Censura Periodística

CENSURA PERIODÍSTICA

El tema que nos convoca ha vuelto, una vez más, a tomar una significativa importancia en nuestro país, particularmente por noticias relacionadas con personas del ámbito televisivo nacional. En esta oportunidad se trató de temas que en estos últimos años se les ha nombrado “de farándula”, despertando gran perplejidad y morbosidad. La curiosidad en torno a esta materia ha abarcado prácticamente a toda nuestra sociedad, desde luego que a diferentes niveles y con diversas opiniones.

La sociedad entera tiene el pleno derecho a informarse a través de los medios de comunicación que ésta libremente elija, estando entre ellos los periodísticos.

A su vez, surgen sólidos argumentos los que en su mayoría se sustentan en la censura. Esta es totalmente válida cuando atenta contra la dignidad e integridad de las personas.

Al poseer la prensa escrita total libertad de informar a las personas, sin censura alguna, se están cumpliendo con los derechos fundamentales que poseen la gran mayoría de las Constituciones. Negar este derecho básico es atentar contra la libertad. Nadie, como así mismo ninguna institución tiene el derecho a limitar el conocimiento de lo que acontece en el mundo donde vive, por tanto la sociedad puede y debe exigir que dicha facultad se cumpla. Sin embargo, en la sociedad parece haber aumentado la agresividad, los delitos extremadamente graves como son los homicidios, los actos de enorme contenido pornográfico, como así también; de crueldad. No obstante, no existe institución, ni ser humano alguno, que pueda darse el derecho a decidir por otras personas a cuál información tendrán ellas el derecho a acceder. La realidad de lo que acontece en el entorno de las persona pasa por tanto a ser un derecho “inquitable”.

El derecho a informar constituye un valor fundamental, y además provee a sus integrantes de las herramientas requeridas para desenvolverse en lo cotidiano. Sin una razonable cuota de censura se cae inevitablemente en la creación de una morbosidad creciente y suposiciones. Una de las peores consecuencias que conlleva la total falta de censura periodística es que sus víctimas no poseen la capacidad como para limpiar su honra, puesto que aun los Tribunales de Justicia actúan muy lentamente, y los conocidos “desmentidos” que puedan estas personas hacer a través de los mismos periódicos, no son, por lo general, convincente para el común de los lectores. Desde luego que se trata de un tema complejo por estar íntimamente unido al ámbito valórico, y éstos no son siempre compartidos por toda la sociedad en su conjunto. También cabe señalar, el gran poder que tiene la prensa escrita. Si bien es cierto que los medios audiovisuales pueden ser a primera vista más impactantes, el medio periodístico es una escritura, una especie de narración de hechos que quedarán allí escritos. A la luz de las opiniones expuestas, considero que los medios de comunicación deben contar con la esencial libertad, derecho no otorgado para las personas. Pero, cuando sólo se busca comercializar con la dignidad de las personas, una manera tan baja de obtener recursos económicos, pienso que se torna necesario aplicar la justa medida de censura. Es importante recordar que, guste o no guste, todos los medios de comunicación pueden llegar actualmente en forma muy sencilla a todas las personas, incluyendo a niños. Adicionalmente, los medios periodísticos también deberían cumplir con la tarea de contribuir en la educación de una sociedad más justa, más crítica, más respetuosa, y además, más bondadosa. Considero que la censura debe ser muy cuidadosa, aplicada con criterio,

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