Final de una materia. Discurso meza 2 de marzo
VivianLinellExamen1 de Abril de 2023
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Discurso meza 2 de marzo:
Para comenzar y desarrollar esta instancia final, tomé un cuento de Jorge Luis Borges “El Inmortal”. Esta obra fue publicada por primera vez en la revista Anales de Buenos Aires en 1947, y años después apareció entre los volúmenes de “El Aleph”. Este cuento está compuesto principalmente por la ansiada búsqueda de la inmortalidad del personaje Marco Flaminio Rufo, un tribuno militar romano. El relato, por su parte, reflexiona en torno a las paradojas de orden metafísico que tendrían que afrontar los hombres si algún día alcanzaran la inmortalidad.
Por otra parte, escogí este cuento porque en él pude identificar los 5 rasgos de la naturaleza de la literatura que propone Culler, para que una obra sea considerada justamente eso, literatura. Como bien lo dice él, para saber si un texto es literatura o no, no nos podemos guiar por una simple definición; más bien reclama un análisis que suscita ciertos tipos de atención. En la mayoría de los casos, lo que como lectores nos impulsa a tratar algo como literatura, es sencillamente lo que encontramos en un texto que lo identifica como tal.
Trae a primer plano el lenguaje:
La primera característica, para que un texto sea considerado como literatura, es que éste hace un uso especial del lenguaje; se expone el mismo lenguaje de una manera particular, en una forma extraña. Pongamos como ejemplo una parte del cuento “la luna tenía el mismo color de la infinita arena”. [a][b]Con este ejemplo se puede percibir el manejo especial del lenguaje, que quiere atraer la atención del lector sobre la forma en la que se arman y disponen las palabras, también porque hay un sonido distinto que es imposible no percibirlo. Es decir, cómo está ordenado el texto.
Integra el lenguaje:
Leer algo como literatura, es necesario mirar ante todo la organización del lenguaje. La literatura es un lenguaje que se relaciona de un modo complejo, donde se altera el orden gramatical de las palabras, el sonido y el sentido, por ej “Para alejarme de la bárbara aldea, elegí la más públicas de las horas” nos lleva a resumir la actitud del yo poeta. Pero no todos los textos que traen a primer plano el lenguaje son literatura, los trabalenguas no por ejemplo, más allá que nos llamen la atención.
Las explicaciones de la literariedad que recurren a la rarificación o integración del lenguaje no conducen al test que pueda separar la literatura de otras formas de escritura; más bien estas explicaciones (como las otras que tratan de definir a la literatura) dirigen la atención en determinados aspectos de la literatura que se consideran esenciales.
Es ficción:
El autor dice esto, porque la literatura se basa en la verosimilitud. La obra toma una base de la realidad [c]y la transforma en ficción. El narrador puede lograr tal convencimiento de los personajes, los espacios, el tiempo y acontecimientos que, dentro del relato son reales, tienen apariencia de la realidad.
En esta obra se puede encontrar la ficcionalidad a partir de la ficcionalidad, como por así decirlo; se puede encontrar una síntesis entre la historia, la religión, el mito y la filosofía. También esto forma parte de la intertextualidad. La narración se enmarca en un ambiente cuya descripción está de acorde a datos históricos; nos ubica en el Jardín de Tebas durante el reinado de Diocleciano. Se crea un personaje que armoniza con la descripción del ambiente: un soldado romano que es cabecilla de una legión que, ante la imposibilidad de participar en la guerra contra la ciudad de Alejandría, siente la curiosidad de aventurarse al desierto a buscar la mítica ciudad donde viven los inmortales. A partir de la búsqueda, se van incluyendo detalles sobrenaturales, y la historia se enlaza con elementos, tanto verídicos como imaginarios.
Es un objeto estético
No podemos decir bajo ni un punto que una obra nos causa “placer” solamente porque nos gustó la trama o la historia; el goce estético va más allá de eso, por ejemplo, la forma en que se narran los hechos o la relación entre forma y contenido en la que se comunica.
Culler dice que una obra literaria es un objeto estético porque con las otras funciones comunicativas, conduce al lector a considerar la interrelación entre forma y contenido. Si recordamos el esquema de las funciones del lenguaje de Jakobson, podemos decir que la función que predomina en un texto, es la función estética. En este sentido, el resto de las funciones (apelativa, expositiva, etc.) se suspenden o pasan a un segundo plano. Esto nos inhabilita a pensar que una obra literaria puede tener como fin en sí misma, informarnos o convencernos de algo, aunque si hay una finalidad en la obra en lo que se narra, pero nunca se debe confundir con algo externo a ella misma.
En este sentido, la obra puede valerse de diferentes figuras retóricas para dar valor a la función estética o para provocar este “goce estético”. En el caso de este cuento, aparecen varias maneras en que se cambian la manera en decir las cosas. Deja de ser un lenguaje cotidiano, por así decirlo, y se hace uso de metáforas, las inversiones y paralelismos.
