Canas Titas En Serie

¿Interés o Caridad?

El sacrificio y esfuerzo de un ser humano no tiene precio. Vemos varios ejemplos como en “Canastitas en serie,” donde hay gente que trata de aprovecharse de otros simplemente porque los ven ignorantes y les ofrecen cualquier miseria por sus servicios. Tal como lo dijo Mr. Winthrop, "Aquel indio tonto que no sabe ni lo que tiene me ofreció un ciento a sesenta y cinco centavos la pieza.” Pero hay que tener en cuenta que en el mundo pueden existir millones de millonarios, pero, sin embargo, son pocas las personas que ganan el dinero honradamente. Las maquinas a lo largo del tiempo, han ido desapareciendo demasiados trabajos que antes eran ocupados por personas. Y nuestra actualidad se ve en la necesidad de hacer cualquier cosa para obtener dinero.

Canastitas en Serie, no solo nos muestra lo que la gente pensaba antes de los “pobres indios mexicanos”, sino también nos enseña que aun existen personas que solo piensan en negocios sin importar que perjudiquen a otros. Hay individuos que solo piensan en dinero y no en el esfuerzo. Pero por muy civilizados que seamos, hay que siempre pensar como el indio, “Mil canastitas me cuestan cien veces más trabajo que una docena y doce mil toman tanto tiempo y trabajo que no podría terminarlas ni en un siglo. Cualquier persona sensata y honesta puede verlo claramente.” Podemos aceptar todo el dinero del mundo por nuestros servicios, pero, tenemos que tener claro que perderíamos casi toda nuestra vida por dinero que nunca podremos disfrutar. Aunque para los “gringos” seamos unos “indios ignorantes”, si sabemos pensar bien, nunca nos podrán estafar.

El indio tenía sus razones para no vender las canastitas a setenta y cinco centavos. El simple hecho de sentirse triste por no hacer las canastas a su modo, podía convertirse en algo mucho más serio como una fuerte depresión. Estados Unidos está lleno de estrés, todo el tiempo es la misma rutina. Los adultos salen a trabajar desde temprano, los niños a la escuela, y los desempleados al vicio. Cuando regresan a sus casas, muchos llegan a dormir y otros a hacer tareas. La verdad eso no se puede considerar vida.

A lo mejor México es un país en desarrollo lento. Sin embargo, tanta tecnología puede ser dañina. Es mejor vivir pobre y honradamente, que lleno de lujos y todos estresados. Los “gringos” se pueden admirar de la falta de servicios en nuestro hermoso México, pero nunca sabrán el verdadero elemento que hace fuerte a un país, “Claro que, si la persona no es ni sensata ni honesta, no podrá comprender las cosas en la misma forma en que nosotros aquí las entendemos” (indio). Ellos no saben que es mejor tener un país unido que mil computadoras.

La lectura nos puede llevar a descubrir varias cosas si la sabemos descifrar. Tal vez todo cuento contenga una enseñanza detrás de ella. “Canastitas en Serie” tiene una gran enseñanza, todo depende de lo que cada lector pueda descubrir. Uno de los secretos ocultos, es que nunca hay que dejar que otros nos engañen. El interés de una persona proviene de dinero o beneficio, son pocas las ocasiones cuando es por caridad. Si Mr. Winthrop hubiera querido ayudar al indio, le hubiera comprado las canastitas al precio que el ofrecía y nunca lo hubiera acusado de ignorante. Si alguna vez hemos tratado con gringos, una de las primeras cosas que oímos de ellos es, “This stupid mexicans will work for a penny!” (Estos tontos mexicanos trabajarían por un centavo).

En conclusión, no dejemos que nadie trate de aprovecharse de nuestros talentos, porque el mundo está lleno de ladrones y matones. Tal vez lo nuestro sea lo original, pero solo se necesita un chino para robarse nuestras ideas y multiplicarlas por un millón. Muchas veces conviene vender puerta por puerta y dejar bien claro que lo que vendemos es nuestro, que vender de a montón y se roben nuestro crédito.

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