Como Agua Para Chocolate

Tita, hija de Mamá Elena y Juan de la Garza; era la menor de tres hermanas, Rosaura y Gertrudis. Las tres hermanas, junto con Nacha la encargada de la cocina (Chencha), la sirvienta y Nicolás el capataz vivían en un rancho del cual se hacía cargo Mamá Elena desde que falleció su esposo.

Al fallecer su esposo, a Mamá Elena se le fue la leche por la impresión, Nacha desde ese momento se hizo cargo de la alimentación de Tita; así que ella se crio entre el olor de la cebolla que la hacía llorar, ajos, el olor del laurel, cilantro etc. Desde ese día Tita se mudó a la cocina desarrollando un sexto sentido, “a lo que comida se refiere”.

Tita por ser la más chica de todas las hermanas estaba destinada a vivir sin amor y sin hijos. Mamá Elena le inculcó desde muy pequeña que su destino seria cuidar de ella mientras viviera. A Tita le inundaban unas inmensas dudas con respecto de quién había iniciado esa tradición familiar. Para ella era desconsuelo aquella idea pues al fallecer su madre, ¿Quién cuidaría de ella? Eso fue tema de discusión entre madre e hija y en esa época era reprochable que no se acataran las órdenes y peor aún que se reprochara por estas.

En esos días Pedro Muzquiz y su padre llegaron al rancho para solicitar a Mamá Elena la mano de Tita; con gentil sutileza les comentó que la mano de Tita no era posible porque ella la cuidaría, por ser la hija menor. Mamá Elena puso a disposición de Pedro la mano de su hija Rosaura.

Pedro, después de pensarlo un momento, accedió a la propuesta de Mamá Elena, ya que sólo de ésa manera podría estar cerca de Tita.

La noticia llegó a oídos de Tita, quien se sintió desfallecer al darse cuenta que su hermana era una quimera lacerante de envidia, malos deseos y traición.

A Tita le parecía inconsolable la idea de ver al hombre que amaba como esposo de su hermana, ¿era posible que no la amara? y que por eso se estuviera casando con ella o simplemente que le hubiera mentido ante sus sentimientos.

Al ver la mala gana que Tita tenía con respecto a la boda de su hermana, Mamá Elena le asignó la tarea de encargarse del banquete.

Una noche antes de la boda, Tita se quedó hasta tarde, terminando la tarta de bodas, sobre la cuál vertió algunas de sus lágrimas.

La ceremonia religiosa transcurrió sin incidentes; salvo alguno que otro comentario acerca de la nueva residencia de Pedro, que sería justamente en la misma casa que Tita.

En una oportunidad, durante el baile, Pedro se acercó a Tita diciéndole que si se casaba era poder estar cerca de ella, lo que le devolvió una pequeña esperanza. Ya no le importaba si él se casaba con su hermana, si se consumaba el matrimonio o no, sólo quería estar cerca de Pedro.

En el trascurso de los días Pedro no desperdiciaba ninguna oportunidad para poder ver o estar cerca de Tita. En repentinas ocasiones Pedro entraba a la cocina con diferentes pretextos y cuál sería su sorpresa que en una ocasión encontraría a Tita en el piso moliendo en el metate; lo cual dejaba ver sus voluptuosos senos. Este incidente y otros muchos más empezarían a encender la lujuria y a denotar la pasión entre los dos.

Sin poder aplazar por más tiempo la consumación del matrimonio con Rosaura, Pedro tuvo que acceder, ante inevitable evento tan desafortunado para él. Tiempo después Rosaura dio la noticia de su embarazo. Roberto, sería el primogénito y el primer nieto de Mamá Elena. Roberto había nacido meses antes así que Rosaura nunca tuvo leche para su hijo. Se encargaron de conseguirle una nodriza para que lo pudiera alimentar pero desafortunadamente su destino fue trágico, fue alcanzada por una bala perdida en un tiroteo.

Tita estaba muy angustiada pues como era posible que a esa creatura no pudiera alimentarlo así que precipitadamente se lo acerco y el bebé succionó con la fuerza que cual sería la sorpresa de Tita, lo había dejado bien satisfecho; para sorpresa de Pedro, así que no tuvieron más remedio que callarlo y continuar cuidando para que nadie pudiera percatarse de tal situación.

Para Mamá Elena, como era de suponerse, sabía que había algo extraño entre los dos. Pedro no terminaba de elogiar las recetas, que Tita con tanto empeño se esforzaba todos los días en la cocina; pues había encontrado la manera perfecta, haciendo un vínculo entre él y ella, por medio de la comida. Un día a Tita se le ocurrió hacer “codornices con pétalos de rosa”. En esa ocasión Gertrudis al comer este exquisito platillo sintió un quemazón que venía de lo más profundo de sus entrañas. Lo cual la hizo correr por el patio desnuda y el olor a rosas que despedía su cuerpo hizo que el capitán Juan Alejandrez saliera de batalla para poder llegar a ella y en una desenfrenada aventura Gertrudis se fue con la ilusión de poder apagar aquel fuego que sentía.

Mama Elena sabiendo que Tita era un peligro eminente entre aquel matrimonio optó por precipitar el viaje de Rosaura, Pedro y Rubén a San Antonio Texas. Para Pedro sería muy fácil poder llegar allá, pues Mama Elena tenía un primo que

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