VIH Y SIDA

VIH Y SIDA

“Las cifras demuestran que todavía hay mucho por hacer. Se habla del SIDA, pero se ve que algunos, en el afán por restarle dramatismo, se expresan con banalidad”

Saulo Pasik (1945)

Según las últimas investigaciones de National Geographic (2018), el VIH - SIDA tiene su origen desde el año 1920 en la República Democrática del Congo, a causa de un tipo de VIH proveniente de los simios; pero, no se convirtió en epidemia mundial hasta 1980 aproximadamente en Europa occidental, en donde los primeros afectados fueron personas homosexuales. Esto desato un movimiento homofóbico agresivo, el cual se detuvo parcialmente, porque también resultaron afectadas, personas. Otros afectados fueron los drogadictos por vía intravenosa y los receptores de transfusiones de sangre.  En 1982 se dio nombre a esta enfermedad como: síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). En las líneas que siguen, daremos cuenta de las investigaciones para lograr la cura del cura del sida. El texto tratará acerca de los síntomas, causas y tratamientos que se conocen hasta la actualidad.

El VIH es el virus que causa el SIDA y afecta el sistema inmunitario. U.S. National Library of Medicine (2016) afirma: “VIH significa virus de la inmunodeficiencia humana, es el que daña el sistema inmunitario al destruir las células CD4 o linfocitos T. Mientras que SIDA significa síndrome de inmunodeficiencia adquirida, es la etapa final de la infección con VIH”. Con la definición presentada se puede descartar el equívoco pensamiento que VIH y SIDA son lo mismo, si bien es cierto es una consecuencia o complicación del mismo, mas no es correcto referirse a uno haciendo alusión al otro.

De forma recurrente las personas se expresan a la infección por VIH y SIDA como si fueran sinónimos, lo cual es una idea equivocada, ya que tener VIH no significa padecer de SIDA. Como dice la Universidad Autónoma de México (2016) estar infectado con VIH es haber estado expuesto al virus, pero no necesariamente se tiene que desarrollar la enfermedad, se puede permanecer sin síntomas, siendo un portador asintomático, considerado seropositivo, durante mucho tiempo. Se evidencia cuando el sistema inmunológico queda debilitado por el virus que lo ataca y, por lo tanto, disminuye la capacidad del organismo para defenderse frente a enfermedades o infecciones llamadas «oportunistas».

En segunda instancia, como también lo expresa la Universidad Autónoma de México (2016) el SIDA es una condición causada por el virus del VIH, que ataca fuertemente al sistema inmunológico por lo que deja de funcionar de forma eficaz. Es lo que vuelve al organismo susceptible de padecer cánceres e infecciones raras. Aquí aparecen los síntomas de enfermedades marcadora, es decir, aquellas estrechamente relacionadas con el avance de la infección ante el deterioro del sistema inmunológico.

Según la Mayo Clinic (2018). Los primeros síntomas de una persona infectada por VIH se presentan por primera vez, después de dos semanas aproximadamente. Estos síntomas no son muy notorios, pues las personas pueden sentir fiebre, dolor y malestar corporal; éstos son similares a los de la gripe. Los síntomas desaparecen tras unas semanas y habitualmente no vuelven a presentar otros malestares en años. Durante esta etapa, hay una gran concentración del virus en el organismo, de modo que es de fácil transmisión a otras personas. Entre los síntomas más comunes se tiene las:

Aftas (un revestimiento espeso y blanco en la lengua o la boca), dolor de garganta, infecciones graves por hongos, enfermedad pélvica inflamatoria crónica (infección en el útero, las trompas de Falopio, los ovarios), infecciones graves recurrentes, cansancio persistente, mareos y aturdimiento, dolores de cabeza, pérdida repentina de peso, formación de hematomas con más frecuencia de lo normal, diarrea, fiebre, o sudores nocturnos durante mucho tiempo, glándulas inflamadas o duras en la garganta, las axilas o la ingle, episodios de tos seca y profunda, sensación de falta de aire, protuberancias violáceas en la piel o en la boca, sangrado de la boca, la nariz, el ano o en zona íntima, erupciones de la piel, adormecimiento de las manos o los pies, pérdida del control sobre los músculos y los reflejos, El VIH tiene muchas consecuencias. Destruye las células del sistema inmunológico, llamadas células CD4 o células T. Sin células CD4, el organismo pierde una parte importante de este sistema. Una persona tiene SIDA cuando sufre infecciones raras (denominadas oportunistas), ciertos tipos extraños de cáncer o tiene un recuento muy bajo de células CD4. En general, esto sucede alrededor de 10 años después de contraer el VIH y no recibir tratamiento. Incapacidad de movimiento y pérdida de fuerza muscular.

