BARANOA Y LA EVOLUCIÓN DE SU CARNAVAL

BARANOA Y LA EVOLUCIÓN DE SU CARNAVAL

El festejo anual de las festividades del carnaval en Baranoa ha venido logrando la integración cada vez en mayor medida de la comunidad a los diferentes eventos que se realizan, tales como el carnaval del recuerdo, la noche de garabato, la guacherna, el carnavalito de los niños y, entre otros, el reinado del cadillo. La generación actual de niños, jóvenes y adultos no mayores de 30 años, sólo han vivido el esplendor del carnaval baranoero desde los inicios de su despliegue más no lo que fue el carnaval de hace 30 años hacia atrás.

Hoy en día el entusiasmo y la integración de la gente al festejo de los diferentes eventos han desbordado los límites de la participación ciudadana; es hermoso contemplar la multitud de coterráneos, habitantes de los municipios circunvecinos y de la ciudad de Barranquilla que se aglomeran en las diferentes calles por donde se realizan los recorridos de las diferentes celebraciones. Esa euforia del pueblo por su carnaval no se vivía 30 años hacia atrás, se puede afirmar con toda seguridad que el festejo que logró despertar el sentir folclórico-cultural del baranoero, fue el nacimiento y sostenimiento año tras año del Carnaval del recuerdo. Es quizá por ello que le gente le tomó gran sentido de pertenencia a este gran festejo del carnaval de Baranoa. El cual sirvió al mismo tiempo como estímulo para el nacimiento de otros eventos que poco a poco han venido ganando importancia, tales como la noche de garabato y la guacherna.

El evento que más gente lograba aglomerar en los carnavales de los años ochenta hacia atrás era la celebración de la Conquista el martes de carnaval en las horas de la tarde (de 3:00 p.m. en adelante) donde se daba el desfile de comparsas, disfraces, cumbiambas, “joselitos”, grupos de lectores de letanías, etc. Pero con el agravante de en su mayoría los asistentes eran mujeres y niños porque gran número de varones adultos se encontraban en las cantinas, otros ya no podían con las borracheras, otros estaban cansados de tanto licor que habían bebido, otros se dedicaban a descansar porque tenían que trabajar al siguiente día, etc. Las madres de familia eran pues, las encargadas de llevar a sus niños y niñas para que por lo menos contemplaran algo del carnaval a parte de los disfraces que habían visto por las calles durante los 4 días de festejo. Como bien puede deducirse de lo aquí narrado, eso era todo para las mujeres que no asistían a bailes y que se quedaban en sus casas cuidando a sus hijos, por eso era que ellas se volcaban el martes de carnaval a la Conquista, hay que reconocer en el día de hoy que la mujer baranoera cumplió, sin proponérselo, una labor silenciosa en pro del mantenimiento del festejo de la Conquista, de no ser por ello este evento ya hubiera muerto desde hace mucho tiempo en Baranoa. La Conquista es pues, el evento del carnaval de Baranoa más antiguo y merece que sea reconocido como tal y que las autoridades municipales velen no sólo por su sostenimiento, sino que le metan mano a fin de fortalecerlo para que siga vigente, para que se desarrolle y se convierta en el carnaval del ayer con el carnaval de hoy.

Otro de los cambios o evolución del carnaval que merecen ser analizados en estas líneas es el referente a la celebración de los bailes en sus diferentes modalidades. Los bailes tradicionales durante los años 60, 70 y hasta parte de los 80, eran los bailes que celebraban en las casas que tenían patios grandes, donde la sala y la terraza hacían de pista de baile y el frente de la casa y el patio era donde se aglomeraban las personas. Los organizadores pedían el debido permiso a la autoridad municipal y encerraban la calle donde estaba ubicada la casa donde se realizaba el baile. La gente se divertía más sanamente que en nuestros días, pues lo que predominaba era el

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