CONECTOPRE Y MARCADORES

LOS CONECTORES O MARCADORES TEXTUALES: Preguntas y respuestas

Por: Pedro Cárdenas Fonseca

Un texto escrito es un rompecabezas formado por varias piezas o elementos que se entrelazan por medio de diferentes procedimientos y recursos, para formar un tejido complejo y relacionado. Precisamente, los conectores o marcadores textuales permiten esa propiedad, al no utilizarlos adecuadamente el armado del rompecabezas sería muy difícil, porque cada una de sus partes no estarían cohesionados y la comprensión del texto se dificultaría.

Pero, ¿qué son los conectores?

Son partículas, palabras o expresiones que permiten esencialmente establecer relaciones lógicas entre una idea central y otras secundarias. En otras palabras, son como puentes que conectan la información entre las partes o porciones de un texto como frases, oraciones, párrafos, apartados o secciones. Entonces, son nexos que no poseen una categoría gramatical específica, pueden ser de origen variado: conjunciones (pero, mas, o, y…), adverbios (nunca, siempre…), locuciones conjuntivas (por ejemplo, es decir, por eso…).

¿Para qué sirven los conectores?

Algunas funciones que cumplen los conectores son:

1. Evitar las fisuras entre frases, oraciones o ideas, y entre párrafos o periodos mayores, como acápites o capítulos.

2. Acceder a la unidad de sentido de un texto o discurso.

3. Permitir la coordinación entre contenidos de diferente clase como conceptos, definiciones, nociones, afirmaciones.

4. Coadyuvar directamente con la cohesión del escrito, la cual tiene que ver con la sintaxis utilizada y el tipo de palabras empleadas.

5. Conectar o atar debidamente las ideas, para propiciar la continuidad del tema o la sustentación de una tesis central.

6. Anclar los fragmentos textuales (oraciones, acápites, capítulos) en torno de una idea medular, por medio de expresiones como preposiciones, adverbios, conjunciones, o con grupos de esas palabras que se convierten en expresiones conectoras.

7. Secuenciar una serie de ideas, oraciones o periodos, los cuales deben relacionarse lógicamente en torno de un mismo aspecto, asunto o situación.

8. Enlazar también las ideas interiores de un periodo.

9. Funcionar como enganche con los siguientes propósitos generales: a. abrir o hacer la apertura de un texto o fragmento de escritura; b. desarrollar y explicar los fragmentos del cuerpo o contenido de un tema y, c. cerrar o clausurar un producto escritural.

10. Servir de puente significativo para concatenar y pasar de un enunciado a otro, de manera que el hilo temático no se interrumpa y el asunto fluya adecuadamente.

En síntesis, su importancia está en la carga significativa que conllevan, por eso su clasificación depende de la relación que establecen entre las dos porciones que enlazan en el texto o discurso.

¿Qué características básicas tienen los conectores?

Sin perder de vista lo anterior, se pueden establecer en forma general las siguientes características fundamentales:

Los conectores: 1. Elaboran estructuras textuales o discursivas conforme a las necesidades expresivas, comunicativas y significativas de los emisores. 2. Dinamizan el desarrollo de las ideas o de los enunciados. 3. Dan coherencia y significado al texto o al discurso. 4. Tienen una posición o sitio adecuado, para explicar un punto de vista particular. 5. Asimismo, ayudan en la construcción del contexto, el ámbito y la situación. 6. Delimitan cuerpos o fragmentos textuales, y 7. Señalan aperturas, enganches de porciones o cierres textuales.

¿Qué clase de conectores hay?

Los hay de diferente clase y tipología, dependen de la función y la posición que ocupan, así: para hacer énfasis, para enumerar, abrir y cerrar los textos, para ejemplificar y secuenciar la información. También existen de causa y consecuencia o para contrastar información, adicionar e indicar concesiones, así como para referirse al espacio y al tiempo y para inferir y comparar, entre otros.

¿Cuáles son los conectores?

A continuación se presentan algunos elementos o expresiones de conexión, que contribuyen a la relación e integración de ideas y de unidades mayores en un texto.

Para la apertura del tema y el texto:

 Para presentar: ante todo, en primer término, lo primero que, el objeto de, con relación a, antes de nada...

 Para iniciar un texto o discurso: para iniciar/comenzar, bueno, bien, vaya por delante, alguien se preguntará, me pregunto.

Para el cuerpo del texto o el desarrollo de contenidos:

 Para adicionar, agregar (o unir ideas del texto): asimismo , además, aún más, cabe añadir, después de, es más, incluso, (y) más aún, también, para adicionar/agregar, por otra parte, también, todavía más, incluso, y, se trae, a colación, así mismo, así como.

 Para advertir, condicionar: a pesar de, como se advierte/nota, cuidado con, excepto que, pongo en antelación, salvo que, siempre y cuando, si-entonces, a menos que, a no ser que, aunque, empero es de advertir.

 Para repetir: Sabía que, también sabía que.

 Para afirmar: Sí, claro, bien, así es, por supuesto, en efec¬to, desde luego.

 Para atenuar: en todo caso, en cierto modo, hasta cierto punto, si acaso, si¬ quiera.

 Para corregir: dicho de otro modo, esto es, mejor dicho, o sea, quiero decir, más bien.

 Para indicar causa: así que, así pues, puesto que, pues, porque , esto

tiene una explicación, como resultado de, de ahí que, por esta razón/causa, debido a, se desprende que.

 Para comparar: asimismo, como, de igual modo, de modo semejan¬te, similarmente, parecido a.

 Para hacer concesión:

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