La propagación del VIH de una persona a otra se conoce como transmisión del VIH. El VIH se propaga solo a través de ciertos fluidos corporales de una persona con el VIH. MedlinePlus (2019) argumenta: "El virus se propaga (transmite) de una persona a otra a través de ciertos fluidos corporales: sangre, semen y líquido pre seminal, fluidos rectales, fluidos vaginales y leche materna".

El VIH se puede diseminar si estos fluidos entran en contacto con: membranas mucosas (dentro de la boca, el pene, la vagina, el recto), tejido dañado (tejido que ha sido cortado o raspado), inyección en el torrente sanguíneo.

El VIH no se puede diseminar a través del sudor, la saliva o la orina. Con menos frecuencia, el VIH se disemina:

• De la madre al hijo. Una mujer embarazada puede propagar el virus a su feto a través de la circulación sanguínea compartida o una mamá lactante lo puede pasar a su bebé por medio de la leche materna. La evaluación y el tratamiento de las madres que son VIH positivo ha ayudado a disminuir el número de bebés que tienen VIH.
• A través de agujas o de otros instrumentos filosos que estén contaminados con VIH (principalmente trabajadores de la atención médica).

El virus NO se disemina por: Contacto casual, como un abrazo o besos con la boca cerrada, mosquitos o mascotas, participación en deportes, tocar cosas que hayan sido tocadas por una persona infectada con el virus y comer alimentos manipulados por una persona con VIH.

El VIH y la donación de sangre u órganos:

• El VIH no se transmite a una persona que done sangre u órganos. Las personas que donan órganos nunca entran en contacto directo con las personas que los reciben. De la misma manera, alguien que dona sangre nunca tiene contacto con el que la recibe. En todos estos procedimientos se utilizan agujas e instrumentos estériles.
• Si bien es poco frecuente, en el pasado el VIH se ha transmitido a la persona que recibe sangre u órganos de un donante infectado. Sin embargo, el riesgo es muy pequeño debido a que los bancos de sangre y los programas de donación de órganos hacen chequeos (exámenes) minuciosos a los donantes, la sangre y los tejidos.

Los factores de riesgo para contraer el VIH incluyen:

• Tener sexo anal o vaginal sin protección. Recibir sexo anal es el más riesgoso. Tener parejas múltiples también incrementa el riesgo. Usar correctamente un condón nuevo cada vez que tenga relaciones sexuales ayudará enormemente a disminuir este riesgo.
• Consumir drogas y compartir agujas o jeringas.
• Tener una pareja sexual con VIH que no esté tomando medicamentos para su control.
• Tener una enfermedad de transmisión sexual (ETS).

En la actualidad, existen más herramientas que nunca para prevenir el VIH. InfoSida (2019) sustenta: "Las medidas de prevención que se puede tomar son: realizar la prueba de VIH y conocer el estado de la pareja antes de tener relaciones sexuales,realizar patrones de comportamiento sexual menos arriesgados,usar correctamente los condones durante las relaciones sexuales,limitar el número de parejas sexuales que tenga, de lo contrario aumentan las probabilidades de contraer una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Tomar medicamentos contra el VIH todos los días". El tratamiento con estos medicamentos (llamado tratamiento antirretroviral o TAR) ayuda a las personas seropositivas a tener una vida más larga y sana, no cura la infección por el VIH pero puede reducir la concentración del virus en el cuerpo. Entre los medicamentos de tratamiento contra el VIH están

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