Síntomas Prostáticos
DEBY895 de Agosto de 2014
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INTRODUCCIÓN
En el siguiente trabajo se presenta el desarrollo del protocolo de investigación con el tema “Incidencia de síntomas prostáticos en la población de las UMAPS de Alfaro y Sta. Rosa de Lima”, el cual nos permitirá tener un amplio panorama de cuánto afecta esta enfermedad a la población.
El cáncer de próstata es una de las neoplasias malignas más frecuente en los hombres y se incrementa conforme aumenta la edad. El 87.6% de las defunciones se registraron en la población mayor de 65 años.
Durante 1999, dentro de los tumores malignos, el cáncer de próstata se ubicó en segundo lugar en el grupo de edad postproductiva, con una tasa de 71.7 por 100 mil habitantes.
En las primeras etapas de la enfermedad, el cáncer se limita a la próstata y no suele ser mortal; las acciones de detección oportuna son una herramienta que permite incorporar al paciente al tratamiento radical a tiempo, e impide la progresión de la enfermedad.
El examen de detección requiere una exploración física completa y un análisis de sangre para encontrar el antígeno prostático específico.
MARCO TEÓRICO
El cáncer de próstata es reconocido como el tumor maligno más frecuente del varon mayor de 50 anos.
La próstata es un órgano pequeño del tamaño de una nuez. Se localiza debajo de la vejiga y rodea la uretra. La próstata produce un líquido que se convierte en parte del semen. El semen es el líquido blanco que contiene esperma, por tanto es un órgano exclusivo del género masculino.
Fundamentalmente se distinguen 3 zonas: la zona Central cruzada por los conductos eyaculadores que supone un 25% de la glándula, la zona Transicional que rodea a la uretra posterior con un 5% del volumen glandular y la zona Periférica que ocupa un 70% del volumen glandular.
En la zona Periférica se desarrollan el 68% de los cánceres, en la zona Central un 8% y en la zona
Transicional un 24%. La zona Periférica es accesible al tacto rectal mientras que los tumores que se desarrollan en las zonas Central y Transicional se valoran mejor con la ecografía.
Síntomas
Obstrucción del cuello vesical, la continencia, la potencia y los cambios del perfil eyaculatorio. La enfermedad proliferativa benigna puede originar dificultad para iniciar la micción, micción intermitente, disminución del volumen y la potencia del chorro, vaciamiento incompleto y expulsión de orina posmiccional.
Factores de riesgo
Existe poca relación entre cáncer prostático y carcinógenos industriales, tabaquismo, uso de alcohol, patrón de enfermedades, circuncisión, peso, estatura, grupo sanguíneo o distribución de pelo corporal; en forma similar, no se ha demostrado relación entre la aparición de hiperplasia prostática benigna y cáncer prostático.
Se han postulado factores genéticos, las razas negras y los escandinavos tienen una alta incidencia, mientras que los japoneses tienen la más baja.
También existiría una predisposición familiar, pariente en primer grado de caso índice tiene un riesgo 10% mayor de tener un cáncer prostático.
Otros factores implicados son la alimentación y el ambiente. Se ha visto que el aceite de soya es un protector ya que se transforma en un estrógeno débil; que los habitantes de zonas rurales tienen una mayor incidencia atribuida a los insecticidas agrícolas; las prostatitis vírales por citomegalovirus o virus herpes a repetición también aumentarían las posibilidades de desarrollar un cáncer de próstata. Un factor clave es el factor hormonal, se relaciona claramente con la presencia de testículos funcionales; los eunucos no tienen cáncer de próstata.
La presencia de receptores esteroides en las células tumorales y la respuesta positiva a la supresión de los andrógenos así como los altos niveles de Dihidrotestosterona en las células cancerosas, apoyan la hipótesis hormonal.
Factores ambientales y alimenticios
Existe una diferencia notable en la incidencia del cáncer entre el mundo Oriental y Occidental, atribuibles entre otros factores a la ingesta de grasas en la dieta. Un ejemplo lo constituyen los chinos, que de una incidencia de 0.8 por 100 000 habitantes en su vida nativa, pasan a tener tasas de 18.6 cuando se integran a la civilización occidental, pero no llegan al 44.5 de la población caucásica. La raza negra en EE.UU. tiene la mayor tasa de incidencia con 100.2 por 100 000 habitantes.
Otro factor de riesgo alimenticio son: la vitamina A, oligoelementos como el Zinc, Cadmio y Selenio que se han considerado como carcinogénicos en estudios experimentales.
