El concepto de umbral de poder

Lucia Cabello

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EL UMBRAL DEL PODER

Capítulo dos

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El umbral de poder.

El concepto de umbral de poder.

Entendemos este concepto como una categoría de análisis interpretativo, de forma operativa nos permitirá exponer, a modo sintético, una serie de parámetros que existen y se desenvuelven en el transcurso de la realidad histórica de las naciones determinando su situación relativa frente los demás.  

• Umbral de poder es, entonces, el poder mínimo que necesita un Estado para no caer en el estadio de subordinación en un momento determinado de la historia.

Desde la interpretación del derecho internacional podemos pensar que todos los Estados formalmente independientes son sujetos de derecho. Aunque en el ámbito de la realidad internacional –donde el poder es la medida de todas las cosas- digamos que no es tan certera esta afirmación. Solo los Estados que alcanzan el umbral de poder vigente en el momento son verdaderos “sujetos” de la política internacional.

La importancia del contexto histórico.

Es necesario entender que este umbral de poder puede variar notablemente según el contexto histórico en el que nos encontremos, para poder asimilar que si bien lo podemos mencionar de la misma forma no siempre hablamos concretamente del –mismo-  y poder hacer un análisis correctamente. Esto se debe entre otras cosas que este umbral estará siempre relacionado con el poder generado por los otros Estados que conforman el sistema internacional. Por consecuencia cuando una o varias unidades políticas aumentan su poder provocan un cambio sustancial en el umbral que las otras unidades políticas necesitan para no caer en el estadio de subordinación.

Un ejemplo a base de un contexto que todos conocemos es cuando Gran Bretaña se convirtió en el primer Estado nación en realizar plenamente la Revolución Industrial –inaugurando la categoría de Estado nación industrial- obligadamente elevó el umbral de poder que los otros Estados miembros del sistema necesitaban obtener para no caer bajo la subordinación británica. La decadencia española y portuguesa tuvo origen, fundamentalmente, en la incapacidad de convertirse, primero, en productoras de manufacturas y más tarde, en realizar su propia revolución industrial.

La construcción del poder nacional y el impulse estatal.

Para los Estados periféricos, sometidos en el sistema internacional a una doble subordinación su objetivo estratégico fundamental no puede ser otro que alcanzar el umbral de poder. De esta forma podemos analizar y pensar que una herramienta para llegar a este objetivo consiste en la construcción del poder nacional y el impulso estatal, que, si bien se relacionan mutuamente, no son lo mismo. La construcción del poder nacional requiere de un enorme impulso estatal mientras que este permite la movilización de los recursos potenciales que transforma la fuerza en potencia.

Con esto denominamos “impulso estatal” a todas las políticas realizadas por un Estado para crear o incrementar cualquiera de los elementos que conforman el poder de ese Estado. De forma general podemos pensar al impulso estatal a las acciones que pretenden estimular, incitar o animar el desarrollo o el fortalecimiento de cualquiera de los elementos que integran el poder nacional. Por otro lado, de forma restrictiva también usamos el concepto para referirnos a todas las acciones llevadas a cabo por un Estado periférico tendientes a poner en marcha las fuerzas necesarias para superar el estado de subordinación.

Por otro lado, cuando hablamos de poder de un Estado entendemos a este como un conjunto de elementos tangibles e intangibles que se encuentran interrelacionados. Lo cierto es que tanto unas como otras se influyen recíproca y poderosamente, de modo que el crecimiento de una provoca el de las demás y que la decadencia de una siempre es seguida por la de las otras. Esta suma de elementos está constantemente afectada por los cambios tecnológicos y culturales.

Podemos concluir con este tema, y sintetizando la pequeña cláusula de “Las corrientes del poder” entendiendo, que, fuera de las fuerzas o elementos que tienen un poder o peso más tangible que otras a nuestros a la percepción de nuestros ojos ojos, todas son de importancia ya que se encuentran interrelacionadas y se alimentan recíprocamente entre sí. Los elementos no son factores estáticos, sino elementos dinámicos que se influyen unos a otros, conformando la corriente del poder nacional.

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