccionadas para almacenar esos recuerdos son las poseedoras de los mayores niveles de proteína CREB. Cabe destacar, además, que CRE ejerce una función similar en otras regiones del cerebro, como el hipocampo y la corteza, su capa externa.

En las investigaciones se aplicó una técnica la cual permite activar o inactivar neuronas, esto es evocar o silenciar recuerdos. Luego de una modificación genética en un conjunto reducido de neuronas del núcleo amigdalino para que expresen otra proteína diseñada, se logró inactivar estas neuronas, que expresaban con profusión la proteína, mientras las homólogas con niveles bajos se mantenían activas, La memoria emocional queda suprimida, por lo que se puede llegar a la conclusión que las neuronas con alto nivel de GREB tienen más probabilidad de almacenar recuerdos.

A través de una técnica innovadora llamada ontogénica, el grupo de investigadores buscaron activar e inhibir neuronas mediante la luz, generando más proteína GREB en las neuronas, dando como resultado un recuento aterrador en los ratones. Este resultado confirmo que el recuerdo se había almacenado, lo que llevo a formular una hipótesis, sobre que podría resultar fundamental para la capacidad de conectar memorias separadas, denominada “asignación para la conexión”. Esta asignación refiere a la fracción de neuronas con niveles elevados de CREB, proceso que permite preparar las neuronas para un nuevo recuerdo.

La predicción de que dos recuerdos formados en poco tiempo, tiene más probabilidad de quedar conectados, que aquellos separados por periodos más largos. Si el intervalo es superior a un día, el segundo recuerdo no aprovecha la excitabilidad producida por el primero, por tanto, se almacena en grupos distintos de neuronas.

Se utilizaron ratones para realizar las investigaciones, introduciéndolos en dos jaulas durante el mismo día, en intervalos de cinco horas. Más tarde, les propinan pequeñas descargas en las patas, mientras permanecían en el segundo recinto. Como resultado se descubrió que el ratón al que entro a una cámara neutral, recordó las descargas eléctricas la jaula anterior y permaneció inmóvil. Se concluyó que el intervalo de tiempo es fundamental, ya que, al exponer de nuevo a los roedores a la cámara neutral después del periodo más largo, no recordaron la cámara donde habían sufrido descargas y por tanto no permanecieron inmóviles. En definitiva, los recuerdos formados en lapso de tiempo próximos se almacenan en la misma región cerebral, en poblaciones neuronales superpuestas.

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