Factores genéticos
Si los afectados son el padre y el abuelo, el riesgo se eleva a 9 veces. El modelo hereditario sería el de un gen autosómico dominante con una penetración del 88% a los 85 años. Los genes supresores tumorales estarían localizados en 10q y 16q principalmente.
Enfermedades de transmisión sexual
El antecedente de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), en casos de enfermos con cáncer de próstata es mayor en relación con casos controles. Algunos autores han encontrado partículas seudo virales en el tejido prostático maligno como el Herpes virus 2, SV 40 y citomegalovirus (CMV).
Factor protector
La mayor producción de vitamina D ante la exposición a la radiación solar parece tener un efecto protector.
Diagnóstico de la enfermedad
El diagnóstico se establece a través de estudios clínicos y de gabinete: tacto rectal, ultrasonografía, tomografía axial computarizada (TAC), resonancia magnética nuclear (RMN), y marcadores séricos del tumor; entre estos, sin duda el más importante es el antígeno prostático específico (APE) el cual se produce únicamente en el citoplasma de células prostáticas benignas y malignas. Su nivel sérico se correlaciona con el volumen de ambos tejidos, maligno y benigno.
El APE, se determina como normal (<4 nanogramos (ng)/ml), intermedio 4.1-10 ng/ml y altamente sospechoso arriba de 10 ng/ml. Estos dos últimos requieren de biopsia, ya que las 2 terceras partes de cáncer prostático se ubican en personas con resultados de 10 y más ng/ml
En general los cánceres de próstata son silenciosos, crecen lentamente, invaden primero la cápsula prostática, luego ganglios pelvianos (obturatrices e iliacos) y dan metástasis preferentemente al hueso.
Sólo dan sintomatología obstructiva. Las lesiones en el hueso son osteoblásticas (se ve más blanco y algodonoso el hueso en la radiografía) y los sitios más frecuentes de metástasis son:
• Columna sacra.
• Crestas ilíacas.
• Columna lumbar.
• Columna dorsal, cráneo, etc.
En hombres entre 50 y 55 años se da una forma poco frecuente de cáncer prostático con Gleason 8 a 10, de crecimiento rápido y aneploides, en general se desarrollan en dos o tres meses.
Clasificación
La clasificación se establece: Tumor, Nódulo, Metástasis (TNM), en donde la evaluación inicial consiste en determinar el estadio local del tumor, ya sea, enfermedad intracapsular (T1-T2) y extracapsular (T3-
T4); tiene un impacto importante en la toma de decisiones para el tratamiento.
Más del 95% de todos los carcinomas prostáticos son adenocarcinomas y desde el punto de vista
anatomopatológico, el 97% de los tumores se originan en la periferia.
La histología del cáncer de próstata es muy importante; se ha visto que un 95% son adenocarcinomas
acinares originados en la porción glandular de la próstata y sólo un 4% es transicional, escamoso o endometroide, estos derivan de los conductos y por lo tanto son hormonoindependiente. El 1% son sarcomas.
El grado de Gleason, es una clasificación basada en la diferenciación celular y la relación estroma-glándula del cáncer (no mide anaplasia), para esto se le asigna un puntaje de 1 a 5 a la zona más "mala" del cáncer y otro a la más "buena" y se suman. La escala de Gleason va del 2 al 10, siendo el 2 el cáncer más benigno. En general los cánceres con Gleason del 2 al 4 tienen buen pronóstico, del 5 al 7 son de pronóstico intermedio y del 8 al 10, son los de peor pronóstico. El Gleason es importante porque determina el pronóstico y evolución. También se utilizan la clasificación clínica según el grado de invasión local y metástasis es el TNM del cáncer de próstata:
TNM I o A: Es un cáncer descubierto incidentalmente, paciente con adenoma que se opera
TNM II o B: Se detecta al tacto, mediante la palpación de un adenoma que además presenta pequeños nódulos duros en su interior. B 1 ó 2 depende del tamaño y de si está en los dos lóbulos
de la próstata o no.
TNM III o C: Es una próstata que al tacto está dura y fija por que el cáncer se extiende más allá de la cápsula.
TNM IV: Es el cáncer que ya tiene metástasis a distancia al hacer el diagnóstico.
Entonces, según el Gleason se establece el pronóstico y según el TNM se plantea el tratamiento.
Marcadores tumorales
Los marcadores tumorales
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