Aprender A Aprender
maleny144 de Octubre de 2012
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APRENDER A APRENDER
El aprendizaje no se concibe como una recepción pasiva, sino como una búsqueda personal que nace de las propias motivaciones, de la propia responsabilidad, dentro del corazón de cada persona.
Aprendemos con el corazón a reaccionar frente al mundo que nos envuelve, casi como si fuera nuestra propia piel.
Aprendemos con el corazón a sentir miedo, a huir de nosotros mismos, a evadir nuestra realidad más inmediata: la de nuestro propio yo.
Aprendemos con el corazón a descubrir que el compromiso autoeducativo es liberador cuando surge como respuesta a las múltiples preguntas que nos plantea la vida.
En el camino con corazón de la liberación personal seguimos empeñados.
Aprender a aprender es aprender a cambiar, sin miedo, con coraje y con decisión. Sin prisas, pero sin pausas.
-Guillermo Michael-
APRENDER A APRENDER
-G. Michael-
Propósito. Apoyar el proceso de aprendizaje pretendiendo que no se conciba como una recepción pasiva de conocimientos e ideas, sino como un compromiso de búsqueda personal.
CONTENIDO
Introducción
1. El proceso de aprendizaje
2. Un método para aprender
3. Limitaciones y obstáculos
4. Reflexionar, relacionar y pensar
5.Construir un ambiente de aprendizaje.
INTRODUCCIÓN
Una de las actividades humanas más apremiantes y antiguas es aprender. El hombre ha estado sometido a un largo proceso de aprendizaje desde su nacimiento hasta su muerte. Se dice que hemos aprendido a "gozar y sufrir", así como a "soñar y realizar", pero tal vez lo más importante es que podemos aprender a ser nosotros mismos.
La actitud de aprender es una actividad fundamental durante toda nuestra vida. Sin embargo, lo importante en el aprendizaje es descubrir nuestro propio sistema y llegar a vernos como nuestros propios profesores, consciente y responsables del proceso educativo.
1. EL PROCESO DE APRENDIZAJE
Como ahora hay maestros y alumnos, el alumno preguntó a la pared ¿qué es la sabiduría? y la pared se hizo transparente.
-Jaime Sabines-
¿Qué es el aprendizaje?
Así como el alimento no nos aprovecha si no llegamos a asimilarlo, es decir, a hacerlo nuestro, tampoco las situaciones o experiencias vividas no servirán de nada si no las incorporamos a nuestras vidas.
Lo importante en el aprendizaje no consiste en tener experiencias, sino en vivirlas de tal forma que puedan ser asimiladas e incorporarlas a nuestra vida. Se dice que aprender es cambiar y, en algunos casos, consiste en desaparecer lo aprendido, para adquirir nuevas habilidades y aptitudes.
En síntesis, aprendizaje es el proceso mediante el cual se obtienen nuevos conocimientos, habilidades o actitudes, a través de experiencias vividas que producen cambio en nuestro modo de ser o actuar.
Experiencias y aprendizaje
Es comprensible que toda experiencia pueda producir -si la vivimos con profundidad- algún tipo de aprendizaje. Sin embargo, tendremos que tomar en cuenta que ciertos aprendizajes se dan únicamente bajo ciertos tipos de experiencias como:
En primer lugar, por el condicionamiento, esto es, cuando dos eventos o situaciones se asocian de tal manera que la aparición de uno produce la reacción propia del otro.
En segundo lugar, aprendemos por ensayo y error. Observe que las soluciones correctas se van grabando en la memoria, se fortalecen, mientras que otras se eliminan, mediante la confrontación que hacemos entre la práctica y los resultados obtenidos.
En tercer lugar, aprendemos por comparación. Por medio de la práctica reflexionamos, para ser conscientes de las consecuencias que dan ciertas circunstancias.
En cuarto lugar, se aprende por imitación. Este aprendizaje supone la existencia de un modelo, ejemplo o demostración.
Pero para producir mejoría o innovación tanto en el estilo como en la tecnología es necesario recurrir al tipo de aprendizaje de conceptos, ideas, principios y teorías. Esto se logra mediante la comunicación y el contacto con quienes han abierto brecha en el camino sinuoso y laberíntico de la historia.
En síntesis, aprendemos por experiencias diversas: acertadas o desacertadas. De aquí la importancia de intentarlo todo. Tener que arriesgarnos al fracaso y, entre otras cosas, aprender a hablarnos a nosotros mismos; sólo así podremos superar las ideas convencionales de lo posible.
