Cuanto de Navidad

Había una vez en un pueblito muy humilde unos niños jugando en la nieve, esos niños se llamaban Jack y su hermano menor Billy esos niños eran niños muy humildes y honestos sacaban buenas calificaciones y se comportaban muy bien con sus padres. Un día sus padres salieron de la ciudad por unos cuantos días en esos días Jack y Bill jugaban y hablaban sobre que ya se acercaba la navidad.

“Oye Jack” dijo Billy “¿Qué le pedirás de regalos a Santa Claus?”

“Aún no se Billy” respondió Jack “En realidad, no creo que Santa Claus exista.”

“¿Por qué dices eso? pregunto Billy sorprendido.

“Es que mis amigos de la escuela dicen eso” dijo Jack.

“No les creas, Santa Claus si existe” exclamo Billy

Después de varios días siguieron hablando del mismo tema y Jack seguía insistiendo que Santa Claus no existía, pero Billy seguía diciéndole que no era cierto.

 Cuando sus padres llegaron solo faltaban 10 días para navidad, así que casi era tiempo de mandar las cartas donde piden los regalos a Santa. Cuando Billy hizo su carta pidió una bicicleta, un carro a control remoto y un videojuego, cuando Billy les dio la carta a sus padres para que la mandaran al correo sus padres vieron que Jack no había  mandado la suya así que se preocuparon.

Cuando Jack fue a la escuela les pregunto a sus amigos si era cierto que Santa Claus no existía y le dijeron que era cierto y que lo sabían porque lo habían soñado varias veces.

“¿Como que lo soñaron?” pregunto Jack

“Si lo soñamos” dijo un niño llamado Pete

Pete era un niño muy triste porque sus padres estaban divorciados, y no le gustaba la navidad porque sus padres no se podían ver porque empezaban a discutir, así que no la pasaba bien en Navidad.

Cuando salieron de clases Pete y Jack fueron a jugar al parque, después de varias horas jugando se cansaron y se fueron a sentar a una banca y empezaron a platicar sobre el tema de Santa Claus.

“¿Oye Pete?” pregunto Jack “¿Seguro que Santa Claus no existe?”

“Claro que estoy seguro” exclamo Jack ¿Por qué preguntas?

“Es que mis padres y la mayoría de las personas dicen lo contrario” dijo Jack.

“Si no me crees es mejor que no seas mi amigo” dijo Pete furioso. Y se fue corriendo del parque.

“Pete” grito Jack “No te vayas”

Después de varios días Jack no volvió a ver Pete, así que Jack se preocupó y lo empezó a buscar por todo el pueblo, varias horas después regreso a su casa y empezó a pensar Jack sobre lo que dijo Pete así que se dijo a sí mismo.

“No es posible que Santa Claus no exista entonces como explicaría todos los regalos que nos ha traído” pensó Jack.

Esa misma noche antes de dormir Jack le conto una historia sobre la navidad a su hermano Billy, cuando su hermano se durmió él se acostó pero recordó algo, solo faltaba una semana para navidad así que se levantó de la cama y empezó a escribir su carta de regalos para Santa. En la madrugada Jack soñó a Santa Claus diciéndole que ayudara a Pete a creer en el

“Ayuda a tu amigo, Jack” escucho en su sueño Jack.

Al día siguiente Jack se levantó y le dio un abrazo a su papa y un beso a su mama y les entrego su carta de navidad para que la mandaran por correo.

 Después de desayunar se levantó de la mesa y salió de su casa en busca de su amigo Pete.

“¡Pete!” gritaba Jack frente a la puerta de su casa “¿Estás ahí?”

Poco rato después Pete salió de su casa.

“¿Qué quieres?” pregunto furioso “Te dije que ya no eres más mi amigo”

“No tienes que estar haciendo tu carta de Navidad” pregunto Pete.

“En realidad ya la hice” dijo Jack. “Vengo a ayudarte a hacer la tuya”

“¿Que no entiendes?” pregunto furioso Pete “Santa Claus no existe, entiende”

Como Jack estaba seguro que eso era una mentira siguió insistiendo hasta que Pete lo invito a pasar a su casa. Cuando entraron a la casa de Pete, Jack empezó a hablar sobre de el ¿Por qué no cree en Santa Claus?

“Como explicas todos los juguetes que recibimos el 25 de Diciembre cada año” pregunto Jack “Son muy caros y tú sabes que mi familia no tiene mucho dinero”

“Tienes razón” dijo Pete “Lo que no entiendo es porque jamás me llegan juguetes a mi” pregunto Pete.

“Es porque nunca has mandado la carta de Navidad a Santa y el cree que no quieres nada” explico Jack.

Por un momento Pete llego a creer en Santa Claus pero él seguía resignado a que no existía.

A Jack se le habían acabado las ideas para poder hacer que Pete creyera en Santa Claus pero tuvo una idea magnifica para hacer que creyera.

Jack invitaría a Pete a dormir a sus casa y así que leyera una historia sobre navidad para que así creyera en Santa Claus.

Esa misma noche Pete y Jack empezaron a dormir pero Pete le dijo a Jack.

“No quiero volver a tener esas pesadillas” dijo Pete.

“¿Cuáles pesadillas?” pregunto Jack.

“Tengo cada noche unas pesadillas sobre un señor de color negro que me dice que Santa Claus no existe” le explico Pete a Jack.

“Vamos Pete esta noche va a ser diferente” dijo Jack. “Hoy solo dormirás tranquilo”

Esa misma noche a la medianoche Pete empezó a tener un sueño sobre Santa Claus diciéndole que confiara en él y que o siguiera”

“Ven Pete” dijo Santa a Pete “Esta es mi fábrica de juguetes

“Wow” dijo Pete

“Aquí fabrico todos mis juguetes para todos los niños del mundo” explico Santa.

Después se levantó de la cama y no vio a nadie más que una puerta abierta.

“Solo fue un sueño” dijo Pete

Se levantó de la cama y fue al baño a darse una ducha cuando salió de ducharse fue directo al comedor a desayunar ahí estaba Jack y toda su familia desayunando juntos.

Cuando Pete vio a la familia de Jack se puso triste porque sus padres no desayunan con él porque su padre vive muy lejos del pueblo donde vive el.

“Ven a desayunar, Pete” dijo Jack.

“No gracias” dijo Pete “Voy a mi casa”

“Bueno, adiós” dijo Jack.

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