Paralelismos (repetición): Consiste en la reiteración de una misma estructura para lograr un efecto rítmico o poético, ej; “Yo he sido Homero, en breve seré nadie, como Ulises; en breve, seré todos; estaré muerto”.
“Sentí en el pecho un doloroso latido, sentí que me abrazaba la sed”.
Metáforas:
Inversiones (hipérbaton):
En estos ejemplos tomados del cuento, se pueden notar los recursos utilizados para lograr que la lectura nos resulte placentera y mantener entretenido al lector.
Es intertextual y autorreflexiva:
La literatura es una reconstrucción intertextual porque puede incluir a otros textos dentro del mismo relato. También son posibles gracias a obras anteriores que las nuevas integran; las repiten, discuten o transforman. En el caso de este cuento “El Inmortal”, la intertextualidad se utiliza de manera recurrente; en primer plano la obra juega y mezcla a personajes que ya fueron creados por otros: aparece primeramente un personaje que es un militar (Marco Flaminio Rufo) quien luego es Homero y después Ulises. En la última parte del cuento (cap 5) el reconoce que en la historia narrada se mezclan los sucesos de dos hombres distinto, por lo tanto es falsa.
También, en la obra cuenta que un troglodita (uno de los inmortales) lo sigue. Como este en su humildad y miseria le hacía acordar a Argos, el viejo y moribundo perro de la Odisea, decidió llamarlo así (Argos). Es más, en una parte en troglodita reconoce que él es Argos, perro de Ulises. “Argos balbuceó estas palabras <<Argos, perro de Ulises>>. Y después también sin mirarme: <<Este perro tirado en el estiércol>>”.
Además, en el cuento nombra otras obras que mencionaré a continuación:
- En el siglo XIII, transcribe las aventuras de Simbad el Marino.
- En 1714, se suscribe a los 6 volúmenes de la Iliada de Pope.
- Hacia 1729 discute el origen de ese poema con un tal Giambattista (en la nota a pie de página se menciona que Ernesto Sábato cree que se trata de Giambattista Vico, quien define a Homero como un personaje simbólico).
- En el capítulo 5, el personaje al revisar su propio manuscrito, cree percibir párrafos falsos. Primero se le atribuye a la costumbre literaria de abusar de los rasgos circunstanciales. Después, cree que la razón es que en la historia se mezclan menciones atribuidas a Flaminio Rufo (que Homero había puesto en boca de algunos personajes de la Odisea) con frases que sería ridículo dichas por Homero, pero no por Flaminio Rufo.
Si leer una obra como literatura es relacionarla con otras obras, contrastar y comparar la manera en que se crea sentido con la manera en que se crean otros, estamos aquí ante otra noción que ha sido importante en la teoría reciente: la literatura reflexiona sobre sí misma, es “autorreflexiva”, porque es literatura nutriéndose de literatura. Literatura pensándose en sí misma y sirviendo de material constructivo de nuevos textos.
De cualquier modo, la intertextualidad y la autorreflexión no son características distintivas de la literatura, ya que podemos verlas en otros textos que no son literarios. Lo que sí es característico de la literatura, es llevar a primer plano ciertos aspectos del uso del lenguaje y ciertas cuestiones sobre la representación que se pueden observar, también, en otros textos.
El cuento:
La obra “El inmortal”, pertenece al género épico – narrativo, subgénero cuento; esto se puede comprobar dado que presenta los rasgos que propone Liliana Oberti.
- Es un relato breve, de intensidad extrema, encaminado a obtener un efecto único o principal; en este caso sería buscar la inmortalidad.
- Volviendo a la brevedad del cuento, no depende de la cantidad de palabras o de hojas, sino de la estructura: - No indaga sobre otros temas, es más el cuento debe seguir paso a paso para lograr un efecto, y ese efecto, es el que tendría que atravesar una persona si quiere alcanzar la inmortalidad.
- Por otra parte, Obreti dice que el cuento podría situarse entre el poema lírico y la novela: - Se relaciona con lo lírico porque en su tratamiento verbal busca el efecto de contagiar un estado de conciencia particular y realizarlo con cierta intensidad, y en el caso de mi cuento, el narrador utiliza un lenguaje poético.
Se relaciona con la novela, porque cuenta una historia a partir de ciertos personajes, (Marco Flaminio Rufo), solamente que la historia no se ramifica.
El cuento da más importancia al tema que a los personajes (el tema es buscar la inmortalidad y todo lo que sucede al intentar conseguirla).
El relato posee una estructura de abismo, es decir, con distintas capas narrativas (un relato dentro de otro). Se lo puede dividir en tres niveles, con 3 distintas voces narrativas, los cuales los voy a identificar según corresponda a lo que está en el material de Maestro Jesús en el capítulo 5 del discurso narrativo:
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