Tabla Periódica

Introducción

La tabla periódica es un esquema en el que los elementos químicos se encuentran dispuestos en orden de número atómico creciente, de manera que se ve reflejada la estructura de los elementos. Éstos se encuentran ordenados en siete filas horizontales, llamadas periodos; y en 18 columnas verticales llamadas grupos.

El primer periodo en el que se encuentran el hidrogeno y el helio; y los dos periodos siguientes, cada uno con ocho elementos, son llamados periodos cortos. Los siguientes periodos contienen 18 elementos en el caso de los periodos 4 y 5, ó 32 elementos en el periodo 6; éstos son llamados periodos largos.

Por otro lado, las columnas de la tabla periódica se clasifican de izquierda a derecha, haciendo uso de números romanos seguidos de letras ‘A’ o ‘B’, siendo utilizada la ‘B’ para referirse a los elementos de transición.

Se utiliza esta clasificación ya que los elementos de cada grupo presentan una semejanza y, generalmente, difieren de los elementos de los demás grupos.

Historia

La evolución de la tabla periódica, desde la primera ordenación de los elementos, ha tenido lugar a lo largo de más de un siglo de historia y ha ido pareja al desarrollo de la ciencia; todavía hoy en día se investiga la posible existencia de elementos nuevos para añadir a la tabla periódica.

En el año 1800 fue descubierto el fenómeno de la electrolisis (ruptura de un compuesto mediante el uso de energía eléctrica), lo cual sirvió para aislar los elementos de los distintos compuestos encontrados en la naturaleza. De poco más de diez elementos que eran conocidos hasta el siglo XVIII, en el que se descubrieron los elementos gaseosos: hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y cloro; y algunos metales: platino, níquel, manganeso, wolframio, titanio, vanadio y plomo; en las primeras décadas del siglo XIX se descubrieron más de 14 elementos, y con el paso del tiempo, a un ritmo más lento, se fueron descubriendo nuevos.

Para el año 1830 ya eran conocidos 55 elementos distintos, cuyas propiedades físicas y químicas variaban enormemente. Fue entonces cuando los químicos comenzaron a interesarse más en los elementos y en la interrogante del porque variaban tanto sus propiedades. Fue así que Berzelius llevó a cabo la primera agrupación de elementos, ordenándolos de manera alfabética e incluyendo su peso atómico.

Döbereiner

Posteriormente en 1829, el químico alemán Döbereiner hizo notar en sus trabajos las similitudes existentes ente los elementos cloro, bromo y yodo, haciendo así el primer intento de establecer una ordenación entre los elementos químicos. Destacó que una de las propiedades que parecía variar regularmente entre estos era el peso atómico. Pronto estas similitudes fueron también observadas en otros casos, como entre el calcio, estroncio y bario. Una de las propiedades que variaba con regularidad era de nuevo el peso atómico. Ahora bien, como el concepto de peso atómico aún no tenía un significado preciso y Döbereiner no había conseguido tampoco aclararlo debido a que había un gran número de elementos por descubrir, que impedían establecer nuevas conexiones, sus trabajos fueron desestimados.

Evolución

Newlands

En 1864 Newlands estableció la ley de las octavas; logrando ordenar los elementos en base a su peso atómico y después disponiéndolos en columnas verticales de siete elementos casa una, se percató de que los elementos en varios casos, coincidían en las filas horizontales, presentando propiedades similares. El fallo principal que presentó ésta ordenación, fue el hecho de considerar que las columnas verticales debían tener la misma longitud; ya que esto provocaba que algunas filas horizontales de elementos totalmente dispares, coincidiesen, haciendo así que el trabajo de Newlands fuese desestimado.

En el año 1869, el químico

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