SISTEMA GENITAL FEMENINO

SISTEMA GENITAL FEMENINO

[pic 1]El sistema genital femenino está conformado por los órganos sexuales femeninos y las glándulas mamarias. Los órganos sexuales se clasifican en internos y externos. Los órganos sexuales internos o denominados genitales internos localizados en la pelvis y comprenden a los ovarios, las trompas uterinas, el útero y la vagina. Los órganos sexuales externos o genitales externos los cuales incluyen a los labios mayores, monte del pubis, glándulas vestibulares mayores, glándulas vestibulares menores y el clítoris.

Entre el nacimiento y la pubertad los órganos genitales femeninos presentan una escasa evolución ulterior y en general crecen con el resto del cuerpo. Los órganos crecen al llegar a la pubertad y culminan su desarrollo hasta la etapa sexual madura, y se producen la ovulación y la menarca conocida como la primera menstruación. La mujer ingresa a la edad fértil o reproductora, la cual se caracteriza por la presencia de ciclos menstruales, los cuales son interrumpidos casi a los 50 años con la menopausia. El periodo premenopáusico es denominado climaterio y dura varios años. Pasada la menopausia comenzara una lenta atrofia de los órganos sexuales.

OVARIOS

Estos se encargan de cumplir dos funciones: la producción y ovulación de oocitos, y la síntesis y secreción de hormonas.

Los ovarios son órganos pares, tienen apariencia aplanada, en la mujer fértil suelen medir 1x2x3 cm y pesan entre 12 y 15 g. Suele variar el tamaño entre la menstruación y el embarazo. Presentan un color rojo grisáceo y de superficie irregular, esto se debe a la presencia de folículos ováricos. También pueden observarse surcos o cicatrices por la rotura de los mismos.

[pic 2]El ovario se encuentra fijado a la superficie posterior del ligamento ancho del útero mediante un componente vascularizado corto, del mesovario, unido a los bordes del ovario, donde se encuentra el hilo ovárico.

La superficie del ovario se encuentra recubierta por epitelio simple cubico, que en el mesovario se continúa como epitelio simple plano peritoneal denominado mesotelio. Aunque este epitelio se solía denominar epitelio germinativo, esto debido a que se creía que ahí se diferenciaban los oocitos primordiales.

La médula se encuentra compuesta por tejido conectivo el cual contiene abundantes vasos sanguíneos, vasos linfáticos y fibras nerviosas de recorrido tortuoso que ingresan desde el mesovario hasta el hilio.

La corteza está compuesta de una estroma de tejido conectivo muy celular, en este se incluyen folículos ováricos. Las células del tejido conectivo son ahusadas y poseen núcleos alargados, son muy similares a pequeñas células musculares lisas y se encuentran densamente agrupadas en una red de delgadas fibras colágenas. Justo por debajo del epitelio superficial, el tejido conectivo más fibroso se encarga de formar una capsula muy delgada, denominada la túnica albugínea. Durante la cantidad de tejido conectivo muestra un aumento paulatino, hasta dominar por completo el ovario después de la menopausia.

• Folículos ováricos

Estos se encuentran formados por un oocito y la capa de epitelio circundante. Folículos primordiales: la mayoría de los folículos ováricos y se pueden encontrar en gran número en la corteza ovárica por debajo de la túnica albugínea. Un folículo primordial se compone de un único oocito y una capa circundante de células epiteliales aplanadas, las células foliculares. El oocito es una célula grande redonda, con un núcleo grande. La cromatina es fino, con pequeños grumos periféricos de heterocromatina. El citoplasma es eosinófilo, y mediante microscopia electrónica se puede distinguir que contiene escaso retículo endoplasmico rugoso, abundantes ribosomas libres y un aparato de Golgi yuxtanuclear. También se observan abundantes [pic 3]mitocondrias y gotas de lípidos en estrecha relación con el aparato de Golgi. Folículos primarios: Con la maduración, un folículo primordial primero se transformara en un folículo primario en crecimiento. El oocito aumentara de tamaño y las células foliculares aplanadas crecen en altura hasta tornarse cubicas y posteriormente cilíndricas. Adquieren un aspecto granular y se denominan entonces células de la granulosa, las cuales proliferan por división mitótica y se forma un epitelio estratificado, la capa de la célula granulosa, separadas del tejido conectivo circundante por una membrana basal. Durante el crecimiento del oocito, se forma la zona pelúcida, la cual se encarga de separar el oocito de las células de la granulosa circundante. La zona pelúcida se compone de glucoproteínas. Durante el crecimiento, el folículo se hunde en la profundidad de la corteza y las células de la estroma circundante se distribuyen en forma concéntrica en una capa denomina teca folicular. Folículos secundarios: Cuando el folículo crece en la capa de las células de la granulosa aparecen pequeñas zonas irregulares que se encuentran llenas de líquido teñidas intensamente con eosina en preparados comunes, aumenta el tamaño y al final se fusionan para dar origen a una cavidad semilunar llena de líquido, el antro folicular. El folículo con antro totalmente formado se denomina folículo secundario. El antro contiene líquido folicular límpido, viscoso y con hialuronano abundante que, debido a los iones de Na asociados, genera una intensa actividad osmótica que trae agua al interior del folículo. El líquido formado primero es liberado por las células de la granulosa y suele ser más viscoso. Poco antes de la ovulación, son secretadas grandes cantidades de líquido folicular menos viscoso.

