Vigorexia, un mal oculto

Vigorexia, un mal oculto

El hombre a lo largo de su existencia se ha caracterizado por  estar en constante competencia con sus semejantes,  continuamente  busca estar por delante de los demás utilizando los conocimientos, habilidades, herramientas y actitudes adquiridas a lo largo de los años, que de manera conjunta  emplea para lograr las metas que se fija.

La cuestión de la apariencia física es uno de los aspectos en las que  aplica demasiado  interés,  porque es la imagen que proyecta hacia los demás, por consiguiente busca diversas actividades  para potenciar al máximo la visión que tienen los otros  de él, y es donde se enlistan  todas las acciones que desarrolla para lograr ese objetivo, asumiendo  acciones tales como: las dietas rigurosas, tratamientos de belleza, la práctica del ejercicio, entre otras.

En este apartado, es relevante mencionar la frase de que los excesos son malos, si bien es importante, desde el punto de vista de la salud mantener un estado óptimo con nuestro cuerpo y mente, conviviendo de manera adecuada en la sociedad, también se deben tomar las cosas con medida, dado que puede surgir un problema al  momento de caer en demasías, para cumplir o sobrepasar los propósitos planteados;  es en este instante  cuando aparecen  trastornos  o padecimientos que distorsionan la finalidad de las acciones y provocan problemas más complejos  que deben ser tratados.

Tal es el caso del deseo compulsivo de realizar ejercicio físico para desarrollar una imagen cada vez más atlética, sin importar los medios para conseguirla, situación que recibe el nombre de  vigorexia y que en los últimos años aumentó de manera importante;  sobre todo  en la población adolescente del país,  quienes sufren  de  alguna manera una serie de afectaciones que le impiden desarrollar su vida de manera natural  y tranquila.

 En los últimos tiempos y debido a la influencia de los medios de comunicación masiva, los jóvenes se preocupan cada vez más por su apariencia física y como a partir de esto,  ellos se pueden sentir parte o no de la sociedad, empleando diferentes medios para lograr el cometido de desarrollar un físico adecuado, donde a la par llegan a desarrollar distintos padecimientos que desvirtúan  la finalidad de sus acciones  y repercuten en su convivencia con los demás.

Por tal motivo, es importante investigar de manera documental por qué el padecimiento de la vigorexia aumentó considerablemente entre los adolescentes mexicanos en la última década, con el objetivo de identificar  las causas  por las  cuales se dá  esta realidad, enfocándose en este grupo de la sociedad y de la misma manera mencionar las consecuencias que implica, para alertar y orientar  a los jóvenes a que cuenten con herramientas de cómo afrontar esta situación.

Para  Pablo (2005) “En la actualidad, donde la sociedad capitalista encuentra en el cuerpo otro objeto de consumo, se ve enraizado este tipo de trastornos. El deseo de tener una ´imagen perfecta´, según lo determinen los cánones de la moda, crea una obsesión por el cuerpo” (p.3).

En estos días los jóvenes se encuentran inmersos en un océano de información que surge de los medios de comunicación masiva: televisión, internet, revistas, entre otras; quienes  marcan tendencia en las que  los adolescentes se  adentran y hacen propias, a tal grado de  asumirlas  como  estilo de vida, provocando estereotipos acerca de cómo debe ser cierto tipo de persona si es que quiere pertenecer a un grupo social en específico, dándole más importancia al aspecto físico que a la persona en sí, y en los que ellos pueden caer muy fácilmente, sin hacer un análisis de lo que implica adoptarlo.

Ante tales circunstancias, es de suma importancia  dar orientaciones a los jóvenes, sobre los riesgos e implicaciones que trae consigo el practicar ciertas actividades para tratar de cumplir con un rol social, dado que se encuentran bombardeados por una gran  cantidad de información carente de argumentos fidedignos y es utilizada simplemente como estrategia de mercadotecnia; además de ocultar las afectaciones que trae consigo y que repercuten de manera importante en ellos.

La sociedad está sumergida  en una obsesión por la belleza corporal como uno de los aspectos principales que define a una persona, por este motivo la población desarrolla un gran número de actividades para lograr este fin, pero que en muchas ocasiones  llegan a convertirse en trastornos,  cayendo en excesos  para cumplir sus metas. Tal es el caso de un padecimiento que puede ser visto como una adicción   a realizar actividad física denominada: vigorexia. Este término es reciente y no es unívoco, dado que existen diferentes autores que tratan de dar  una definición para el mismo, en las cuales existen  semejanzas, pero también  diferencias.

Fue hasta finales del siglo pasado, que un científico de apellido Pope y sus colaboradores realizaron en estudio en el que exploraban  los efectos secundarios  del abuso de esteroides, en el cual, descubrieron que ciertos culturistas  con largas historias  de consumo de hormonas esteroideas, llegaban a mostrar  comportamientos  psicóticos y determinaron que era un  nuevo trastorno  relacionado con la imagen corporal.

Dicho trastorno que el grupo denominó “Anorexia Nerviosa Inversa” o incluso “Big-orexia”, ha evolucionado hasta el término más actual de “Dismorfia Muscular” o “dismorfofobia”. También se habla a veces (Morgan, 2000) de “Complejo de Adonis”. En la actualidad se denomina sobre todo: “Vigorexia”. Muñoz, R. y Martínez, A. (2007)

Para Remor (2005) (citado por Rodríguez 2007)  la vigorexia   trata de una adicción al ejercicio, una de las nuevas adicciones de gran incidencia, como la adicción a Internet o a las compras.  En este caso  el sujeto tiene una preocupación excesiva por su apariencia física,  ya que se percibe demasiado delgado, aunque no lo este, y por ende realiza demasiado ejercicio y pone demasiada atención en su alimentación  para lograr desarrollar masa muscular, pudiendo provocar en el proceso una serie de trastornos que afectan su salud tanto físico, emocional y social.

Fachinni (2006), define la vigorexia como una entidad psiquiátrica definida a partir de una preocupación excesiva por un defecto mínimo o inexistente, que consume tiempo en exceso e interfiere con la vida de relación del ser humano que la padece.

Considerando lo anterior,  podemos puntualizar que la vigorexia trata de un trastorno mental, el cual se enfoca  en la práctica obsesiva de actividad física y cuidados minuciosos de la alimentación, dedicando demasiado tiempo al grado de descuidar otras actividades  para desarrollar un físico más prominente que la mayoría de la sociedad y tratando de captar la atención de los demás.

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