Diálogos entre un numen y tal vez otra Calíope
SorianosofiaTrabajo3 de Noviembre de 2017
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DIÁLOGOS
ENTRE UN
NUMEN Y TAL
VEZ, OTRA
CALÍOPE
DEDICATORIA
No soy la mejor escritora, siquiera una real, pero, aprecio todas las palabras alentadoras que recibí de tu parte, porque por personas como tú es que sigo haciendo esto que tanto me gusta.
Mi primera novela ahora es tuya, sólo para ti, escrita con amor, con mucha dedicación y editada para que poseas la única copia, la original.
No es lo más excéntrico y maravilloso que recibirás este día o en tu vida, pero, prometo que estará cerca de los regalos con la mayor cantidad de sentimientos sinceros, ya que estoy dándote una parte de mí, algo importante que he logrado con varios días de esfuerzo, porque lo mereces y en esta etapa que estas alcanzando distintos niveles de madurez podrás descifrar cada uno de los mensajes e interpretaciones en las oraciones de esta historia.
Para Christian Omar Ulloa Martínez
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Andrea Sofía Hernández Soriano
PRÓLOGO
“La vida oscila, pues, como un péndulo entre el sufrimiento y el tedio”.
–Schopenhauer
Tratar de crear un concepto de amor que encierre cada una de las peculiaridades que éste contempla, son no muy lejos, razonamientos que parecen auténticos dislates.
La colectividad actual procura sólo detenerse a darle definiciones y colores a las cosas, porque comprender está por encima de sentir, y nos desvanecemos en medio de nosotros mismos, desde mi percepción, es lo que ha generado que no nos soportemos en ocasiones unos con otros y que nos desconozcamos internamente.
Sentir está por encima de lo que sea aunque no lo queramos aceptar, es por ello que las buenas o malas acciones tienen una justificación válida en los sentimientos de una persona específica hacia otra.
El concepto de amor, o mejor y más propiamente dicho, la percepción de amor puede variar según el punto de vista individual o de la cultura en la que se desarrolle. La filosofía sostiene que el hombre siempre va a obligarse a sí mismo a buscar el amor y el placer en un mismo sitio, y a comprender la concepción del término que más le satisfaga.
Y amar a nuestro exclusivo espíritu gemelo es lo poco puro que podemos vivir aun si éste proviene de donde menos esperamos.
HN.
-S.S-
GLOSARIO INTRODUCTORIO
NUMEN
Inspiración que siente el artista y que estimula o favorece la creación o la composición de obras de arte; esta inspiración suele representarse personificada.
"el numen del pintor le dictaba imágenes de penumbra y miseria".
CALÍOPE
Mitología. Una de las nueve musas: la que figura en primer término en la teogonía, la más poderosa y la más augusta. Es la musa de la elocuencia y de la poesía épicas, a la que se dirigían preferentemente los poetas invocando su inspiración. Es casi igual al mismo dios Musageta a quien parece disputar la dignidad de jefe del coro de las musas, sin que por esto hubiera hostilidad entre ellos.
Su identificación e iconografía
Calíope se la considera protectora de la poesía épica, y suele aparecer caracterizada con una corona de laurel y una trompeta.
Fuentes:
https://www.ecured.cu/Cal%C3%ADope
https://www.google.hn/search?
DIÁLOGOS ENTRE UN NUMEN Y TAL VEZ, OTRA CALÍOPE
-Capítulo 1-
ELLA. —Extraño sus susurros en mi oído y como éstos rápidamente llegan a la parte derecha de mi cerebro, como si las células estuviesen ya listas para captar su delicado sonido, esas tenues vibraciones. Me encantaba cuando lo hacía, aunque en ocasiones sólo brincaban a mi mente como repentinas.
Tiene varios meses de haberse escondido aquí, justo en la realidad de todos, no pudo escoger otro lugar, hay tantas dimensiones para él, y tuvo que escoger esta, —suspiró —.
Huyó velozmente después de escuchar como ignoraba lo que antes me resultaba tan importante, y no lo culpo, aunque, ¿Para qué desperdiciaría mi tiempo hablando o sintiendo cosas tan absurdas, como por ejemplo, el amor?, de igual manera, ya a nadie realmente le interesaba eso.
