Bipartidismo

AZUL Y ROJO: DOS COLORES, UNA MISMA CLASE DOMINANTE

Una mirada a la historia del país cargada de guerras, obligaría un juicio crítico sobre nuestra clase dirigente. Cada partido ha garantizado su consolidación hegemónica valiéndose de la coacción y la violencia. La alternancia en el poder de los partidos liberal y conservador ha hecho de nuestra democracia, una democracia a medias y ha invalidado la pureza del sufragio. El monopolio del poder de los dos partidos tradicionales y toda la maquinaria que esto obliga, ha dejado sin garantías otras formas de pensamiento político. Si no basta recordar el caso de la UP (Unión Patriótica) como símbolo del exterminio de la oposición en el país.

Desde los primeros días de la vida republicana, las costumbres políticas de la clase dominante han llevado al pueblo a la guerra, Cada partido ha definido sus intereses de manera radical, pero cuando la situación lo ha requerido, han conformado alianzas para aniquilar a la oposición. De esta forma podemos dividir la historia del país por episodios de alternancia de los dos partidos en el poder, eso sí, cabe anotar que casi nunca de manera limpia. El partido que accedía a gobernar lo hacía gracias a un levantamiento o a un accidente electoral ocasionado por la división de su rival. Una vez allí se aferraba valiéndose del fraude y la violencia.

En este marco el país ha vivido formas sui generis de gobierno, como el frente nacional, que fue instaurado por Lleras Camargo, luego de derrocar en el poder por los dos partidos, para frenar la violencia surgida tras los hechos ocurridos el 9 de abril de 1948. El frente nacional garantizó la alternancia en el gobierno de los dos partidos por espacio de 16 años. Fue una dictadura disfrazada de democracia.

Un hecho que es importante anotar es la oposición total de los partidos tradicionales a través de sus fuerzas oscuras a la consolidación de grupos políticos opositores. Tal es el caso de la UP (Unión Patriótica) partido políticos surgido a mediados de la década de los ochenta, en medio de la negociación adelantada entre el gobierno de Belisario Betancour y la guerrilla de las FARC. Alrededor de 5000 de sus militantes fueron asesinados, incluyendo dos candidatos a la presidencia, demostrando con esto que el país carece de garantías para una participación realmente democrática. Esto sin duda, habrá de ser tenido en cuenta en el marco de las actuales negociaciones de paz llevadas a cabo en la Habana (Cuba).

Tras la constitución de 1991 donde por lo menos en el papel se da garantías para la conformación de nuevos partidos, el pluralismo político surgía como una esperanza para la democracia. Lamentablemente en la actualidad vemos como están en peligro de desaparecer los partidos de oposición, si no alcanzan el umbral electoral que fue aumentado del 2 al 3% para las próximas elecciones.

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