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Análisis Semiótico Del Popo Vuh


Enviado por   •  20 de Marzo de 2014  •  1.703 Palabras (7 Páginas)  •  837 Visitas

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ANÁLISIS SEMIÓTICO DEL POPOL VUH

A pesar de la complejidad y extensión del estudio de la semiótica, mi esfuerzo en este trabajo va encaminado a explicar con ejemplos, algunos conceptos propios de la semiótica a través del análisis simbólico del Popol Vuh.

Para empezar, transcribo el primer párrafo del Popol Vuh, texto objeto del análisis:

“Esta es la relación de cómo todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la extensión del cielo. Esta es la primera relación, el primer discurso. No había todavía un hombre, ni un animal, pájaros, peces, cangrejos, árboles, piedras, cuevas, barrancas, hierbas ni bosques: sólo el cielo existía. No se manifestaba la faz de la tierra. Sólo estaban el mar en calma y el cielo en toda su extensión. No había nada que estuviera en pie; sólo el agua en reposo, el mar apacible, solo y tranquilo. No había nada dotado de existencia. Solamente había inmovilidad y silencio en la obscuridad, en la noche. Sólo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, los Progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad. Estaban ocultos bajo plumas verdes y azules, por eso se les llama Gucumatz. De grandes sabios, de grandes pensadores es su naturaleza.” (Popol Vuh traducción de Adrian Recinos cap.1)

Para analizar lo que Humberto Eco llama las condiciones de comunicabilidad y compresibilidad del mensaje contenido en el texto arriba transcrito, es preciso ubicarnos en el entorno cultural de la civilización maya y sus mitos que inspiraron el origen y la creación del mundo. Desde el punto de vista semiótico, los campos semánticos “todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio; todo inmóvil, callado”, y vacía la extensión del cielo” constituyen una cadena de unidades culturales, cuyo significado, a pesar del tiempo trascurrido desde la traducción del Popol Vuh, ha permanecido invariable; es así como, por ejemplo, la unidad cultural “silencio” aunque en el diccionario de la RAE da varios significados: 1) Abstención de hablar. 2) Falta de ruido. 3) Falta u omisión de algo por escrito. 4) Pasividad de la Administración ante una petición. 5) Toque militar. 6) Pausa militar. en el Popol Vuh, denota quietud, refiere a la nada, a lo inmóvil del espacio vacío que era el universo antes de la creación del mundo.

Analizando las condiciones de codificación y descodificación necesarias para comunicar y comprender el mensaje y las señales que se dibujan en la mente del destinatario, este mensaje transmite el significado de que el mundo estaba vacío y que fue gracias a las divinidades y sus poderes sobrenaturales que el mundo se pobló. Estas acepciones son consideradas unidades culturales aceptadas por la civilización maya. Semióticamente no reviste importancia considerar si el enunciado “todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio; todo inmóvil, callado”, y vacía la extensión del cielo” es verdadero o falso. Aquí lo que interesa es que los códigos en esta frase, dentro de la civilización maya connotaban verdad histórica y hoy en día, está idea del origen del mundo connota un mito, una leyenda. Pues como bien lo dice Eco: “La Semiótica de ocupa de los signos como fuerzas sociales” (La Estructura Ausente 59) los códigos culturales de la civilización maya, transmitidos mediante, glifos, rituales, danzas, ceremonias y palabras denotan la manera cómo vivían; es decir son los signos referentes de una cultura que a través de la comunicación por medio de unidades culturales desarrollaban su vida social.

La convención cultural del mito Popul Vuh sobre el origen del mundo y que en el contexto social de la civilización maya es aceptado por la importancia que dan a la armoniosa relación cosmos-hombre- divinidad, semióticamente está plagado de signos que son entidades abstractas, lo que equivale a decir que sus referentes son símbolos propios que no son otra cosa que unidades culturales.

Siguiendo con el análisis simbólico del Popol Vuh, de acuerdo con los fenómenos culturales de la época, es preciso referirnos al interpretante; para Eco, es lo que garantiza la validez al signo, lo que causa el signo en la mente del intérprete. Las ideas que surgen frente a la experiencia de conocer los signos.

Para analizar el interpretante, tomo la unidad cultural “Sólo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, los Progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad” podríamos decir que este significante lleva al intérprete a imaginar diversos significados o lo que Pierce llama interpretantes:

1) La omnipotencia que revestía a los dioses en la cultura maya.

2) Los poderes sobrenaturales de los dioses.

3) La importancia de los preceptos impartidos por los dioses.

4) La presencia de una fuerza superior a los humanos.

De esta manera se pueden ejemplificar la diversidad de símbolos existentes, desde un ángulo semántico, con diversidad de connotaciones propias de la cultura y del proceso de comunicación de este pueblo.

Es esta esencia mítica tan profundamente ligada al desarrollo de las culturas ancestrales la que permite trascender las ideas, percepciones y razonamientos sobre el origen del universo, el papel de

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