ÉL. —La conocí un lunes alrededor de la una de la madrugada, se veía tan triste, como aturdida; pero, bella al fin. Traía el cabello suelto, era largo y castaño, un poco menos brillante que ahora, ahora, simplemente cambió, empero, eso no elimina el brillo en sus ojos, tiene una mirada que desata demonios.
Me dirigí a ella con cautela, no quería que se percatara de mí tan rápido. La invité a sentarse en la cama, no obstante, como siempre, accedió, sólo que no bajo mis términos —suspiró—. Recostó levemente la espalda sobre la almohada apoyada en la pared y ahí comenzó todo. No escribió justo lo que le dije, le dio sentidos nuevos a las palabras comunes, no era una buena redacción, no, la verdad era muy mala, sin embargo, tenía talento; ya saben, iniciar de cero, nunca es fácil.
Estuve haciéndola sentir bien con mis visitas, que después se volvieron una rutina nocturna. No tardó mucho tiempo en conocerme y saber cómo manejarme a su antojo. Sonreía y continuamente halagaba el sonido de mi voz aunque no distinguía a que se asemejaba y yo, pues, disfrutaba verla escribir, me brindaba cierto placer.
-Capítulo 2-
ELLA. —Pasaron varios días de estar escribiendo sin que nadie lo notara, pese a que eso no me afectaba, sentía como si quisiera compartirlo con alguien, no es como si la sociedad se percatara de mi presencia. Siempre he sido de muy pocos amigos, conocidos muchos, en grandes cantidades, pero, amigos no.
Luego me reí de mi misma, no a carcajadas, me creerían loca. Llegué a tomarle una importancia menor a cero, él estaba ahí para mí, mi Numen (reconozco que me gusta más llamarlo así, bajo el seudónimo de “Él” no lo puedo denotar como mío, y nombrarlo me hace sentir que sí lo es, mencionar su nombre me hace sentir comodidad, una buena, no me malinterpreten) y es todo lo que en ese momento me era sustancial; sin él yo no era capaz de hacer lo que tanto amaba, me permitía y aún me permite desahogar todos mis sentimientos, mi conmoción, mi sustantividad a través de algo para lo que estoy llegando a creer que tengo habilidad.
Supe inmediatamente que era un hombre, no sé por qué ni cómo, sólo sé que me fascinaba la idea.
Solía imaginármelo, soñando, y a veces sólo cerrando mis ojos cuando me encontraba sola. Era alto, delgado, sin embargo, robusto; su boca —Inhaló— eran ambos labios del mismo grosor, tan saludables, tentadores (elevaban mis ganas de pertenecerle más que en mente) —exhaló—; tenía ojos grandes, negros, nunca había visto unos ojos así, su mirada te consumía.
Hubo un día que me invitó a sentarme en la cama (piensa que no lo recuerdo, estoy segura, pero, ¿cómo iba a ser posible que fuese una casualidad?, no, lo estuve esperando tan ansiosa), justamente el primer día que comencé a escribir, era bastante posesivo y no niego que me atraía como también llevarle la contraria, era emocionante, en fin, hablo como si estuviera enamorada, es una tontería, imaginar imposibilidades ya se me está haciendo una pésima costumbre.
ÉL. —Por alguna razón empecé a sentir que ocultaba que me quería, quiero presumir que así era, pero no lo sé.
Cada momento que transcurría en ese reloj frente a su cama era crítico, en lugar de estar trabajando en ideas para sus historias, estaba pensando en ella, no sé por qué ni cómo, pero, la imaginaba abrazándome, aun besándome, infiltrándonos uno en el otro, coincidiendo en más de una vida.
-Capítulo 3-
ELLA. —Ese momento nunca lo olvidaré. Llegó un vecino nuevo a la comunidad, bastante impresionante, no él en sí, sino, la manera en que su físico parecía salido de mi imaginación, una perfecta materialización de Numen, a excepción de que esto era mejor, era real. Era muy extraño verlo ahí, platicando con mis padres. Lo veía a través de la ventana de la sala, ésta es perfecta para ver la calle de enfrente. No hace falta mencionar que la torpeza que te invade cuando es el momento menos oportuno me acompañó justo en ese instante, accidentalmente empujé con mi espalda un jarrón inmenso que conserva mi mamá desde que nos mudamos, el ruido de mi intento de detener que se rompiera contra el piso de cerámica hizo que me descubrieran viéndolos. Me paralicé alrededor de diez segundos, él solamente me sonrió y se fue, ¡Vaya sonrisa!
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