ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Astutos En Las Redes


Enviado por   •  30 de Enero de 2012  •  519 Palabras (3 Páginas)  •  323 Visitas

Página 1 de 3

A los astutos independientes se les veía con menos regularidad por las plazas de los pueblos, las ciudades parecían vacías y como pueblo fantasma, un alma no vagaba por las calles. Aquello era digno de ser contado en un desierto, en una noche mustia o hasta en un entierro. Una grave enfermedad se había apoderado de miles y miles de personas, sus síntomas comunes eran notorios a los tres meses: párpados caídos, frente enjutada, dolor en las articulaciones, ceguera y extremada pérdida de las facultades sociales.

La persona infectada evitaba moverse entre grupos que respirasen su mismo aire, evitaba a toda costa un estrechón de manos, un abrazo o un beso. Todo aquello parecía sacado de una película de ciencia ficción. Al principio la gente no se lo tomaba en serio, decían -una moda más- esto es típico de los jóvenes que quieren llamar la atención.

Prontamente el cementerio de la localidad almacenaba por millares los cerebros de los infortunados, sus cuerpos eran incinerados para con las cenizas lograr hacer diamantes que luego se empotraban en anillos de compromiso. Aquel lugar se había vuelto insuficiente, comúnmente se veían desfilar decenas de solicitudes para apartar un lugar en la última morada, en el nicho sagrado.

¿De quién era la culpa? Tal vez del cara de libro. Pero eso nadie lo sabía, o simplemente se limitaban a expresar algún comentario, tarde o temprano la “peste” como ya era calificada acabaría con la mayor parte de la población. Por cualquier calle que se cruzare las manchas provocadas por estigmas azules dejaban entrever la ferocidad con que atacaba a sus víctimas aquella trágica enfermedad.

Muy pronto el vecindario, pueblo, país y mundo se desolaba para poblar cementerios. Los que creían ser entendidos en la materia del control de pestes se fundían como queso a la sartén, sus dedos pasaban a formar parte de un teclado ergonómico y los síntomas se comenzaban a manifestar.

Nadie podía ya detener la ola de soledad que abatía a miles de ciudadanos, encerrados en sus cuartos en o en las salas de sus casas, morían lentamente frente a la pantalla de un ordenador o de cualquier aparato que pudiese trasladar los datos con imágenes que animaba a la “peste” a retomar fuerzas día con día.

Indudablemente, ya nada sería igual. La amistad para el caso terminaría siendo una pila de aceptaciones que se amontonaban en fardos dentro de una bodega sin luces; allí era imposible distinguirlos. No había vida para nadie, todo era de todos y solo unos pocos no tenían Facebook. Pero todo ello era propio para que los astutos independientes rindieran sus cerebros al cementerio de la soledad, al panteón del olvido, al jardín de la mentira y falsedad.

Por: Marco Avelar

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (2.8 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com