CUENTO. AFERRADOS A UN VARON

AFERRADOS A UN VARON

Lo habíamos intentado de nuevo, mi esposa Amanda y yo tuvimos otro hijo pero no todo salió como yo quería ya que el día del parto yo me encontraba en silencio deseando con todas mis fuerzas que mi esposa diera a luz a un bello varón ya  siempre eh querido tener un par de varones pero hasta ahora solo eh conseguido tener 2 hijas, después de una larga espera los doctores me dijeron que ya tenía a otra niña, al enterarme de esto yo sentí una decepción enorme y un gran enojo ya que nuevamente mi sueño de tener un hijo había desaparecido.

Salí del hospital y corrí con mi viejo, desesperado y enojado le preguntaba por qué siempre que mi esposa se embaraza da a luz a una niña si yo siempre eh anhelado a un varón.

Él con su gran felicidad al enteraste que ya tenía a otra bella nieta me dijo que me tenía que tranquilizar porque no está bien que este tan enojado ya que no todo lo que se quiere en esta vida se puede conseguir y que uno debe de estar muy agradecido con Dios por lo que él nos da y más por darnos a un hijo sin importar su sexo ya que hay personas que desafortunadamente les es imposible sentir esa dicha.

Yo seguía con una gran decepción en mi corazón pero mi padre me dijo que tenía que dejar de aferrarme a tener un niño porque así lo único que hago es agarrar rencor hacia mis hijas y que ellas sientan que su padre no las quiere, mi padre decidió contarme una historia con el fin de tratar de cambiar mi forma de ser.

-Te contare la historia de las Juárez. Estas fueron 2 mujeres que vivieron a principios del siglo XX, ellas eran hijas de don Crescencio Juárez un ascendado de los más ricos de esa época, él se casó con doña Alicia mujer sumamente abnegada y don Crescencio siempre daba a conocer su machismo. Una vez que se casaron y al dar a luz doña Alicia a su primer hijo empezaron los problemas ya que don Crescencio quería que este fuera varón cosa que no sucedió ya que nació Juana la cual era una niña muy hermosa pero esto no le importo a Don Crescencio ya que él decía que las viejas no servían para nada, únicamente para tener chamacos y para atender al hombre por tal motivo nuevamente se embarazo doña Alicia y nuevamente dio luz a otra mujer llamada María que era igual de hermosa que su hermana, esto enfureció a Don Crescencio y le dijo a su esposa que ni para dar vida a un hombrecito servía, así a partir de ese momento Don Crescencio decidió tener relaciones con muchas mujeres, conforme fue pasando el tiempo Don Crescencio se dio a la tarea de darles mala vida a sus tres mujeres y siempre les recordaba que mientras el viviera jamás iba a entrar un hombre a esa casa.

Ya más grandes María y Juana empezaron a llamar la atención de varios caballeros pero tal como lo prometió Don Crescencio él se encargaba de espantárselos por las buenas o por las malas

En cierta ocasión don Crescencio noto que Juana empezó a cambiar mucho ya que constantemente quería ir a caminar al pueblo sola, incluso inconscientemente y que estaba enamorada, empezó a darle menos atenciones a su padre, este empezó a averiguar qué era lo que pasaba y se enteró de la noticia que Juana se estaba viendo con un joven llamado Fernando, persona que también pertenecía a una familia acomodada, eso no le importo a Don Crescencio y por unos cuantos pesos que ofreció a sus trabajadores lo mando a matar, esto fue un golpe muy fuerte para Juana a tal grado que decidió quitarse la vida. Don Crescencio lejos de sentirse avergonzado continúo con su comportamiento de no permitir que alguien se le acercara a su otra hija.

María a partir de la muerte de Juana quedo sumamente destrozada inclusive a todo hombre que se le acercaba ella inmediatamente lo rechazaba hasta que un día aparece Pedro y le llamo tanto la atención de cual hermosa era María que constantemente provocaba encontrarla hasta que un día acepto platicar con él y le conto la historia de cuál era el comportamiento de su padre.

Un día fue Pedro a la casa de María y decidió hablar con don Crescencio, a don Crescencio le causo tanto disgusto este encuentro que cayo postrado en cama a causa del enojo. Transcurrieron los meses y María se sentía culpable por lo que le había pasado a su padre y por más que Pedro trato de convencerla de que su padre no la quería y que solamente la había estado utilizando, para María todas estas palabras de Pedro no le importaban aun y cuando amara a Pedro, por tal motivo tomo la determinación de decirle a Pedro que desapareciera de su vida a lo que Pedro contesto que si ella lo rechazaba él se iría para jamás volver y así fue, María nunca supo de su paradero.

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