Reporte Ecología de comunidades

In laberinto, un escudo y una ley

Se trata del Palacio de Cnosos (Minos), lugar ubicado en Creta, cuando los griegos llegaron a éste lugar quedaron fascinados y admirados por la belleza que éste contiene, pues los arqueólogos modernos de igual manera no pueden parar de admirarla por esa estructura tan compleja, lo cual los griegos para sacarse el misterio, inventaron una leyenda la cual comenta que el futuro rey Minos tenía una disputa con sus hermanos por el trono. Haciendo que pidiera un signo al cielo que le de una seña de que el tiene derecho al reino. Haciendo así que no tardase en aparecer un signo de los dioses con la forma de un toro blanco y Pasifae quien se enamoró del gran toro sagrado, da a luz a un ser que es mitad hombre y mitad toro llamado “Minotauro”. Minos decide hacer creación de su palacio en forma de laberinto, para que así, el minotauro nacido quede encerrado. Dado que el origen del Minotauro es divino, se habría que hacer sacrificio de 7 muchachos y 7 muchachas de Atenas. Teseo, queriendo liberar a su pueblo de este tributo sangriento, decide ingresar al laberinto donde gracias al hilo de la princesa cretense enamorada de Teseo, Adriadna, él logra salir del laberinto previo al haber matado al Minotauro.

Teniendo como significado la leyenda que, los griegos quieren principalmente poder establecer un orden racional, una forma de vida la cual ya no se tenga de depender de monstruos ni sacrificios primitivos. Dando así una muestra clara, ordenada y precisa que ante un fenómeno inexplicable, se trate de dar una explicación la cual pueda ser entendida por el hombre.

De igual manera, los griegos, así como quisieron dar un orden al laberinto, también lo hicieron con las creencias religiosas de pueblos que encontraran a su paso. Por ejemplo, el dios Zeus, pertenece a una época primitiva de dos divinidades: dios de conquistadores helenos que gobierna la luz y el cielo, pero también por otro lado, es un dios mediterráneo. En los libro de Homero se han sustituidos multiplicidad de dioses locales por series de divinidades que se parecen idealizadas.

El escudo de Aquiles.

Nos comenta relativamente desde la descripción homérica, de la Ilíada y la Odisea. Pues Homero había descrito a la Tierra como un disco, el cual tiene como centro a Grecia, terminando al norte en regiones vagas y distantes, al sur; tierras cálidas de la Nubia y de este a oeste, a lo largo de las costas mediterráneas. Y al otro lado de la Tierra se encuentran los misteriosos quimérides; en torno al disco se encuentran los océanos que es el padre de todas las aguas. El cielo, lleno de estrellas, la cual rodea toda la superficie de la tierra, sostenido por equilibradas columnas en serie. Ésta estructura de la Tierra también es la estructura grabada en el escudo de Aquiles. Sin embargo, esto es la geografía del tiempo homérico, donde por

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