CONOCERA SOBRE EL EMPRENDIMIENTO UN GERMEN AFINCADO EN LA NATURALEZA HUMANA.
Genesis Tierra VelezApuntes26 de Enero de 2016
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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS
MATERIA:
EMPRENDEDORES
DOCENTE:
ING.EDUARDO VILLACIS
INTEGRANTES
- TIERRA VELES GENESIS
- MORALES MENDOZA DAGMAR
- BELTRAN SILVESTRE KATTYA
- MONCADA GARCIA RENATO
INDICE
1.-CONOCERA SOBRE EL EMPRENDIMIENTO UN GERMEN AFINCADO EN LA NATURALEZA HUMANA.
2.- APRENDERA SOBRE LOS EMPRENDEDORES Y LA GEOGRAFIA GLOBAL ENTREPENEUR MONITOR GEM
3.- COMPRENDERA LA RELACION EMPRENDEDORES Y GESTORES DE EMPRESAS: SCHUMPETER. LA ESCUELA AUSTRIACA MODELO TIMMONS.
4.- DESARROLLARA EL PERFIL DEL EMPRENDEDOR TST MASHAW
TEMA 1
EL EMPRENDIMIENTO: UN GERMEN AFINCADO EN LA NATURALEZA HUMANA
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PERSPECTIVA GLOBAL DEL ARTE DE EMPRENDER
Un estudio del empresario puede abordarse desde muchas perspectivas. La económica, como hizo magistralmente Schumpeter; la psicológica, al estilo de Chris Argyris; la histórica, siguiendo a Alfred Chandler; la psiquiátrica, de Abraham Zaleznick, etc. El de empresario es uno de los papeles del hombre que ha sido más estudiado. El empresario ha ido ganando terreno social en los últimos siglos postergando al noble, al clérigo y al militar, que en otros tiempos dictaban las normas. Y el empresario parece resistir mejor que sus predecesores históricos en el liderazgo social la normal reacción a la contra de quienes tienen que callar y obedecer. Los siervos se rebelaron contra los nobles, los clérigos tuvieron que ir cediendo el poder terrenal y los militares en la mayor parte de los países se fueron subordinando de mala gana a la sociedad civil. Los empresarios también tuvieron su rebelión, quizá la más grande y universal que ha existido, con el marxismo. La ideología marxista demostró que el empresario era malo para la sociedad, lo prohibió y lo hizo desaparecer en medio mundo. Los comunistas del otro medio lucharon para eliminarlo también de allí. Incluso donde el comunismo había penetrado menos y el empresario había sido mejor aceptado, los sindicatos actuaban como si buscasen su desaparición. Pero el empresario lo ha resistido todo y hasta es posible que, como los peores virus, haya mutado y haya salido reforzado de tan duro ataque. Siempre en equilibrio difícil, pero avanzando sobre su rueda como la diosa Fortuna, los empresarios se adentran en el siglo XXI menos discutidos que nunca en todo el mundo. El siglo xx acabó abriendo a la iniciativa empresarial enormes porciones de la economía mundial que anteriormente le estaban vetadas. China, la India, Rusia, Europa Central y Oriental y África, que aparece como la nueva oportunidad, abrazaron la economía de mercado. Pero incluso donde la ley del mercado ya imperaba, procesos agresivos de privatización redujeron el enfermizo protagonismo del Estado como empresario. Podemos decir que el siglo XXI nace bajo el signo del empresario. Pocos papeles del hombre son más envidiados que el de empresario, sin embargo. Al empresario le envidian sus empleados, los recaudadores de la Hacienda Pública que se llevan parte de los beneficios que produce, los políticos que regulan su campo de actuación, los jueces, los periodistas, los notarios que dan fe de sus operaciones, los abogados que redactan sus acuerdos, los consultores que le ayudan, sus competidores, sus vecinos, su chófer, y a veces hasta su mujer. Y si en lugar de un empresario se trata de una empresaria, la envidia es distinta, es generalmente peor. La realidad es que ese ser que llamamos empresario se ha abierto paso entre nosotros y se ha puesto delante. Ha apartado a otros que querían liderarnos y todos nosotros le hemos elegido a él como el ser más poderoso de la sociedad moderna y le seguimos. Y hemos organizado las cosas de tal forma que ahora es indispensable. Aunque no nos guste, es mejor que las cosas le vayan bien al empresario porque todos dependemos de él.
