Breve panorama de la lírica chilena

Breve panorama de la poesía chilena en los últimos años: rasgos fundamentales

El escenario de la poesía chilena desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad ha sido variado y rico. Con una variedad de manifestaciones líricas marcadas por un constante vaivén entre un acercamiento a las influencias europeas y una irrupción de lo autóctono, el modo en que los poetas chilenos se hacen cargo de la escritura vigente, responde a la búsqueda de originalidad subversión o ampliación de la tradición asumida (Carrasco, 1999). A partir de este hecho, durante las últimas décadas, los escritores han logrado que la poesía chilena se convierta en un proceso complejo en el que, sin lugar a dudas, se manifiesta un cambio de mentalidad e imaginario en el que la contingencia ha estado presente debido a la relación que muchos poetas jóvenes han mantenido con colectivos poblacionales o estudiantiles. Por este motivo, en este trabajo se expondrá una breve síntesis de las últimas tendencias y movimientos poéticos que han repercutido en el espacio literario nacional.

No debe olvidarse que, a nivel artístico, los movimientos de vanguardia tuvieron un rol preponderante en la concepción de arte, y en este sentido, la poesía de Huidobro, marcó un hito, del mismo modo en que el grupo AGC de la madrágora y otras vanguardias como la de Mistral, Neruda, Díaz Casanueva y el matrimonio Rohka fueron dejando huella en la escena literaria. Sin embargo, desde 1950 en adelante, la figura de Nicanor Parra, fue fundamental principalmente por el proyecto poético que constituyó la antipoesía, como discurso renovador. Al respecto el profesor Carrasco señala:

la antipoesía ha marcado profundamente el espacio poético chileno generando un espacio abierto a la renovación y empleando operaciones textuales transgresoras como la práctica y teorización metapoética del antipoema como un tipo de escritura signado por la reescritura, la subversión de su propia escritura y la expansión del significante.( Carrasco:1988)

En este sentido, Parra transgrede el discurso establecido por la sociedad, desacralizando el sujeto y usando la cotidianeidad del lenguaje para referir su mundo e imaginario, por

ejemplo en el artefacto doce, del mismo modo en que hace referencias metatextuales para ironizar algunos hechos puntuales. Por ejemplo en chistes paRra desorientar a la policía1.

Junto a lo anterior, es preciso señalar que Nicanor Parra junto al discurso antipoético que lo ha caracterizado, ha escrito poesía convencional y de corte folclórico, de hecho, la cueca larga tiene esa característica que lo asemejan mucho al folclor realizado por Violeta Parra. Del mismo modo, y en un periodo contemporáneo al descrito, se desarrollaron las poéticas de Enrique Lihn, cuya obra es variada y compleja puesto que se aprecia una influencia del psicoanálisis que no era común en Chile. Miguel Arteche y una poesía religiosa, altamente pura y con mucha calidad, y Jorge Tellier con la poesía lárica.

La neovanguardia, en tanto, aparece ya en los años 70, su referente era Santiago, sin embargo, sus orígenes se remontan a las reuniones que Raúl Zurita, Juan Luis Martínez y Juan Cameron sostenían en el café Cinema en Valparaiso. En relación a sus características, el profesor carrasco señala que esta neovanguardia asume los rasgos textuales de la vanguardia y también los extratextuales:

Decimos neovanguardia, porque siendo la reiteración de un espacio artístico vital, lo es en una situación y espacio de escritura y un contexto sociocultural diferentes, lo que implica transformaciones significativas. La vanguardia se movió en torno a la primera

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