Teoría del espacio de Leonardo F. Lembo

CONSIDERACIONES SOBRE LA TEORÍA DEL ESPACIO DE LEONARDO LEMBO, SU FUNDAMENTO CIENTÍFICO, NOCIONES SOBRE LA TRANSMICIÓN DE LA ENERGÍA PSÍQUICA AL ESPACIO Y EL GRAFISMO, E INTRODUCCIÓN AL PERITAJE QUE PROPONE EL GRAFÓLOGO E INVESTIGADOR LEONARDO LEMBO

El grafismo es una estructura -material mecánica- pletórica de aspectos subyacentes, a saber; Los géneros, gestos tipo, movimiento, etc. Los cuales son manifestaciones Macrópicas –dentro del contexto gráfico- de movimientos Moleculares. A partir de las cuales se realiza una determinada interpretación, que se completa al relacionarla con el espacio en el que se lo sitúa.  

De modo que, la carga de tinta es ni más ni menos que, la materialización de la carga electro-bioquímica-magnética originada primigeniamente en nuestro cerebro, dado que quien escribe, es éste último, y no nuestra mano como comúnmente se pensó.  

Ahora, ¿qué estructura que trasciende lo Microscópico, justifica interpretaciones psicológicas tan complejas? Debía tratarse de un medio invisible e intangible que lo permease todo de forma extremadamente sutil, ya que nadie lo había percibido en su amplia acepción hasta el momento: Sí, hablamos de la Psicología del espacio, pero observada con un expreso sentido de la tridimensionalidad, hablamos del Espacio Euclídio, el cual nos permite abordarlo de forma transversal, y no frontal como hasta ahora se lo hacía.

Para realizar dicho abordaje se requirió aplicar múltiples subdivisiones al entramado espacio-temporal, tras encuadrarlo, y en dicho acto, sentando las bases para los diversos campos mencionados en la descripción del grafismo. A saber; El aspecto Cuantificador del peritaje, que corresponde a un Campo Escalar. En tanto, la identificación de anhelos, frustraciones, recursos en suspenso, conducta del momento y las desproporciones, corresponden a un Campo Vectorial.

Mediante el presente documento se aborda la comprensión psicológica del espacio, en aquellos casos que exista grafismo –cuantificable- habitando el mismo. Dicho grafismo es, ni más, ni menos, que la materialización de la energía psíquica la cual inicialmente, y tras transformarse, le dio origen al grafismo.

Pero para ello, primero tenemos que comprender que la transformación de la energía se propicia de diversas formas. Por ejemplo, una de ellas es por medio de longitudes de onda, que es la manera en cómo se comunican neuronas piramidales reticulares del hipocampo y sus inmediaciones, las cuales, mediante éstas, excitan nuestros diversos tipos de memorias (semántica, episódica, procedimental), provocando recuerdos, emociones, necesidades, deseos y sentimientos, que derivan en pensamientos y acciones. Para estas últimas –las acciones-, se requiere que la energía psíquica se transforme en energía electro-bioquímica, luego en energía cinética, y luego se concrete en un acto. Si tal acto se trata de la realización de una expresión gráfica, ésta contendrá la energía psíquica primigenia, pero en estado potencial, a la espera de ser activada por otro aparato psíquico humano, con miras a transmitir su mensaje, el cual existirá y será pasible de ser comprendido, de dos formas; consciente e inconsciente.  

Por tanto, en el acto de cuantificar al grafismo, estamos cuantificando a la energía psíquica en estado potencial alojada en él. Tal acto se realiza mediante establecer cuatro rangos de utilización; “Predominante, Promedio, Irregular y Deficitario”, la cantidad de energía depositada en los determinados espacios, como se dijo, según su utilización. Si a esto aunamos que cada espacio alberga un contenido psicológico propio, podremos perfilar al autor del grafismo, en el acto de comprender con qué contenidos psicológicos asoció inconscientemente su descarga de energía psíquica, bien sea porque lo prefiera “Predominantemente”, la usara de una forma “Promedio”, “Irregular” o “Deficitaria”. Rangos en cumplimiento de la Ley de Weber-Fechner…

Una colega avezada en la profesión, inicialmente expresó incomodidad ante la idea de que la teoría del espacio de Leonardo Lembo fuese en sí misma la comprensión de la matriz de la psicología del espacio, alegando que hace años existen otras teorías del espacio. Y es comprensible, porque en verdad suena pretensioso. Pero esa percepción se debilitó a medida que tomó conocimiento de la misma, hasta el punto de desvanecerse, una vez llevada a la práctica.

Lo cierto es que si se pudo realizar ésta teoría del espacio, es gracias a conocimientos en neurociencia computacional y de la física, que, al tiempo en que se formularon las anteriores teorías, no existían. Dicho de otra forma, la matriz de la psicología del espacio se descubre de forma posterior a la formulación de las primeras teorías. Como es de esperarse, coincide con ellas en interpretación, y las enriquece superlativamente, con el plus de contar con fundamentación científica basada en la física y hallazgos de la neurociencia computacional de última generación. Aun lo dicho, para una validación más completa, en la actualidad se está realizando con un equipo de profesionales en medicina, psicología y grafología, una contrastación, utilizando, entre otras herramientas el Big Five Personality Test, por gozar de mayor aprobación para estos fines, por parte de la comunidad científica. Para la próxima edición espero estar incluyendo esos resultados.

Como primera explicación coloquial, todo el sector derecho de la presente teoría está regido por la extraversión, el futuro, lo que está en formación, la actividad, el trato con el otro, la masculinidad, y muchos otros  aspectos coincidentes con las teorías del espacio más reconocidas, como lo es por ejemplo la de Max Pulver. Lo mismo sucede con el sector izquierdo, en donde está el pasado, lo femenino, la madre, el sosiego y la pasividad, la introversión y una lista de etc., coincidentes con las otras teorías. Ídem con la zona superior, media e inferior. Una de las diferencias más significativas de ésta teoría, en relación con todas las existentes, es que aborda la tridimensionalidad del espacio de forma literal (espacio Euclídio). Es como si nos zambullésemos en el espacio, cual espejo de agua, mientras que las otras teorías del espacio se perciben y abordan cual cuadro en la pared. Ese sentido tácito de la tridimensionalidad multiplica los espacios de base, a saber mediante subdivisiones: 9x9x9, lo que resulta en 729 espacios con contenido psicológico, interactuando a su vez, con los otros dos espacios que lo albergan y con los otros 726 espacios. Haciendo de ésta teoría, única por su carácter dinámico y por la cantidad subdivisiones con contenido psicológico. [pic 1][pic 2]

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