Un germen afincado en la naturaleza humana
Mientras caía el muro de Berlín, Thomas Steiger pensaba en cómo desarrollar su empresa en el sector de la informática. Poco podía saber de empresas porque en la República Democrática Alemana ser empresario estaba mal visto y extraordinariamente limitado. Pero el germen estaba en todas partes. Mientras el régimen comunista de Gorbachev se venía abajo, Andrei Manoukowsky y unos cuantos amigos planeaban, todavía en la clandestinidad, el lanzamiento de una escuela de empresarios y se hacían preguntas sobre los aspectos más elementales de una empresa. Joseph Bianda pretendía volver a poner en marcha su fábrica de ladrillos en la República Centroafricana en 1993. Ya lo había logrado en el pasado, pero el emperador Bokassa decidió montar su propia ladrillería y cerrar la de Bianda. ¿Por qué no van a ser emprendedores los emperadores africanos? Sobre todo cuando lo tienen tan bien para derrotar a su competencia. Oliver Hua, MBA del CEIBS de Shanghai, dejó McKinsey en el año 2000 para crear Luban.com, un portal para la construcción en China, de la misma forma que otros jóvenes bien preparados hacían eso mismo, en ese momento, en el resto del mundo.
En 2008 distribuía sus productos de alta tecnología en más de 30 países. En cuanto se puede emprender aparecen emprendedores. A veces, el exceso de oportunidad es el problema. Un grupo de súper empresarios chinos cenaba en 2004 en Shanghai en una celebración. Uno de ellos, del vibrante sector inmobiliario, hizo un extraño brindis: «Para que dentro de un año ninguno de nosotros esté en la cárcel.» Dado que se trataba de personas conocidas y empresas importantes, era obvia la pregunta de por qué ese brindis. Su respuesta fue: «Vivimos en un entorno con tan pocas regulaciones, con tantas oportunidades y, a veces, con tantas facilidades que no podemos saber si mañana resultará que hemos hecho algo mal.» Un año más tarde uno de los que cenaban estaba en la cárcel, sin embargo. Precisamente el que propuso el brindis. El hecho a destacar es que el espíritu emprendedor aparece en las circunstancias más adversas. En el momento en que se permite ser empresario, alguien pone en juego la imaginación y el esfuerzo para descubrir una oportunidad y transformarla en un negocio. En los países desarrollados está más claro en qué consiste ser empresario.
Empresarios y otros actores
Pero en el mundo de la empresa conviven varios actores con funciones más o menos diferenciadas y no siempre queda claro quién de ellos es el empresario. A veces, llamamos empresarios a personas que ejercen como directivos o a quienes ocupan el puesto más alto de responsabilidad de una empresa. También llamamos, en ocasiones, empresarios a quienes representan a empresarios en organizaciones sectoriales o patronales, a nivel local, regional, nacional o supranacional. Podemos llamar también empresarios a quienes han sido colocados por el gobierno al frente de una empresa pública. En estos casos, la calidad empresarial suele correlacionarse inversamente con la satisfacción que derivan estos personajes cuando se les llama empresarios. Hay quienes ocupan la gerencia de una empresa que han concebido y creado, mientras otros son gerentes de la empresa que han heredado. Hay gerentes sin iniciativa y empleados con enormes dosis de ella que crean negocio allí donde se encuentran. Nosotros, en este libro, nos centraremos en quienes crean nuevas empresas y precisamente en los momentos históricos próximos al instante en que se concreta esa creación. Pero también vamos a hacer una referencia a quienes crean empresa dentro de la empresa, a los «intraemprendedores», pues estamos hablando del mismo fenómeno.
Acción, reflexión y desarrollo de capacidades
Muchas personas sienten una necesidad urgente de crear su empresa y se lanzan sin grandes reflexiones. Otras se lo piensan durante años y nunca llegan a lanzarse. En una nueva empresa las cosas no son nunca como se las imaginó el emprendedor y con frecuencia son más difíciles. El atolondramiento no ayuda. Ser audaz no es precipitarse. El orden en que se realizan las actividades necesarias para lanzar una nueva empresa altera el resultado. El calendario es importante. Los relatos, a veces un poco novelados, con que algunos empresarios exitosos resaltan la agilidad y el acierto de su salto inicial poco meditado quedarían totalmente eclipsados por la abrumadora superioridad de los fracasos ocurridos a muchos otros que obraron así. El me tiré a la piscina y aprendí rápidamente a nadar quedaría apagado por las voces de quienes dirían me tiré a la piscina y me sacaron con diez litros de agua en el cuerpo, a punto de ahogarme. Por otra parte, en todo el mundo, en los últimos treinta años han proliferado los cursos y programas destinados a intentar formar emprendedores o, por lo menos, a tratar de desarrollar la capacidad de emprender. Y estas actividades formativas ponen énfasis en la reflexión y el método. La técnica por excelencia alrededor de la cual gira hoy en el mundo la formación para emprender es el desarrollo del plan de empresa («business plan»), un proyecto detallado de la nueva empresa, profundizando en los aspectos más importantes de la misma. Las escuelas de dirección más prestigiosas del mundo organizan competiciones de business plans. En 2008, 45 profesores de la Harvard Business School intervinieron como asesores en la competición de business plans que se organiza entre los alumnos del master de la escuela en la que se elaboraron 100 proyectos. Casi un centenar de destacadas personalidades del mundo empresarial participaron como jueces en distintas fases de la competición.
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