El desarrollo científico y tecnológico en la educación en México
vianeymaster07Ensayo11 de Septiembre de 2025
1.241 Palabras (5 Páginas)29 Visitas
[pic 1]
- Materia: Legislación Escolar
- Docente: Dra.
- Actividad 1: El desarrollo científico y tecnológico en la Educación en México.
¿Promueve la educación en México el desarrollo integral del ser humano y el avance científico-tecnológico?
Introducción.
México enfrenta múltiples desafíos, sobre todo el de reconfigurar sus políticas educativas, científicas y tecnológicas para convertirlas en motores de desarrollo sostenible y herramientas de transformación social. Esta tarea exige una visión sistémica que articule la educación, la cultura y el conocimiento como ejes centrales de un nuevo paradigma económico y político (De Val, 2011). Razón por la cual, persiste la interrogante sobre si realmente se promueve el desarrollo de todas las facultades del ser humano —intelectuales, éticas, emocionales, creativas— y si se fomenta el avance científico y tecnológico en las aulas. Esta preocupación se vincula con el enfoque de Morin (1999), quien sostiene que “la educación del futuro debe enseñar una comprensión mutua entre los seres humanos”, lo cual implica formar para la complejidad, la ética y la ciudadanía global.
Desde una perspectiva constitucional, el artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que la educación debe ser integral, inclusiva y promotora del desarrollo humano (Cámara de Diputados, 2019). Sin embargo, como advierte Burgoa Orihuela (1997), el cumplimiento de este mandato requiere condiciones estructurales que garanticen el acceso equitativo y la calidad educativa.
Análisis de las últimas dos décadas.
En las últimas dos décadas, México ha transitado por reformas educativas que han intentado modernizar el sistema, como la Reforma Educativa de 2013 y su posterior modificación en 2019. Aunque se ha buscado fortalecer la formación docente y la equidad, los resultados han sido mixtos. El INEE (2018) señala que persisten brechas significativas en el acceso, permanencia y logro educativo, especialmente en comunidades marginadas.
Desde el enfoque neuro educativo, Amar y Abello (2005) destacan que el desarrollo de las facultades humanas requiere ambientes de aprendizaje que estimulen la plasticidad cerebral, la motivación y la interacción significativa. Sin embargo, muchas escuelas mexicanas carecen de las condiciones necesarias para implementar metodologías activas que favorezcan este tipo de desarrollo.
Nussbaum (2010) advierte que la educación contemporánea tiende a privilegiar habilidades técnicas sobre las humanísticas, lo cual empobrece la formación ética y ciudadana. En México, esta tendencia se refleja en currículos centrados en resultados estandarizados, con escasa atención a la formación emocional, estética y filosófica.
En cuanto al desarrollo científico, México ha comenzado a revertir la tendencia de baja inversión. Según el Primer Informe de Gobierno (2025), “se incrementó en 195% el presupuesto destinado a proyectos de investigación científica y humanística respecto al año anterior”, con más de 1,700 proyectos financiados. Esta política busca convertir a México en una potencia científica y tecnológica soberana, orientada hacia el bienestar y la prosperidad.
Además, se han impulsado iniciativas como Kutsari (semiconductores), Ixtli (satélites de observación terrestre) y Apixqui (sistemas de monitoreo climático), que vinculan la ciencia con necesidades sociales y educativas (Gobierno de México, 2025).
En el ámbito educativo, la SEP, junto con Fundación Lenovo y Movimiento STEM+, lanzó el programa Celebra STEM, que promueve proyectos escolares en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Más de 45,000 estudiantes participaron en 2024, y se capacitó a docentes en todo el país (Movimiento STEM+, 2024). Esta iniciativa busca vincular el conocimiento con la acción, fomentando soluciones locales a retos globales.
La educación tecnológica también ha sido fortalecida mediante concursos nacionales de creatividad, robótica e innovación organizados por el CECyTE, como parte de la transformación educativa impulsada por el gobierno federal (CECyTE, 2023).
Durante la pandemia de COVID-19, se evidenciaron profundas brechas digitales. El PNUD (2020) documenta que millones de estudiantes quedaron excluidos del sistema educativo por falta de conectividad, lo que agravó las desigualdades existentes. La SEP (2015), en su evaluación del Programa Escuelas de Calidad, reconoce que, aunque se han promovido procesos de planeación participativa, estos no han sido suficientes para garantizar el acceso equitativo a recursos tecnológicos.
Martínez Rizo (2009) plantea que la evaluación educativa en América Latina ha estado marcada por enfoques cuantitativos que no siempre reflejan el impacto real de las políticas públicas. En México, esto se traduce en una cultura de la medición que a menudo invisibiliza los procesos formativos y las condiciones contextuales de los estudiantes.
...