Brevísima Relación De La Destrucción De Las Indias

Análisis de “Brevísima relación de la destrucción de las Indias”

En este relato podemos ver varios métodos con los cuales los cristianos españoles llegaron a “evangelizar” pero simplemente fueron sádicos. Pienso que los indios fueron injustificadamente asesinados, de las maneras más ruines y brutales que he escuchado en un buen tiempo.

Este documento fue algo que no se había visto antes. ¿Cómo se iban a quejar los españoles de algo que los beneficiaba tanto? Fray Bartolomé de las Casas hace algo que normalmente no se hacía ni se hace, decir la verdad. Es como si un diputado medio honesto sacara a la luz la verdad sobre la política en México, con pruebas y además el presidente accediera a tomar cartas en el asunto sin tentarse el corazón. Narra todo de una manera más objetiva. Normalmente sabemos que la historia la escribe el ganador y por lo menos aquí hay una versión de las víctimas de los hechos.

Se relata cómo mataban a los niños sin compasión, sin importar nada. Mataban a las mujeres, las dejaban sin comer, jugaban con sus vidas (literalmente) y los humillaban en todo lo que podían. Se me hace algo muy cruel pero lo triste es que hasta que lo leímos y lo platicamos en clase nos dimos cuenta de que nuestra cultura se basa en el genocidio más grande de la historia. Aún así, aunque haya sido una gran cultura la que estaba aquí no tenemos nada más que el nombre de algunos pueblos.

Creo que lo que más me llamó la atención es lo del pensamiento de Aristóteles, de los esclavos que debían ser esclavos por la complexión de su cuerpo que de cierta forma justificaba lo que hacían los españoles. También lo que me pareció triste fue que se supone que venían a enseñar una religión, venían por oro pero en cambio se llevaron millones de almas. Como Bartolomé de las Casas puso, los que irían al infierno serían los “cristianos” y no los pobres indios que ni se defendían ni atacaban. También los indios parecían algo tontos o confiados pues llegaban los españoles y estos pueblos los recibían con regalos y con los brazos abiertos y ya hasta que era demasiado tarde no podían hacer nada más que aguantarse. Me agradó mucho ver la otra cara de la moneda en esta historia.

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