Amor Antes, Durante Y Después De La Lluvia

Amor antes, durante y después de la lluvia

( Rafael R. Valcárcel )

Me llamó la atención él, por su forma de mirarla, como si no fuese una desconocida que veía por vez primera, pero así era. Él había subido en la misma estación que yo y estaba solo.

Recién en la siguiente parada, ella entró al autobús y no se percató de su presencia, pese a que se sentó junto a él. Después, sacó de la mochila un dossier de ilustraciones. Él, como ya dije, la miraba, como si evocase un centenar de momentos compartidos: el otoño en que la lluvia los llevó a refugiarse en el mismo lugar, la excusa para hablarle, un número de teléfono, los días de dudas, la timidez de él para invitarla a salir, los silencios de ella para retrasar la cita, el recital en el que coincidieron, el beso, los besos, las confesiones, los descubrimientos, cenas de dos, reuniones, compromisos, el compromiso, hijos y deseos de seguir soñando. ¿Y si únicamente le recordase a un antiguo amor? O quizá, sin aguzar tanto la memoria, ella era la silueta vacía de sus anhelos, de esa ilusión latente que lo mantuvo despierto, de un desenlace feliz que ya había vivido durante cada noche de insomnio.

Yo no tenía pensado tomar un autobús, ella tampoco. Afuera había dejado de llover. Le pregunté si las ilustraciones eran suyas.

Amor antes, durante y después de la lluvia

Rafael R. Valcárcel

La lectura causo en mi una sensación de cariño, pues el chavo desde el momento en que la vio le llamo la atención, ella se sentó junto a él mientras sacaba unas ilustraciones de su mochila, sin notar la presencia de él, en ese momento se imagino toda una serie de sucesos que juntos podrían compartir, desde toparse mientras se refugiaban de la lluvia, hasta compartir compromisos, hijos y seguir soñando juntos.

Se hace un cuestionamiento de si la chava solo le llama la atención por el hecho de recordarle a un amor, o si en realidad era otra cosa.

Se menciona que ellos no tenían pensado tomar el autobús, en mi opinión fue solo que se toparon con la persona indicada en el momento indicado, el no dejo pasar más tiempo e izo comenzar una charla preguntando si las ilustraciones eran suyas. La mayor sensación en mi fue que no hay que dejar pasar tiempo ni momentos, pues no sabes si se vuelva a presentar una oportunidad como la que dejas pasar.

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