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Borges Y Cortazar


Enviado por   •  29 de Septiembre de 2014  •  1.863 Palabras (8 Páginas)  •  180 Visitas

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En su tiempo, Borges habló de Cortázar. En su tiempo, Cortázar habló de Borges. Pero como ambos son eternos ("como el agua y el aire", en el decir de J.L.B.) nos referiremos a ellos, desde el título, en un tiempo presente.

Las palabras de Borges sobre Cortázar fueron dichas y escritas por él. Las de Cortázar aparecieron en sendos reportajes.

Y como acaso ambos escritores sean los mayores referentes de nuestra literatura del siglo XX, con sus no pocas similitudes en cuanto al ingenio y a sus preferencias por el género así llamado "fantástico" y otras insalvables diferencias en cuanto al estilo literario propiamente dicho y a sus posturas ideológicas, no podemos dejar de notar ciertas curiosidades pertenecientes a sus biografías, productos del azar o del destino.

Jorge Luis Borges nació un 24 de agosto y Julio Florencio Cortázar un 26 de agosto. Dos días separaban pues sus cumpleaños (aunque el primero haya nacido en 1899 en Buenos Aires y el segundo en 1914 en Bruselas). Ambos hombres pertenecían al signo de Virgo, identificado por los astrólogos como el determinante de una personalidad práctica, una mezcla de nitidez intelectual y de solidez terrestre. Amantes del deber, de la disciplina y del trabajo; devotos de la familia, los amigos y, siempre, de los más débiles. En sus amores, habría algo casto y puro que les es consustancial y serían solamente los caminos secretos y sutiles los que llegarían a su corazón. Minuciosos, críticos, a los nacidos en el signo de Virgo les enferma la estupidez, la ignorancia y la vulgaridad. Suelen aceptar su sino, con integridad.

Mirando someramente sus datos biográficos, observamos que Borges se casó dos veces y Cortázar también. Y algo más: ambos murieron a dos años de diferencia, víctimas del cáncer (Cortázar en París en 1984, tras padecer de una leucemia y Borges en Ginebra en 1986, como consecuencia de un cáncer hepático.)

Si bien Borges le llevaba quince años a Cortázar, falleció después que él, a los 86 años; mientras que el autor de Bestiario se fue de este mundo a la edad de tan sólo 69 años.

Más allá de las opiniones

En el libro Siete conversaciones con Jorge Luis Borges, de Fernando Sorrentino (editado en 1996), Borges comentaba: "Yo me encontré con Cortázar en París, en casa de Néstor Ibarra. El me dijo: '¿Usted se acuerda de lo que nos pasó aquella tarde en Diagonal Norte?' No, le dije yo. Entonces él me dijo: 'Yo le llevé a usted un manuscrito. Usted me dijo que volviera al cabo de una semana y que usted me diría lo que pensaba del manuscrito'. Yo dirigía entonces una revista, Los Anales de Buenos Aires, una revista ahora indebidamente olvidada, que pertenecía a la señora Sara de Ortiz Basualdo, y él me llevó un cuento, Casa tomada; al cabo de una semana volvió. Me pidió mi opinión, y yo le dije: En lugar de darle mi opinión, voy a decirle dos cosas: una, que el cuento está en la imprenta, y dentro de unos días tendremos las pruebas; y otra, que ya le he encargado las ilustraciones a mi hermana Norah".

Y sigue relatando Borges acerca de aquel segundo encuentro en la casa de su amigo Ibarra: "En esa ocasión en París, Cortázar me dijo: 'Lo que yo quería recordarle también es que ese fue el primer texto que yo publiqué en mi patria cuando nadie me conocía'. Y yo me sentí muy orgulloso de haber sido el primero que publicó un texto de Julio Cortázar. Y luego nos vimos un par de veces en la UNESCO, donde él trabaja. El está casado -o estaba casado- con la hermana de un querido amigo mío, Francisco Luis Bernárdez (aludía, a la eximia traductora y luego albacea de Cortázar, Aurora Bernárdez). Bueno, como le decía -prosigue Borges- nos vimos creo que dos o tres veces en la vida y, desde entonces, él está en París, yo estoy en Buenos Aires; creo que profesamos credos políticos bastante distintos: pero pienso que, al fin y al cabo, las opiniones son lo más superficial que hay en alguien; y, además, a mí los cuentos fantásticos de Cortázar me gustan".

Ya mucho antes, en 1984, en el prólogo que Borges escribiera al libro de Cortázar Cartas de mamá se refería a la anécdota del primer encuentro con Cortázar en la redacción de la revista de Sara de Ortiz Basualdo y lo describe como "un muchacho muy alto. No recuerdo su cara; la ceguera es cómplice del olvido".Y cuenta Borges esa misma historia acerca de la publicación del notable cuento de Cortázar en esa revista que define como "casi secreta". "Ese cuento, ahora justamente famoso, era el que se titula Casa tomada -agrega Borges-. Esa circunstancia me honra. Muy poco sé de las letras contemporáneas. Creo que podemos conocer el pasado, siquiera de un modo simbólico, y que podemos imaginar el futuro, según el temor o la fe. En el presente hay demasiadas cosas para que nos sea dado descifrarlas. El porvenir sabrá lo que hoy no sabemos, las páginas que merecen ser releídas. Schopenhaueur aconsejaba que, por no exponernos al azar, sólo leyéramos los libros que ya hubieran cumplido cien años." Y manifiesta Borges: "No siempre he sido fiel a ese cauteloso dictamen; he leído con singular agrado Las armas secretas de Julio Cortázar y sus cuentos, como aquel que publiqué en la década del cuarenta, me han parecido magníficos. Cartas de mamá, el primero del volumen, me ha impresionado hondamente. Una historia fantástica, según Wells, debe admitir un solo hecho fantástico para que la imaginación del lector la acepte fácilmente. Esta prudencia corresponde al escéptico

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