Un Mundo Feliz Aldous Huxley

 Un Mundo Feliz

Aldous Huxley

Un Mundo Feliz de Aldous Huxley nos habla de una sociedad distópica en la cual los habitantes de la misma son creados en probetas de laboratorio y cada individuo tiene una casta determinada desde el momento que se encuentran en el centro de incubación hasta su muerte. En el centro de incubación los embriones son separados y acostumbrados al futuro rol que desempeñarán en la sociedad. Ya sean alfas, betas, gammas, deltas o epsilones, a cada casta se les realiza un tratamiento específico para aceptar su lugar en la sociedad, para que todos sean felices y no juzguen el sistema en el que viven.

 Entre más baja la casta, menos oxígeno es proporcionado, el primer órgano que resulta afectado es el cerebro. Después el esqueleto.

En los epsilones no se necesita inteligencia humana, así que no se fabrica. Por lo tanto alcanzan la madurez a los 10 años y su cuerpo es apto para el trabajo a los 18 años.

Otro condicionamiento de castas inferiores era el condicionamiento de temperatura, el cual se conforma de túneles calientes sucediéndose con túneles fríos. Los embriones al momento de su decantación sienten horror por el frío. Están predestinados para emigrar a los trópicos; a ser mineros, tejedores de seda sintética o metalúrgicos.

El secreto de la felicidad consiste en amar lo que uno tiene que hacer.

Los próximos obreros químicos son sometidos a un tratamiento para acostumbrarlos a tolerar el plomo, la sosa cáustica, el asfalto, el cloro…

A los embriones de futuros mecánicos de cohetes aéreos son mantenidos en constante rotación, ya que eso ayudaba a mejorar el sentido del equilibrio. Ellos sólo son felices cuando se encuentran cabeza abajo gracias a que en el centro de incubación disminuyen la circulación hasta casi matarlos cuando se encuentran de pie y doblan el flujo sanguíneo cuando están cabeza abajo.

Los deltas son electrificados y alterados con ruidosas sirenas cuando se encuentran en presencia de libros y flores con el fin de causar un temor por los libros y la naturaleza. Los miembros delta no podían perder el tiempo leyendo libros ni podían tener afición por la naturaleza que era gratis y no proporcionaba beneficio alguno a las fábricas.

La historia se desarrolla en el año 632 Después de Ford (D.F), quien es considerado el padre de la producción en serie. La historia se desarrolla en torno a Bernard Marx, un alfa-más. Existen varias metrópolis en las ciudades más importantes del mundo como Londres y están basadas en el consumismo y capitalismo,

Lenina Crowne era una enfermera beta que trabajaba en el centro de incubación suministrando vacunas a los embriones, era una chica popular, agradable y descrita por los hombres como “neumática”. Ella estaba interesada en salir con Bernard Marx, un alfa-más experto en hipnopedia (técnica para memorizar discursos de conciencia elemental) y miembro del departamento de psicología, a una reserva salvaje (lugar que no estaba civilizado). Bernard tenía una altura peculiar para la casta a la que pertenecía, se corrían rumores de que le suministraron alcohol mientras estaba envasado por una confusión por un gamma, él era un hombre solitario y tímido. Su timidez era causada por el temor a ser juzgado por sus defectos físicos, ya que Bernard apenas superaba la estatura promedio de un gamma, lo cual a su vez aumentaba su sensación de soledad.

Bernard visitó a su amigo Helmholtz Watson, un profesor en la Escuela de Ingeniería Emocional (Departamento de Escritura) que escribía regularmente para El Radio Horario, el periódico de las clases altas. Helmholtz era la viva imagen de prototipo alfa-más. Ambos poseían la seguridad de que eran individuos, ya sea que fuera por la deficiencia física de Bernard o la superioridad mental de Helmholtz. Ellos tenían la molesta conciencia de su propio yo y de encontrarse solos.

Lenina y Bernard tuvieron una cita, en la cual discutieron por el lugar a visitar, ya que Lenina optaba por ir a jugar golf electromagnético mientras que Bernard prefería dar un paseo por el Distrito de los Lagos, terminaron volando hacia Ámsterdam al Campeonato de Lucha. Volando regreso a casa, Bernard sobrevoló el mar contemplando el paisaje frente a sus ojos mientras Lenina horrorizada por el silencio de la noche, las negras olas y la palidez de la luna pedía retirarse del lugar. Bernard confesó que desearía no ser parte de una célula social, deseaba poder alcanzar su felicidad libremente, no como le dicen a los niños de cinco años en los Centros de Condicionamiento del Estado.

Días después Bernard hizo que el Director de Incubación y Condicionamiento firmara el permiso para visitar la reserva salvaje, Lenina y Bernard tomaron el cohete del Pacífico hacia la reserva salvaje para sus vacaciones. Ya en la reserva, Lenina y Bernard fueron guiados por un indio que conocía el lugar. Bernard y Lenina se encontraban en una aldea en la reserva cuando Lenina disgustada por la higiene y la calidad de vida en la aldea observó a un indio de edad avanzada que difícilmente podía bajar los escalones de su casa. Su negro rostro se veía surcado por profundas arrugas, en su cabeza pendían algunos mechones de cabello blanco. Lenina asustada preguntó a Bernard que enfermedad sufría el indio, a lo cual Bernard contestó que simplemente era viejo.

En la plaza de la aldea Lenina y Bernard contemplaron un ritual en el que un joven era azotado con un látigo hasta más no poder para que los Dioses hicieran que lloviera y así los aldeanos podrían obtener maíz. Conocieron a un chico llamado John, él había nacido en la reserva pero no era como los demás jóvenes, él tenía el cabello rubio y ojos claros; su madre, Linda, era de fuera de la reserva. En el instante en el que Lenina vio a John, pensó que era muy atractivo. Lo mismo pesaba John de Lenina pero era muy tímido como para demostrar su atracción hacia ella.

Linda era una beta que trabajaba en la sala de fecundación que al igual que Bernard y Lenina había ido a la reserva para conocer a los salvajes. El viaje lo realizó con el Director de Incubación, en su estadía en la reserva ocurrió un accidente, Linda cayó de un barranco y se hirió la cabeza de modo que los aldeanos tuvieron que curarla.

Bernard estaba fascinado con la idea de saber todo sobre la vida que el salvaje había tenido en la reserva y estaba dispuesto a descubrir todo sobre ella. Bernard consiguió el permiso del interventor de Europa Occidental Mustafá Mond para llevar al salvaje, John, y a su madre a la civilización en Londres.

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