Aprendiendo A Manejar Mis Finanzas

La biblia en el evangelio de Lucas, habla sobre la parábola del hijo prodigo;

Dijo además: —Un hombre tenía dos hijos.

El menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde.” Y él les repartió los bienes.

No muchos días después, habiendo juntado todo, el hijo menor se fue a una región lejana, y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.

Cuando lo hubo malgastado todo, vino una gran hambre en aquella región, y él comenzó a pasar necesidad.

Entonces fue y se allegó a uno de los ciudadanos de aquella región, el cual le envió a su campo para apacentar los cerdos.

Y él deseaba saciarse con las algarrobas que comían los cerdos, y nadie se las daba.

Entonces volviendo en sí, dijo: “¡Cuántos jornaleros en la casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!

Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y ante ti.

Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.”

Se levantó y fue a su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre le vio y tuvo compasión. Corrió y se echó sobre su cuello, y le besó.

El hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.”

Pero su padre dijo a sus siervos: “Sacad de inmediato el mejor vestido y vestidle, y poned un anillo en su mano y calzado en sus pies.

Hoy en día, pasa exactamente lo mismo, nuestros padres nos dan dinero, dinero que anhelamos y al cual muchos están acostumbrados, los jóvenes no sabemos cómo administrarlo y lo derrochamos comprando cosas que a la larga resultan completamente innecesarias. Pasa un tiempo y nos quedamos sin dinero, entonces llegamos con nuestros papás y les pedimos más dinero, o que nos compre aquello que realmente necesitamos y que no compramos; oviamente nuestros padres se molestan, pero saben que lo necesitas asi que igual te lo compran.

Los jóvenes somos propensos y estamos acostumbrados a quedarnos sin dinero; Los padres por quererle hacer un bien a sus hijos, comienzan a darles dinero desde muy pequeños, niños de 4 años que no necesitan dinero, los vemos con 10, 20 quetzales diarios, y sobre eso traen además refacción, ¿En que un niño de 4 años podría gastarse Q.20? Los padres dicen: “Esque yo le estoy enseñando a mi hijo a manejar dinero porque sino después no saben ni siquiera contar un vuelto”, pero en realidad lo que nos enseñan es a gastar y no a manejar el dinero, siendo honestos lo que menos hacemos es ahorrar, no importa cuanto dinero nos den, son raros los jóvenes que ahorran pensando en el día en el que ya no tengan dinero, y es que el dinero es de nuestros padres, nuestro no es, en cualquier momento puede pasar lo que menos nos imaginamos y quedarnos solo con Q.5 mensuales, no sabemos en que momento nuestros padres podrían tener problemas económicos, si hoy están bien, mañana no lo sabemos.

Hay jóvenes a los que sus padres no les dan nada de dinero, eso también es malo, porque entonces cierto no gasta, pero tampoco maneja, y no invierte, no aprende a ser productivo.

Lo ideal es tener un balance, si tenemos la bendición de que nuestros padres nos den dinero, entonces debemos invertirlo, aprender desde ya a ser productivos. Si hoy tu no ahorras, mañana tampoco ahorraras, hoy dices que no lo necesitas, pero los hábitos de hoy son las bendiciones de mañana. Lo ideal es tener una cuenta en el banco, sean Q20 o sean miles de quetzales los que ingresemos, los bancos tienen una taza de interés sobre lo que ahorras. Nosotros debemos comenzar a conocer que no todos los bancos son buenos, por ejemplo, es ilógico que un banco ofrezca una taza de interés del 25%, porque entonces el banco quebraría, algo malo te pasara.

Debemos aprender a conocernos a nosotros mismos, antes de gastar o

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