El oocito adopta gradualmente una posición excéntrica, rodeado por células de la granulosa las cuales conforman el cúmulo oóforo.

La folicular se diferencia en una teca interna y una externa. Las células de la estroma de la teca interna se diferencian a células poliédricas epitelioides con núcleo redondo al mismo tiempo que la capa se torna más vascularizada debido al ingreso de los vasos sanguíneos a través de la teca externa. Las células epitelioides tienen abundantes gotas de lípidos en su citoplasma, también gran cantidad de retículo endoplasmico liso.

En esta etapa de la maduración del folículo de las células de la granulosa no presentan un aspecto de células secretoras de esteroides, debido a que en este momento poseen escasa cantidad de retículo endoplasmático liso. Las células de la granulosa se encuentran unidas entre sí mediante numerosos nexos, que también se encuentran en gran cantidad entre las células de la teca interna. La teca externa mantiene su naturaleza de tejido conectivo, las células musculares lisas. Al comenzar la formación del antro, el oocito ha alcanzado su tamaño final, mientras que el folículo continúa en crecimiento.

Folículo maduro el tamaño del folículo muestra un aumento notable en los días previos a la ovulación como consecuencia del rápido crecimiento y la formación del líquido folicular secundario el cual es menos viscoso. Cuando el folículo alcanza el tamaño máximo de 15.20 mm, se forma una elevación en la superficie del ovarios que se distingue a simple vista una ampolla. Son liberadas células de la parte basal del cúmulo oóforo y poco antes de la ovulación, el oocito fluye libremente en el líquido folicular, rodeado por la zona pelucida y una nube de células de la granulosa.

Los primeros 14 días de maduración de los folículos se denominan fase folicular del ciclo ovárico, la cual termina con la ovulación, posteriormente comienza la segunda mitad de ciclo ovárico la cual también dura otros 14 días. Esta mitad se denomina fase luteínica, debido a que se forma el cuerpo lúteo. Las modificaciones cíclicas del endometrio se denominan ciclo menstrual, este se define como el periodo que transcurre desde el primer día de una menstruación hasta el primer día de la siguiente. La duración de dicho ciclo es de aproximadamente 28 días. El primer día del ciclo ovárico es el primero del ciclo menstrual, por lo cual representa la transición desde la fase luteínica del ciclo procedente a la fase folicular del ciclo ovárico siguiente.

El crecimiento de los folículos primordiales, que conduce a la ovulación de un único folículo maduro como culminación de la fase folicular, comienza aproximadamente 60 días antes del momento de la ovulación. Las niñas recién nacidas poseen en sus ovarios alrededor de un millón de folículos primordiales los cuales representan un fondo común de reserva los cuales durante la infancia, la pubertad y la edad fértil, tiene lugar un constante inicio de desarrollo de los folículos primordiales, independientes del ciclo. Incluso en la infancia se observan folículos primordiales, primarios y secundarios en un ovario, pero los folículos nunca llegan a madurar. Todos los folículos desaparecen por atresia.

Cuando las condiciones son normales, todos los días comienza la maduración de un grupo pequeño o cohorte de folículos primordiales. En mujeres de alrededor de 20 años, la cohorte es de unos 15 folículos por día, pero desciende a 1 por día a los 40 años.  

Durante el crecimiento de los folículos dependiente de gonadotrofinas, tiene lugar un proceso de maduración, debido a que algunas células de la granulosa y de la teca interna interrumpen su división y se diferencian en células productoras de hormonas esteroides. Las células de la granulosa son las únicas células ováricas que poseen receptores de FSH, mientras que las células de la granulosa como las de la teca interna van a poseer receptores para la LH. Las células de la teca interna van a ser estimuladas por la LH para llevar a cabo la síntesis de andrógeno androstenodiona a partir del colesterol. Las células de la teca interna solo poseen capacidad limitada para continuar la síntesis del estradiol debido a su escasa actividad de enzima aromatasa, la cual cataliza a la aromatización de la androstenodiona a testosterona, la cual después se transforma en estradiol. Al igual que las células de la teca interna, las células de la granulosa pueden comenzar la síntesis de esteroides a partir de colesterol producido del novo acetato.

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