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Seda De Araña


Enviado por   •  3 de Junio de 2014  •  3.629 Palabras (15 Páginas)  •  315 Visitas

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Seda de araña*

Guillermo Ibarra Núñez

Desde su origen, hace 350 millones de años, las arañas han empleado la seda en múltiples aspectos de su biología. Esto ha contribuido no sólo a su permanencia sobre la Tierra, sino también a su diseminación en prácticamente todos los ambientes.

Quizá alguna vez al caminar por un bosque, un parque o un jardín, o por tu propia casa, una telaraña se te quedó enganchada sin que te dieras cuenta. ¿Cómo fue posible que no la hubieras visto? ¿De qué está hecha para ser casi invisible?

Una telaraña es una de las estructuras que las arañas fabrican con la seda que ellas mismas producen. La seda es un material fibroso que algunos artrópodos (insectos, arácnidos y ácaros) secretan a través de glándulas especiales.

A diferencia del gusano de seda (Bombyx mori, una larva de mariposa) que únicamente produce un tipo de seda, una araña es capaz de producir diferentes clases con distinta elasticidad, resistencia, flexibilidad, grosor, adhesividad, afinidad o repelencia al agua, entre otros características. Además, pueden mezclar varias clases de seda y producir nuevos materiales. La gran variedad de usos de la seda es un hecho clave en la diversidad de las arañas (más de 40 000 especies) y su colonización de numerosos hábitats terrestres.

Material de construcción

Al igual que otros animales, las arañas construyen refugios para evitar la exposición directa a la lluvia, al viento, al sol y al ataque de sus enemigos naturales, pero en su caso la seda es el principal, y en muchas especies el único, material utilizado. Las que viven bajo tierra emplean la seda para recubrir el interior de sus moradas y evitar el desmoronamiento de túneles. Hay arañas que incluso fabrican con la seda una puerta a la entrada del refugio. Muchas de las que viven arriba del suelo construyen un refugio formado sobre todo con hilos de seda, bajo piedras o troncos, en las fisuras de rocas o sobre la corteza de árboles, u ocupando espacios aéreos inaccesibles a otros animales: entre dos árboles, entre las ramas de un árbol, entre las hojas o colgando abajo de éstas.

La Argyroneta aquatica, una especie de araña que vive en arroyos en Europa, teje un refugio entre la vegetación acuática bajo el que va depositando burbujas de aire hasta formar una “campana de buceo” en donde puede comer, mudar, aparearse e incluso depositar sus huevecillos.

Cuerda de seguridad

Con la seda, las arañas también hacen “alpinismo”. Desde su nacimiento y a lo largo de toda su vida, producen un hilo con la misma función de la cuerda de seguridad de los alpinistas. Al desplazarse, las arañas van produciendo este hilo de gran resistencia, y lo van fijando tramo a tramo en el sustrato donde se encuentren. Esto les permite perseguir a una presa o huir de un atacante sin riesgo de lastimarse por una caída; si es necesario, regresan por ese hilo al sitio del que se descolgaron. También les ayuda a descender a la posición más adecuada para tejer una red, apostarse en espera de presas o llegar hasta donde se encuentra una posible pareja.

Como cualquier artrópodo, las arañas cambian de piel para crecer, y al momento de hacerlo son muy vulnerables; a fin de protegerse emplean la seda para formar un refugio totalmente cerrado, o bien realizan la muda mientras cuelgan de su hilo de seguridad.

Arañas en “vuelo”

El hilo de seguridad permite a las arañas desplazarse en distancias cortas, y otros tipos de seda de gran ligereza hacen posible que puedan “volar” grandes distancias. Esto lo hacen las arañas jóvenes de muchas especies, pero también los adultos de las especies de talla pequeña. Para iniciar el “vuelo” las arañas trepan a un lugar elevado; se ponen de frente al viento, elevan su trasero y emiten uno o varios hilos, que son jalados por la corriente de aire como un papalote o barrilete. De cuando en cuando añaden a su hilo unas borlas de seda para aumentar su resistencia, y cuando éste tiene el tamaño adecuado, las arañas se sueltan y se dejan llevar. La dirección y distancia del desplazamiento dependen del viento, pero cambiando la longitud del hilo ellas pueden controlar la velocidad o el momento de descender o detenerse.

Las arañas se transportan tan bien con la seda que han llegado a casi todos los ambientes terrestres, incluidos sitios muy distantes o raros. Se han encontrado arañas aterrizando en barcos en alta mar, sobre aviones en vuelo y también en las cumbres de las montañas más altas. Entre los primeros colonizadores de la isla que emergió cerca del volcán Krakatoa, estuvo un tipo de araña (la linífida). Con la seda, las arañas también construyen puentes, por ejemplo entre dos árboles, que permiten desplazarse a las que son demasiado pesadas para “volar”. Estos puentes además se utilizan como líneas de base para construir telarañas: la línea, arrastrada por el viento, se atora al chocar contra una rama o una hoja, y las arañas la jalan de tiempo en tiempo para saber si está atorada y una vez que es así, la sujetan de su lado para poder desplazarse sobre el puente.

Red de caza

Muchas arañas elaboran algún artefacto de seda para capturar a los insectos de los que se alimentan. Los hay desde los formados por uno o dos hilos hasta redes bidimensionales o tridimensionales.

Las características de las redes están estrechamente relacionadas con el hábitat y con el tipo de presas capturadas. Se ha descubierto que algunas redes poseen partes que reflejan la luz ultravioleta igual que los pétalos de las flores, y que con ellas atraen a los insectos polinizadores.

La red sirve además a las arañas para percibir e interceptar a posibles presas más allá de la extensión de sus patas. Al chocar con la red, la presa la hace vibrar y alerta a la araña; estas vibraciones le indican la posición de la presa en la telaraña, su tamaño, peso y, en algunos casos, hasta el tipo de animal que es. Algunas especies incluyen hilos adhesivos en la red que retienen a las presas el tiempo suficiente para que la araña pueda completar su ataque.

Existen dos tipos de seda adhesiva: la viscosa y la cribelada. La primera tiene una sustancia pegajosa distribuida en gotitas a lo largo del hilo. En la segunda, la adhesividad se debe a la presencia de una maraña de hilos de un calibre extremadamente pequeño (con diámetro de unos 0.015 millonésimas de metro), que en contacto con una superficie, se enredan en la menor de sus asperezas o rugosidades (algo similar al velcro, pero a escala microscópica). Las arañas no se pegan a su red porque ponen las patas en los hilos no pegajosos.

Hay

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