HISTORIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA III

PROFESORADO EN LENGUA Y LITERATURA – INSTITUTO N 42 “LEOPOLDO MARECHAL”.

HISTORIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA III

 Bea, Eliana Soledad

CONSIGNA: Elaborar un texto (entre 40 líneas) que analice la relación entre el Quijote y Sancho Panza a partir de los ejes propuestos por Todorov y la dicotomía quijotización/sanchificación.  

 El siguiente análisis se propone a manifestar la relación entre Don quijote y Sancho Panza en la obra de Cervantes. Dicha relación puede identificarse por el conflicto de la alteridad que ofrece el historiador francés Todorov.  Así poder realizar un análisis de cómo estos personajes se fueron vinculando y finalmente, entrar en un proceso de dicotomía de quijotización y sanchificación. Podemos observar gran constraste en ambos personajes. No obstante, a medida que avanza la obra, se entremezclan sus cualidades uno del otro; siendo así que Quijote se vuelve más realista de tanto que Sancho le enseña (Sanchificación), y Sancho comienza a ver el mundo con una mentalidad más fantasiosa (Quijotización). 

 En el texto de Todorov, “La conquista de américa” se distinguen tres ejes. En primer lugar, hay un juicio de valor (un plano axiológico): el otro es bueno o malo, lo quiero o no lo quiero, en términos morales. En segundo lugar, está la acción de acercamiento o de alejamiento en relación con el otro (un plano praxeológico): adopto los valores del otro, me identifico con él; o asimilo al otro a mí, le impongo mi propia imagen; entre la sumisión al otro y la sumisión del otro. En tercer lugar, el plano epistémico, que es la neutralidad, o indiferencia, conozco o ignoro la identidad del otro.

 Desde el punto de vista epistémico tiene que ver en cómo se conoce al otro, en cómo Don Quijote se encuentra camino a la aventura y a los encuentros con otros personajes. Un claro ejemplo, en los primeros capítulos de la obra, Quijote en este tiempo solicitó a un labrador vecino suyo, hombre de bien y pobre, pero de muy poca sal en la mollera. Tanto le dijo, tanto le persuadió y prometió, que el pobre villano se determinó de salirse con él y servirle de escudero. (cap. VII) 

   Don Quijote persuadió al labrador Sancho Panza y prometió que le daría una ínsula.

 En el Capítulo XI, podemos observar que se van adoptando valores del otro, es decir, en un plano praxeológico, en una aproximación y asimilación de la otredad en un nivel de igualdad.

Don Quijote le dice a Sancho Panza: “…que aquí a mi lado y en compañía desta buena gente te sientes, y que seas una mesma cosa conmigo, que soy tu amo natural y señor; que comas en mi plato y bebas por donde yo bebiere: porque de la caballería andante se puede decir lo mesmo que del (amor se dice): que ftodas las cosas igualan.  

  En la otredad del Quijote se pude decir que todos lo que rodean al quijote desde un plano axiológico, lo consideran desde un primer momento un “loco” en términos morales. En cuanto a Sancho, la primera motivación de salir a la aventura es la promesa de una ínsula, dicho deseo de motivación también hace de Sancho un ser “loco”, ya que Sancho no pone en duda la promesa de su señor.  

     Es ahí donde comienza la problematización, a partir del otro, la otredad. Cómo se da la relación entre uno y otro, y cómo se construye esa otredad. En este caso se van asimilando.

 A medida que avanza la obra, estos personajes atraviesan muchas aventuras, por ende, pasan mucho tiempo juntos. Esto hace que ambos se contagien no solo la forma de hablar sino también la de ver el mundo e incluso sus propios objetivos. Es en la segunda parte de la obra donde se manifiesta la sanchificación y quijotización de los personajes.

 En el capítulo X, Quijote empieza a ver la realidad tal cual es y en cambio serán los que lo rodean quienes le crearán un mundo de fantasía. Don Quijote manda a Sancho a buscar a Dulcinea, pero se encuentra con tres labradoras y este le quiere hacer creer que una de ellas es Dulcinea. A lo que Don Quijote le dice: -yo no veo, sino a tres labradoras sobre tres borricos…que es tan verdad que son borricos o borricas, como yo soy Don Quijote y vos Sancho Panza; a lo menos a mi tales me parecen. Aquí, Don Quijote va dejando poco a poco esas actitudes de caballero de novela y sus aventuras se van desvaneciendo ya que se da cuenta que la realidad se hace presente (sanchificación).

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