Aprendizaje y motivación
No importa la edad o el sexo, ni las condiciones socioeconómicas para aprender. Si sentimos miedo de cometer errores, pensemos en aquellos que han logrado aprender lo aparentemente imposible.
La motivación es importante en el aprendizaje y puede definirse como la fuerza interior que impulsa a una persona hacia el logro de un objetivo. Todo aprendizaje requiere de esa fuerza, pues si hay interés, el aprendizaje se hace más participativo, más efectivo, más entusiasta.
Si reflexionamos un poco, podremos captar que los animales aprenden, pero los seres humanos somos los únicos capaces de compartir nuestras experiencias de éxito o fracaso, de gusto o dolor y de dirigir consciente y voluntariamente nuestra actividad de aprendizaje.
Objetivos del aprendizaje
Una actitud dinámica durante el proceso de aprendizaje consiste en mantener la claridad y jerarquía de los objetivos. Sin esta actitud es imposible establecer un sistema de autoevaluación objetivo y eficiente.
Si estamos convencidos que aprender es valioso, debemos preguntar:
¿Qué pretendo?
¿Qué quiero aprender?
¿Dónde lo aprendo?
¿Quién lo enseña?
¿Cómo voy a lograrlo?
¿En qué momento lo hago?
¿Cuándo lo quiero aprender?
Si planteamos nuestros objetivos por escrito y los revisamos diariamente será más fácil evaluar, por nosotros mismos, los resultados que vamos obteniendo.
Ante cada hecho experimentalmen-te vivido o leído, deberíamos plantearnos:
¿Qué me enseña esto?
¿Me conviene profundizar?
¿Por qué?
¿Cómo?
Al proceder de esta manera podremos ver que nuestros objetivos no son una meta ideal, inalcanzable, sino algo que va tomando forma y cuerpo, con amor, paciencia y disciplina.
2. UN MÉTODO PARA APRENDER
Solo la verdad que edificas es verdad para ti.
-Soren Kierkegaard-
El proceso educativo requiere que nadie piense por nosotros, ni hable por nosotros, ni actúe por nosotros. Desde esta perspectiva la educación consiste en un proceso de liberación -de autoliberación- individual, grupal y social, y no la mera transmisión de "conocimientos", de los que se nos examinará en función de cuánta información memorizamos.
Memoria y atención
Recordar acontecimientos pasados, evocar experiencias vividas, retener lo aprendido para sacarlo a la luz cuando sea necesario, esto es la memoria. Cuanto mejor organizada esté nuestra memoria, resultará más eficaz y poderosa.
Sin embargo, también debemos ejercitar la atención, pues recordamos sólo aquello en que fijamos nuestra atención, lo que repasamos y repasamos en nuestro interior, lo que rumiamos mediante la reflexión, tratando de encontrar las relaciones múltiples de un hecho con otro aparentemente desconectado.
Para fijar la atención ¡viva!, ¡viva! sus experiencias, ya que cuanto más vivencial -significativo- sea lo que aprende, menos lo olvidará. Las siguientes sugerencias ayudan:
a. Comprender
Cuando las cosas carecen de significado, de sentido para nosotros, es imposible recordarlas. De la misma manera los conocimientos recientemente adquiridos pueden huir de nosotros si no tienen significado vital. Por esa razón, es aconsejable agrupar hechos e ideas en un conjunto, en un sistema significativo.
b. Repasar
Más que hablar de "re-pasar", debería hablarse de "re-pensar" los conocimientos adquiridos, ya que si no volvemos a repetir y alimentar nuestra memoria, una y otra vez, corremos el riesgo de olvidarlo todo con el simple paso del tiempo. En consecuencia, resultará muy útil un repaso de lo que deseamos aprender dentro de las primeras 12 horas. Un segundo repaso a las 48 horas. Un tercero a la primera semana, otro al mes..., y así periódicamente.
c. Usar claves nemotécnicas
Desarrolle su propio sistema de memorización, mediante el uso de palabras-claves y de símbolos visuales, que le permitan recordar conjuntos de ideas o detalles importantes.
d. Programar el aprendizaje
Conviene más estudiar frecuentemente por períodos cortos y no tratar de aprender toda una materia en 24 horas. El estudio repartido a lo largo de los días, resulta más eficaz que una sesión intensiva de 12 horas. Es semejante a comer bien durante todo un mes que tratar de digerir toda la comida en un día.
e. Concentración
Descubra
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