CONSISTENCIAS INSACIABLES DE UN AMOR PROMINENTE

CONSISTENCIAS INSACIABLES DE UN AMOR PROMINENTE.

El amor es algo más que solo afecto, pasión, cariño, satisfacción, autenticidad, besos, abrazos, palabras, actos, vivencia, existencia, percepción, tacto y pensamientos, es indudablemente un sentimiento, un deseo, una necesidad, una naturaleza, pero sobre todo el amor es alguien y algo, no hay en el mundo algo que no llego a ser amado y alguien que nunca amo, existen varios formas de amar, cercana, distante, presente, ausente, directa e indirectamente, amar en silencio y amar con todas la fuerzas, aferrarse, desprenderse, tener propiedad o pasar solo a ser un completo desconocido. Las posibilidades de sentir amor hacia algo o alguien son infinitas, pero las de sentirse amado muy limitadas, caer repetitivamente en la búsqueda del amor hace que con cada intento se llegue a ser cada vez más auto despreciable y sin dignidad, o puede darse que, encuentres eso que tanto buscas, pero hay un problema, sentir que algo no es totalmente suficiente llega después.

-Así es como inicia la historia, de un hombre llamado Carlos y de su amada Julia.

Es un día normal, como cualquier lunes de otoño en Minnesota, un clima templado y con muchas hojas de los árboles en el suelo y carlos, un hombre simple y a gusto con su vida, se pone su gabardina para salir a la calle a dar un paseo e ir al parque que está en el centro de la ciudad, a buscar una pizca de inspiración para escribirle una carta a julia, su amada, su todo. Mientras camina en la calle mira al cielo y ve que se torna oscuro y un poco gris, pues parece que va a llover, carlos pasa por un restaurante y ve como la gente desenfunda sus paraguas al salir y el, no obstante, se acerca al puesto de paraguas más cerca para conseguir uno, y lo hace, sigue su camino mientras ve el agua caer y dice irónicamente: “La naturaleza me ama”, mira a su alrededor y ve los grises y tristes tonos de los edificios por donde pasa, la soledad de su percepción le da nostalgia, sigue su camino y nota que ya casi deja de llover, el parque esta casi cerca y el ya empieza a inspirarse, ve con una mirada resplandeciente una banca, como si fuese el trono de algún rey o el lugar donde el expresaría lo tanto que ama vivir y lo tanto que ama a julia.

 Llega a la banca, enfunda su paraguas, saca su toalla de bolsillo, seca su rostro medio mojado, luego, se queda mirando una piedra por un largo tiempo, siente en cuestión de minutos como se le va la vida completa, siente como si pasaran décadas enteras, queda atónito por que la inspiración que se supone tenía y obtendría en el parque quedo completamente nula y sin principio, trata de imaginarse en alguna isla, en algún bosque, en la ciudad con julia, e incluso trata de no imaginar, pero no sucede, pasa de ser una persona normal y común a ser alguien estrepitosamente interesante y luego volver a ser el del principio, << creo que si los perros en ese lugar pudiesen hablar, expresarían con carcajadas la gran decepción que sentía carlos en ese momento>>, poco a poco el sol sale y se hace más brillante, le da algo de satisfacción ver el sol y hace que deje de pensar en su fracaso de inspiración, él quiere escribir pero no sabe cómo hacerlo, la desesperación por buscar una forma de escribir hace que le moleste cada vez más la existencia de aquella piedra en el parque, quiere regresar a su casa, toma una bolsa y mete la piedra, se la lleva para poder recordar que algo tan insignificante le hizo perder un lunes de otoño, llega a el edificio donde vive y sube al ascensor para dirigirse a su apartamento, llega a la puerta y busca las llaves para abrirla en sus bolsillos pero, no las encuentra, imaginó que las había dejado adentro, ahora no tenía forma de como entrar, baja a la recepción a pedir ayuda pero no encuentra a nadie, como siempre la recepción estaba sola, ve un tenedor y cree que con eso puede abrir la puerta, lo intenta por un largo tiempo, y falla, no puede, sale a la calle a pedir ayuda, ve a la madre de julia y le dice que le ayude, le explica que pasa y esta acepta ayudarle sin pretextos, llegados a la puerta intentan abrir pero fallan, entonces, la señora se agacha, recoge algo del suelo y luego ve a carlos con una sonrisa sarcástica y le dice: “Has de estar muy estresado ¿cierto?”, a lo que él respondió con una cara de vergüenza:” solo un poco”, ve las manos de la madre de julia y no sabe qué hacer, se siente el hombre más torpe del mundo y sabe que sus descuidos son garrafales, no creía posible lo que la señora había recogido del suelo <<<ya se que crees que son las llaves las que la madre de julia agarro al agacharse pero no, era un recuerdo, si, así es, nuestra historia tomara un rumbo diferente a partir de ahora>>>

Julia, vivió en un lugar llamado Vallagua que se sitúa en el centro de Areana, un país conocido por sus grandes paisajes llenos de montañas, valles, playas, en fin, su gran diversidad, su infancia y adolescencia fue dura, puesto que sufrió de bullyng en la escuela y durante su adolescencia (universitaria) su padre nunca la apoyo y le hacía de menos su vida, luego de un tiempo se mudó a Minnesota junto con su madre, y allí se radico, al cabo de unos cuantos meses empezó a trabajar en un café cerca del parque, donde conoció a carlos, o mas bien, donde carlos la conoció a ella, puesto que carlos días antes vio que una madre y su hija se mudaban al edificio que estaba enfrente de donde él vivía y quedo cautivado por aquella joven con un rostro hermoso y una sonrisa encantadora, bueno, poco a poco Carlos y Julia fueron entablando cada vez mas conversaciones y saludos, se veían todos los días y hacían muchas cosas juntos en el trabajo, llegaron a el punto de extrañarse cuando uno de los dos faltaba al trabajo o cuando  no se veían los días de descanso, Carlos como era demasiado tímido no se atrevía a ir más allá de solo amigos, ambos se querían y apreciaban mucho, el miedo de romper una buena relación con una preposición era tan grande que en los últimos días antes de que Carlos escribiera la carta o tratara de hacerlo, no habían cruzado muchas palabras y ya no se reían tanto como antes, había mucha tensión.

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